Capítulo 24 || Noticias y reencuentros inesperados

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Newt abrió la puerta lentamente mientras Regina aún sostenía su varita con determinación. El hecho de que Grindelwald hubiera escapado, hacía que los dos temieran que él o alguno de sus seguidores fueran por ellos. No se encontraba seguros con cualquier ruido extraño cuando se encontraban solos.

La sorpresa de los dos fue grande cuando encontraron a Queenie y Jacob parados en medio de la habitación con un par de maletas. La castaña se fijo en el nerviosismo de su amiga, ya que se encontraba cohebida. Por otro lado, Jacob se encontraba con una enorme sonrisa y su mirada distraída, con algo en sus manos. En el suelo se encontraba un jarrón roto cerca del muggle.

- En serio, dámelo...- Queenie trataba de agarrar los trozos rotos de la manos de Jacob-. Dámelo, corazón. ¡Oh!

- A él no le importa- señaló Jacob en dirección donde se encontraba Newt.

- Me siento completamente confundida del porque están aquí- comentó Regina.

- Pero que...

- ¡Eh! ¡Newt! ¡Ven aquí, granuja!- gritó Jacob acercándose al mencionado.

La incomodidad se sentía en el ambiente. Algo no estaba bien y Regina lo podía percibir a pesar de que se alegraba de ver nuevamente a su amigos. El nerviosismo de Queenie fue lo que llamó su atención, ya que no despegaba su visra de Jacob.

Hacía algunos meses, Regina había recibido una lechuza de parte de la rubia en la que le decía que había encontrado a Jacob trabajando en una panadería haciendo pasteles en formas de todas las criaturas que Regina y Newt les había enseñado en la maleta. Sin embargo, Queenie le había dejado claro que haría todo los posible para mantenerlo a su lado, aunque fueran las últimas consecuencias. Pero la británica nunca creyó que llegaría tan lejos.

- Espero que no te moleste, Newt. Hemos tenido que entrar. ¡Está lloviendo a mares! ¡En Londres hace mucho frío! No entiendo como te puede gustar este clima, Regina- la mencionada hizo una mueca al escuchar las palabras de su amiga.

- ¡Pero te habían desmemorizado!-comentó Newt sorprendido.

- ¡Ya lo sé!

- Pero se supone que ningún muggle de Nueva York debía de recordar el caos que provocó Grindelwald en esos días- Regina no sabía como sentirse.

- Pero, ¿entonces...?- Newt preguntó emocionado.

- No funciono, amigo, mío. Tú mismo lo dijiste: la poción solo borra los malos recuerdo, y yo no tengo ninguno. Bueno, a ver si me explico, tenía algunos pocos raros, pero este ángel- Jacob señalo hacia Queenie que alzó su mano nerviosamente-. Este ángel que ves aquí me contó las partes más terroríficas y aquí nos tienes, ¿no es cierto?

- ¡Es maravilloso!

Newt empezó a buscar a Tina con la mirada. Regina se mordió la lengua al saber que ella no aparecería. En una de sus cartas, le había pedido que no le dijera nada sobre ella a Newt sin darle explicación alguna, haciendo que se sintiera incómoda ante esa situación.

- ¿Y... Tina?- preguntó emocionado-. ¿Dónde está Tina?

- ¡Oh! Solo hemos venido nosotros dos, cielo. Jacob y yo- Regina agradeció la intervención de Queenie.

- ¡Ah!- los ánimos de Newt decayeron cuando escuchó la respuesta.

- ¿Preparó algo de cenar?- preguntó la rubia emocionada.

- ¡Sí!- gritó Jacob como si fuera un niño pequeño.

- Yo iré a ayudarla- comentó Regina acercándose a la cocina.

Animales FantásticosWhere stories live. Discover now