Animales Fantásticos

Capítulo 56 || El Rescate de Theseus

— Erkstag, Berlín, Alemania. 1932 —

Los dos amigos continuaron caminando por el lugar siendo su única luz las lamparas que sostenían en sus manos. Regina temía que algo les pasará a las luciérnagas que se encontraba en el interior en lo que recorrían el Erkstag.

— ¡Theseus! – Newt llamó a su hermano.

— Artemis, no creo que eso ayude mucho – comentó la aurora preocupada.

— Pero valía la pena intentarlo, ¿no? – la Ravenclaw asintió ante las palabras del Hufflepuff.

Los dos continuaron caminando por el laberinto de pasillos. Escucharon como algo se movía provocando que los dos acercaran la linterna en el piso para encontrarse con un pequeño cangrejo rondando cerca ellos. Regina se percató que no era los cangrejos que veía en las playas.

— Es una mantícora bebé –respondió Newt como si le hubiera leído sus pensamientos.

Varias mantícoras empezaron aparecer a su alrededor como si los hubiera invocado. Newt le agarró de la mano a su amiga para alejarla de las crías. Los dos caminaron lo más rápido que pudieron sin pisarlas, pero Regina se detuvo antes de que alguno de los dos pudieran caer al vacío.

— Has lo mismo que yo, Regina – murmuró su amigo haciendo que la mencionada lo viera extrañada cuando empezó hacer movimientos raros.

— ¿Nuestras vidas depende de esto? – preguntó preocupada.

— Sí.

Newt volvió hacer una pose extraña para que las mantícoras imitaran. Regina soltó un suspiro para imitarlo haciendo que empezaran a desplazarse de lado provocando que las crías repitieran sus acciones. Jamás creyó que debía de hacer todo eso para salvar a Theseus.

Después de varios minutos haciendo aquellos extraños movimientos, finalmente lo encontraron haciendo que Regina se sintiera aliviada al saber que su esposo se encontraba con vida. Los dos amigos entraron de inmediato para poder liberar a Theseus.

— ¿Vienen a rescatarme? – preguntó el mayor de los Scamander.

— Esa es la idea – respondió Newt acercándose a su hermano.

— Pero podemos darnos media vuelta para dejarte aquí –comentó Regina en lo su amigo se acercaba a Theseus con la misma pose que habían recorrido en los últimos minutos.

— Y supongo que eso, lo que sea que estés haciendo, es parte de tu estrategia.

— Sí, es una técnica llamada mimetismo límbico – la Ravenclaw se encontraba nerviosa ante la respuesta del Hufflepuff –. Se supone que desalienta los enfrentamientos violentos. De hecho, solo lo había intentado una vez.

— Quiero creer fue alentador el resultado – comentó su amiga.

— No fueron concluyentes. Lo hice en un laboratorio bajo condiciones sumamente controladas y bueno, estas condiciones son más inestables, por lo que es menos predecible el resultado final.

— Teniendo como resultado final que sobrevivimos – concluyó Theseus.

— Si es que algo no sale mal – finalizó la aurora.

El silencio se hizo presente haciendo que los tres voltearan. Vieron como una enorme antena surgía de las profundidades causando que los tres intercambiaran miradas de preocupación. La antena se encontraba en el mismo nivel que ellos, provocando que ninguno de los tres emitiera un ruido que los delatara. La celda que se encontraba a un lado, se oscureció. Regina solo pensaba que no podía significar nada bueno. La aurora retrocedió para dar lugar a una cola de escorpión de un tamaño incomparable. La Ravenclaw puso su mano en su boca para ahogar cualquier ruido que pudiera emitir para evitar delatar su presencia. La cola pasaba cerca de ellos para ver como entraba a la celda contigua y sacaba un bulto haciendo que los tres continuaran en silencio por lo que acababan de presenciar en lo que escuchaban como golpeaba contra el fondo. Los dos amigos observaron como las mantícoras bebés se acercaban a los órganos dispersos para devorarlos. Newt jaló a Regina para poder liberar a Theseus en lo que criaturas se encontraban distraídas con el festín. Los dos amigos ayudaron al auror a liberarlo de su prisión haciendo que abrazara y le diera un beso a la castaña en la frente una vez que lo soltaron.