Capítulo 51 || Kate

93 9 0
                                    

Kate y Rosier se encontraban observando a Grindelwald desde el el balcón. Credence parecía estar tranquilo en lo que le daba migaja de pan a su fénix. Esa era señal suficiente para entender que era un Dumbledore. Se decía que una ave fénix siempre iba en ayuda de alguien de esa familia, o eso era lo que decía Gellert.

Kate soltó un suspiro de satisfacción al recordar el rostro de su hermana mayor al verla sufrir como se llevaban a su afamado cuñado Theseus Scamander. Aunque en los últimos días le preocupaba las preguntas de Grindelwald, quien le había insinuado que era descendiente de Antioch Peverell, cosa que no estaba segura y tampoco tenía las respuestas. Concluyó que esa información solo la podía tener a Regina o Joe, pero no ella.

Theresa Catherine Pullman siempre había sido alguien invisible para toda la comunidad mágica. No se dejaba de hablar de la habilidad que tenía Regina en los duelos y hechizos avanzados como prácticos y no verbales. La habilidad de Joe en el Quidditch, Aritmacia y Alquimia combinada con su increíblemente estúpida manía de hacer cosas riesgosas en experimentos que cualquier persona desaprobaría. Ella había vivido en la sombra de ellos haciendo que sus padres esperaran que ella fuera igual o superior que sus hermanos mayores por lo que se sintió invisible desde que su hermana había ingresado a Hogwarts.

Todo había cambiado el día que Grindelwald se había parado en Flourish and Blotts. Se sentía tan triste y desgraciada en su trabajo porque sus padres consideraban a sus hermanos un éxito por pertenecer al Ministerio de Magia y la primera división de un equipo de Quidditch. Su trabajo en la librería hacía que no valiera la pena por sus padres. Ninguno de sus triunfos eran bien visto porque alguno de sus hermanos ya lo había hecho anteriormente. Por supuesto que Grindelwald había visto todo su potencial desde el momento que la vio, prometiéndole un lugar importante en sus filas y se convertiría en el orgullo de sus padres. Lo primero en lo que estuvo segura en lo que había hecho, pero lo segundo no le importaba desde hacía mucho tiempo. El hecho que era una de sus más fieles seguidoras era lo único que le importaba.

— Hay miles de personas en las calles coreando tu nombre – la voz de Rosier hizo que saliera de sus pensamientos –. Eres un hombre libre – Grindelwald asintió con la cabeza.

— Dile a los demás que se preparen para irse – ordenó Gellert.

— ¿Está noche? – preguntó curiosa.

— Mañana. Tendremos una visita por la mañana.

Como si alguien la llamará, volteó para encontrarse con la mirada de Grindelwald. Ella asintió en señal que comprendía lo que quería de ella. Tal vez, al día siguiente tendría la oportunidad de enfrentarse a su hermana. Una vez que Regina estuviera fuera de su camino, se encargaría de ir detrás de Joe para no tener más competencia por parte de ninguno de sus hermanos.

Los dos vieron como la menor de los Pullman salía de su cuadro de visión para asegurarse de ese otro tema que también debían de discutir, pero no enfrente de la Slytherin. Una vez que estuvieron solos, la atención de Rosier iba directo al hombre que la había sacado de la oscuridad.

— ¿Por qué se queda con él? – preguntó Vinda refiriéndose a Credence.

— Debe presentir lo que está a punto de hacer – respondió viendo hacia la ventana.

— ¿Y estás seguro de que puede matar a Dumbledore?

— Su dolor es su poder – concluyó Grindelwald.

La acólita asintió con la cabeza. Otra tema seguía rondando en su cabeza porque era otro tema de suma importancia que debían de atender y que podía interferir en los planes de ascensión de Grindelwald al poder.

— ¿Y que hay de Katherine Pullman? ¿Es ella la hermana que has estado buscando? ¿Es la hermana correcta?

Grindelwald alzó su mirada para negar con la cabeza. Lo había sabido desde hacía poco que tenía la hermana equivocada, pero al mismo tiempo le seguía sirviendo para su objetivo. Podría ser de ayuda para llevar a los otros dos hermanos para que fueran directo a él. Desconocía del carácter de Joseph. Pero Regina, él se había dado cuenta que era muy voluble cuando se trataba de su familia y eso lo pudo notar cuando lo atraparon en Nueva York.

— No. Pero todavía nos puede hacer de ayuda para ir por alguno de sus hermanos – respondió Grindelwald en lo que paseaba por el lugar –. Los dos hermanos mayores están aferrados de llevar de vuelta a Pullman a Inglaterra. Ninguno de los dos están dispuestos a rendirse. Si tenemos alguno de los dos hermanos, podremos tener toda la información que necesitaremos.

Grindelwald salió del lugar en silencio, dejando a Rosier sola. Ella había estado cerca de Regina en la noche que quemaron el cementerio en Paris. De haberlo sabido en ese momento, ella hubiera tenido la oportunidad perfecta para atraparla. Pero el hubiera no existe y ahora se tenían que enfocar en el futuro con otra posibilidad de atraparla. El plan de su señor debía ser tal como lo había hablado.

(Nota de la autora:

Feliz Halloween. Aquí un pequeño capítulo desde la perspectiva del lado de Grindelwald. Estoy segura que si lo hubiera planeado, no me hubiera salido. Pero ahora tienen un poco de la perspectiva de Kate. Me acorde de esa frase que dice Ron en el libro de la Piedra Filosofal que era algo así como que si él hacia algo sobresaliente, nadie se sorprendería porque sus hermanos (Bill, Charlie, Percy, Fred y George) ya lo habían hecho antes. 

Espero que les haya gustado el capítulo, los próximos capítulos son de mis partes favoritas de la película. Así que espero que les haya gustado y nos leemos el próximo viernes con un capítulo nuevo.

April Hdzz Capaldi, fuera.)

Animales FantásticosWhere stories live. Discover now