Capítulo 47 || Camino a Berlín

121 15 8
                                    

— Alemania. 1932 —

Regina se encontraba un poco desesperada por la tardanza de su amiga y Lally Hicks. No es que no confiara en su amiga, pero es que no conocía a la profesora de Ilvermory. Sus únicas referencias era lo que Albus, Tina y Newt contaban sobre ella. Tenía que confiar en el juicio de Dumbledore.

— Esto te ayudará a calmarte – ella volteó para encontrarse con Theseus quien le entregó el vaso –. Es Whisky de Fuego.

— Hay días que no se si odiarte o amarte por conocerme tan bien – Regina le dio un sorbo a su bebida –. Aunque esto no hará que te perdone por completo, creo.

— Aún me siento como un idiota de que hayamos desperdiciado mucho tiempo de nuestras vidas por mi culpa.

— Síguete disculpando, que ya casi estoy considerando el hecho de que te perdone por eso – respondió Regina.

— ¿En serio? – preguntó esperanzado.

— No – intervino Joe en la conversación.

Theseus rodó los ojos al escuchar las palabras de su cuñado. Nunca se habían llevado bien. Antes de que Theseus rompiera su primer compromiso con Regina, trataban de mantener la armonía en la familia. Después de su ruptura, Joe no escondía su resentimiento contra él y, desde entonces, no se guardaba ningún tipo de comentario.

— Joe este no es el momento – comentó Regina en lo que soltaba un suspiro –. En otras circunstancias, te dejaría pasar esto como cualquier otra pelea. Pero considerando que estamos en peligro.

Joseph se dio cuenta que su hermana hablaba en serio al ver que no había suavizado su mirada. Soltó un suspiro al percatarse de que la situación era grave y no tenía nada que hacer en ese grupo. Debía de acatar las ordenes de Dumbledore de buscar información que podría ser útil para su ex-profesor en el futuro. Aunque le frustraba no poder ayudar como tal.

— No importa. De todos modos, me bajaré también en la siguiente estación y no sabrán de mí – anunció Joe en un tono dramático –. Haré lo que Dumbledore me pidió. Y Regina... – la Ravenclaw alzó su mirada – si ves a Katy, trata de regresarla a casa – soltó un suspiro –. Aunque parezca imposible.

— Haremos todo lo posible para no lastimarla y traerla de vuelta – intervino Theseus poniendo su mano en el hombro de su esposa, obteniendo un gruñido como respuesta de Joseph.

El mayor de los hermanos Scamander fue hacia la chimenea para sentarse a leer el último ejemplar de El Profeta para leer las opiniones de las próximas elecciones para escoger al siguiente representante del mundo mágico. Regina vio a su amigo, quien fingía ver hacia la ventana mientras pasaban por los bosque alemanes para llegar a su destino.

— ¿Sabes la importancia del trabajo que te asignó Dumbledore? – preguntó la mayor viendo al Gryffindor.

—Sí, lo sé. Solo que... – soltó un suspiro – tengo miedo de dos cosas de lo que podría ocurrir.

— ¿Por que...?

— Tengo miedo de no estar a la altura de la misión y que ese idiota – señaló a su cuñado – te vuelva hacer algo y que no pueda estar presente para ti.

Regina puso su mano en la mejilla de su hermano para regalarle una sonrisa en un intento de tranquilizarlo. Sabía la cantidad de veces que Joe le hubiera lanzado un maleficio a Theseus después de hacerla llorar por la carta que le había enviado o cuando se enteró que estaba comprometido con Leta. También había escuchado las amenazas que le había dado cuando sus hijos nacieron o el día de su boda, que muchos creyeron que Theseus le había dado amortentia, cuando la Ravenclaw sabía que no era su fuerte pociones.

Yusuf se encontraba parado al lado de de la ventana, observando el paisaje de los campos alemanes adornados de blanco. Newt estaba sentado en uno de los sillones para darle de comer a Pickett una de las cochinillas en lo que su hermano seguía leyendo El Profeta en que la primera plana se apreciaban unas fotografías de Liu Tao y Vicência Santos. Bunty esperaba con mucha paciencia en la barra mientras golpeteaba sus dedos contra la madera. Joe se había alejado de su hermana para leer el último tomo actualizado de Quidditch A Través del Tiempo con la esperanza de que apareciera su nombre. Regina jugueteaba con el collar que le había regalado Theseus cuando ella se encontraba estudiando para convertirse en aurora. Prefería llevar ese colgantes antes que ponerse el símbolo de las Reliquias de la Muerte desde que Grindelwald había adquirido tanta popularidad. Ella sabía que los Morvolo y los Potters eran sus familiares lejanos, pero que el resto del mundo lo desconocían por completo.

— ¿Qué piensa el Ministerio? – preguntó Newt interesado haciendo que obtuviera la atención de su amiga –. ¿Liu o Santos?

—Oficialmente, el Ministerio no toma partido – respondió Theseus bajando el periódico para poder hablar con su hermano –. Extraoficialmente, apuestan por Santos. Aunque cualquiera es mejor que Vogel.

— ¿Cualquiera? – preguntó Kama interesado.

La mirada del moreno se dirigió a la parte final del periódico donde se encontraba una fotografía de Grindelwald. Regina sintió como un escalofrío recorría su espalda en lo que temía de lo que podría hacer el actual dueño del Varita del Sauco.

— No creo que él esté en la papeleta, Kama – respondió Theseus –. Es un fugitivo.

— ¿Cuál es la diferencia? – preguntó el mencionado.

(Nota de la autora:

Les quiero decir que no fue una semana nada fácil para mí esta semana. Super caótica a mi parecer, pero lo bueno es que todo ya está arreglado desde el martes.

Pero regresando a lo del capítulo, tenemos un poco más de interacción entre Joe, Regina y Theseus. Por lo que se habrán dado cuenta, es evidente que entre los dos cuñados no se caen para nada bien. A ver como esto afecta su relación más a futuro.

Creo que sería todo de mi parte y nos estamos leyendo el próximo capítulo.

April Hdzz Capaldi, fuera.)

Animales FantásticosWhere stories live. Discover now