Capítulo 57 || El Reino de Bután

93 8 0
                                    

— Hogwarts, Escocia. 1932 —

Los tres se dirigieron a las enormes puertas de madera que daban el acceso hacia el Gran Comedor. En su interior se encontraban varias mesas de madera dispersas por la estancia. Vieron a Lally, que se encontraban sugiriendo algunos alumnos tomar la clase de Encantamientos, Jacob explicando el origen de su varita a otro grupo y Rose alegando con otro sobre porque su amiga era mejor que su hermano.

— ... y es por eso es que Regina Scamander es mucho mejor que Joe Pullman – concluyó la Gryffindor con una sonrisa de satisfacción.

— Lally – Newt llamó a la profesora de Encantamientos obteniendo su atención.

— ¿Por qué tardaron tanto? – la mencionada los cuestionó cuando se acercaron a ella.

— Tuvimos complicaciones – respondió Regina –. ¿Cómo les fue a ustedes?

— También tuvimos complicaciones – bufó la morena en lo que se acercaba a los Scamander.

— ¿De qué hablan? – preguntó la Ravenclaw confundida.

Lally le pasó un ejemplar de El Profeta al magizoologo. En el encabezado se encontraba una fotografía de Grindelwald junto a la de Jacob con un encabezado que decía: ¡Muggle Asesino! Había otras noticias relacionados con el encabezado como que Gellert había escapado del ataque y que los otros dos candidatos se encontraban unidos en contra del nuevo contendiente. No le puso atención a las demás secciones porque no eran primordiales para su misión.

— ¿Jacob intentó matar a Grindelwald? – preguntó Theseus confundido.

— Es una larga historia – respondió Lally resignada.

Jacob y Rose se acercaron a donde se encontraba el cuarteto reunido. Los seis empezaron a caminar entre las mesas donde se encontraban reunidos los alumnos desayunando. Los cuatro británicos recordaban sus días como estudiantes en Hogwarts.

— ¿Qué les parece este lugar? – preguntó el panadero maravillado por el Gran Comedor –. Hay minibrujas y magos diminutos por todas partes.

— No me digas – respondió Theseus con sarcasmo, obteniendo un par de codazos por parte de Regina y Rose.

— Yo era el asesino – comentó Jacob a Newt en lo que continuaban caminando.

— Newt, Regina, Rose y Theseus fueron a Hogwarts – explicó Lally.

— Ya lo sabía – continuó hablando maravillado viendo a su alrededor –. Pues son muy amables conmigo. Los chicos de Slytherin me dieron esto. Están deliciosos. ¿Quién quiere uno?

Jacob extendió su mano que sostenía una bolsa para ofrecérselo a las tres bruja y Newt. Regina hizo una mueca de disgusto al saber que los alumnos le había jugado una mala broma a su amigo, pero no sabía cómo decirle.

— Recuerdo haberle dado uno de esos a Joe antes de mi primer año en Hogwarts porque no me dejaba comer mis grageas de todos los sabores – recordó Regina.

— ¿Y qué paso después? – preguntó Lally interesada.

—La vida se encargo de que no lo volviera hacer porque mi siguiente gragea era de vomito – hizo una mueca de disgusto.

— Nunca me gustaron los racimos de cucarachas, aunque dicen que los de Honeydukes son los mejores – se sinceró Newt.

Jacob se puso pálido en cuanto escuchó la respuesta de su amigo y entender el disgusto de la Ravenclaw al ver la bolsa. Una risotada colectiva se escuchaba en una de las mesas donde se encontraban los Slytherin provocando que el panadero volteará para lanzarles una mirada de molestia por la broma que le habían hecho.

Minerva hizo que todos los alumnos que se encontraban en el Gran Comedor dejaran al grupo de adultos para poder hablar del siguiente paso de su plan. Dumbledore se acercó con una sonrisa de satisfacción.

— McGonagall. Albus – los saludó Theseus.

— Bien hecho. Felicidades – los elogió el profesor.

— ¿Felicidades? – preguntó el auror confundido por su reacción.

— Así es. La señorita Williams y la profesora Hicks evitaron un asesinato. Y están vivos y bien. El que no haya salido según lo planeado era justamente el plan.

—Clase básica de hacer lo opuesto – comentó Lally con una sonrisa.

— Albus, perdóname, pero ¿no estamos en donde empezamos? –preguntó el mayor de los Scamander confundido.

— De hecho, diría que las cosas están mucho peor – el mencionado volteó en dirección donde se encontraba Rose y Lally con una sonrisa de complicidad para darles una mirada de preocupación –. No lo saben, ¿verdad?

— ¿Saber qué? – preguntó Regina preocupada en lo que los tres veían a la profesora de Encantamientos.

— Grindelwald se postulará como candidato a las elecciones – respondió Lally provocando que la Ravenclaw palideciera en el momento.

— ¿Qué? Pero, ¿cómo? – preguntaron los dos hermanos Scamander al mismo tiempo incrédulos.

— Porque Vogel eligió lo fácil sobre lo correcto – respondió Albus.

— Eso complica las cosas – afirmó Rose en lo que Dumbledore sacaba su varita.

El profesor empezó a dibujar en el aire como si se tratará de un lienzo blanco haciendo que aparecieran montañas y valles. Un humo los rodeaba causando que la imagen se convirtiera más nítida ante sus ojos. Todos observaron maravillados, excepto Jacob que se encontraba desorientado en lo que Regina tenía la mirada perdida al pensar en el peligro que se encontraba ella y su familia si Grindelwald llegará al poder.

— Está bien – la voz de Theseus la regresó a su realidad.

— Bután – dijo Newt al ver la imagen terminada.

— Correcto. Tres puntos para Hufflepuff – anunció el profesor.

— Debí de haber respondido yo – comentó Rose.

— A ti te hubiera dado cien puntos por ser Gryffindor – opinó Regina –. Porque a Ravenclaw apenas le daría un punto.

— No seas dura – la atención regresó hacia la imagen que se encontraba en frente de ellos –. El reino de Bután se encuentra en lo alto del Himalaya oriental – explicó Dumbledore como si estuviera dando clase –. Es un lugar de una belleza indestructible. Parte de nuestra magia más importante proviene de ahí. Dicen que si escuchas con atención, el pasado te susurra. También es donde celebran las elecciones.

— Creí que las elecciones se celebrarían en Brasil – comentó Rose confundida.

— Esos solo fueron rumores – aclaró Regina.

De las nubes, empezaron aparecer pequeños edificios en la punta de la montaña. La imagen era tan espectacular que daba la sensación de que se encontraban en frente del lugar. La aurora siempre admiraba la habilidad de Albus para los hechizos.

— Él no puede ganar, ¿verdad? – preguntó Theseus preocupado.

— Hace solo unos días era prófugo de la justicia. Ahora es candidato oficial de la Confederación Internacional de Magos. Los tiempos peligrosos favorecen a los hombres peligrosos.

Dumbledore se dio media vuelta para empezar a caminar por el Gran Comedor. Regina fijó su mirada en el reino de Bután para luego seguir con la mirada de Albus. La Ravenclaw sabía que si Grindelwald llegaba estar a cargo de la Confederación Internacional de Magos, las consecuencias podrían ser desastrosos si ya sabía su relación de la Varita del Sauco.

— Por cierto, cenaremos con mi hermano en el pueblo. Si necesitan algo antes, Minerva está aquí.

Lally y Rose se encontraban confundidas haciendo que se acercaron al grupo. 

— ¿Dumbledore tiene hermanos? – preguntó Lally incrédula.

— Creí que había escuchado mal – respondió Rose.


Animales FantásticosWhere stories live. Discover now