[HIATUS] Complex | MOONSUN | WHEESA | MAMAMOO

Capítulo 52

A Wheein realmente le fascinaba ver a Hyejin ensayando. Era el segundo día consecutivo en el que asistía al teatro a presenciar uno de los ensayos del musical y se había transformado en una de sus actividades favoritas del último tiempo.

Después de haberla llevado a ver las estrellas, la actriz la había invitado a ver uno de sus ensayos. Se lo había comentado al despedirse de ella, cómo si no fuese la gran cosa, pero Wheein había notado el leve nerviosismo que había teñido su voz al hacerle la propuesta y había aceptado de inmediato—era verdaderamente un halago, y a la vez la ayudaba a salirse de su monótona rutina.

Wheein apretó el lápiz que tenía entre sus dedos y siguió con la mirada los movimientos Hyejin, murmurando para sí las mismas líneas que decía la actriz, ya que habían repetido varias veces la misma escena y había logrado memorizárselas.

Durante aquellos días había tenido que levantarse más temprano que nunca para llegar al teatro a tiempo, pero no podía quejarse, ya que realmente le gustaba estar allí y disfrutaba mucho de ser una espectadora. No solo porque la entretenía de sobremanera mirar el proceso y la producción, sino que también le servía para su propio desarrollo artístico.

La joven llevaba su croquera, se sentaba a un par de filas de distancia del escenario y se ponía a bocetear a Hyejin con la escasa iluminación que le llegaba. Dibujaba sus expresiones, sus gestos, sus poses al hacer ciertas escenas y en general todo lo que hacía, ya que todo en ella era dibujable. Wheein no podía explicarlo bien pero le resultaba muy fácil seguirla con el lápiz, cosa que no le había pasado ni siquiera con los modelos con los que había trabajado en la universidad.

El estar allí se sentía realmente como un respiro de aire fresco. La pintora encontraba cierta tranquilidad en tener cosas por hacer y hacer planes con alguien, ya que el permanecer en su casa sin ningún objetivo en mente no le hacía muy bien; solía perder el sentido del tiempo y no había sido capaz de seguir pintando, por lo que su mejor opción era distraerse con otras cosas, y qué mejor que presenciando un exclusivo ensayo de una de las producciones teatrales más esperadas del país.

Gracias a la morena, su bloqueo artístico comenzaba a desaparecer rápidamente. Sus manos se ajustaban al lápiz como si fuese una extensión de su cuerpo, y se desafiaba a bocetear la sucesión de movimientos que la joven hacia como si fuese un comic, para luego ir rellenando las figuras, plasmando su dinamismo e intensidad en las distintas hojas.

La actividad le resultaba divertida e increíble a la vez; estaba tan concentrada que el lápiz parecía moverse por su cuenta y a pesar del dinamismo de la actividad no había cometido casi ningún error, era casi como si estuviese hipnotizada mirándola.

Lo mejor de todo era que mientras dibujaba no pensaba en nada. Al mantener su cabeza ocupada en la técnica y en observar bien lo que tenía al frente, sus problemas desaparecían momentáneamente, ya que tenía que enfocar toda su atención en bocetear sin perder ningún detalle.

Gracias a eso, después de mucho tiempo volvía a recordar porqué disfrutaba tanto de dibujar y pintar; sentía bien, se sentía en paz, se sentía natural.

Cuando el equipo a cargo del musical se dio una pequeña pausa antes de avanzar a la siguiente escena, Wheein dejó escapar un suspiro satisfecho y buscó otro lápiz en su bolso para agregar los detalles que le faltaban.

Al incorporarse en su silla miró por un par de segundos al escenario y se topó con la mirada de la actriz, quién le guiñó el ojo a la distancia. La peliazul un poco sorprendida por su acción le hizo un torpe gesto con una de sus manos y Hyejin dejó escapar una leve sonrisa antes de volver a concentrase en la actuación.

Para una artista como Wheein, Hyejin era realmente el arte personificado.

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