Capítulo 71 || Conversación con Dumbledore

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Los dos amigos cruzaron la calle para platicar con Dumbledore. Tenían mucha curiosidad por hablar con él. Albus se encontraba con atención el clima en lo que los copos de nieve caían. Los dos se detuvieron delante de el.

— Es un día histórico – concluyó el Gryffindor viendo a sus ex-alumnos –. Es un antes y después. Los días históricos parecen tan ordinarios mientras suceden.

— Muchas veces, ni siquiera saben que están viviendo un día histórico – comentó Regina.

— Tal vez así es cuando pasan cosas buenas en el mundo – finalizó Newt.

— Se siente bien saber que sucede de vez en cuando – comentó Dumbledore.

Los dos intercambiaron miradas sin saber que decir con exactitud. Había tantas preguntas sin respuestas rondando en sus cabezas, que no sabían si era el lugar o el momento adecuado para hacerlo.

— No sabíamos si lo veríamos aquí – comentó Newt tranquilo.

— Yo tampoco sabía si ustedes vendrían – respondió Albus.

— Bueno, Artemis es el padrino, yo soy una de las damas, mis hijos son los pajes y mi hija es la niña de la flores.

Los tres se quedaron inmersos en un un silencio cómodo. El recuerdo de la conversación entre la aurora y el profesor en la Cabeza de Puerco regresó. Regina estaba por preguntar algo escucharon como la campana de la tienda sonaba para encontrarse con una Queenie muy emocionada y divertida. Los dos amigos voltearon para tener su atención hacia la rubia.

—¡Oye, Newt! – gritó la legarmente desde el otro lado de la calle –. Jacob cree que perdió el anillo. Por favor, dime que lo tienes.

Regina vio como Pickett salía del bolsillo para mostrar los dos anillos que colgaban su cuello. El bowtruckle también había resguardado las alianzas cuando se casó con Theseus. Era la criatura perfecta para resguardar aquellos objetos importantes. Se alegraba que su amigo habría dejado a los escarbatos en Inglaterra porque hubiera significado un caos absoluto en el momento de devolverlos.

— No, todo está bien. Sí – aclaró el Hufflepuff.

Queenie sonrió para ingresar de nuevo a la panadería. Regina vio como Pickett volvía a esconderse en la bolsa por si había algún muggle husmeando cerca ellos. Ninguno de los dos quería otro incidente como el del primer viaje que los había llevado a viajar a esa misma ciudad años atrás.

— Muy bien, Pick – lo felicitó su cuidador.

— Creo que deberíamos...

— Gracias, chicos – la interrumpió su profesor.

— ¿Por qué? – preguntó Newt confundido.

— Por elegir sus respectivos venenos.

Newt soltó una sonrisa ligera haciendo que Albus asintiera con la cabeza. Regina miró a la panadería, pensando que sería una buena oportunidad hacer la pregunta que rondaba en su cabeza.

— No podría haberlo hecho sin ustedes – soltó Albus.

Los dos volvieron a asentir con la cabeza. Regina le hizo una señal a Newt para que se adelantara a la boda porque era el padrino. La Ravenclaw podría esperar un poco más porque solo era la dama de honor. Vio como su amigo se detuvo cuando recorrió un par de pasos hacia adelante.

— Por cierto, lo volvería hacer. Si me lo pidiera – respondió Newt.

El magizoologo miró con curiosidad para proseguir su camino hacia la boda de sus amigos. Regina volteó para percatarse de que Dumbledore la observara. Ella dio un paso hacia adelante, obteniendo la atención de su profesor.

— Albus, quiero preguntarte algo que me está rondando por las cabezas en los últimos días – comentó Regina viendo al mencionado.

— Si es sobre Grindelwald, te recomiendo que dejes eso para otro día.

— No, tiene que ver con algo que me dijiste en Hogsmade – respondió Regina haciendo que Dumbledore asintiera con la cabeza para que continuara hablando –. ¿Por qué te recuerdo a ti? ¿Por qué te recuerdo a tu hermana?

Albus se levantó de su lugar para detenerse en frente de la aurora. Él le regaló una sonrisa provocando que la Ravenclaw estuviera intrigada por lo que pudiera decir a su profesor, aunque la curiosidad es más grande.

— Me recuerdas un poco a mí porque estás intentando hacer todo lo posible para mantener unida una familia que Grindelwald ha separado. Se que estás haciendo todo lo necesario para que no se rompa. Aparte de que los dos somos los hermanos mayores que intentamos todo para que nuestros hermanos menores se encuentren a salvo – Regina asintió con la cabeza.

>> Y me recuerdas a Ariana porque las dos tienen que guardar una carga que nunca les debió de pertenecer. Ella era una obscurial. Tú con tu secreto. A veces me imagino que tú eres lo que hubiera pasado si mi hermana le hubiera pasado si ella nunca hubiera tenido el obscurial. 

Regina se acercó para poner su mano en el hombro de Albus en un intento de tranquilizarlo. El profesor alzó su mirada de agradecimiento por haber confiado en él. En su mirada le afirmaba a Dumbledore el mismo apoyo que Newt le había dado.

— Estoy segura que Ariana estaría orgullosa de ti. En realidad, creo que los dos – comentó Regina.

Ella empezó a caminar, pero se detuvo un par de pasos más adelante para regresar su atención hacia el Gryffindor. Ella se relamió los labios, insegura de que tan buena idea era decirle, pero no perdía nada con hacerlo.

— ¿Sabes? Hasta todavía hace un año, siempre creía que el sombrero nunca debió de ponerlo en Gryffindor, sino en Ravenclaw, porque tienes muchas de las cualidades que Rowena apreciaba. Pero después de lo de Bután, creo que no se equivocó.

Regina prosiguió su camino. Ella vio como Bunty se acercaba corriendo haciendo que la aurora se acercara a la asistente de su amigo para que entraran juntas a la panadería para dar comienzo a la ceremonia. Había algo que la hacia diferente esa noche.

****

Queenie daba un paso hacia adelante nerviosa, pero segura. Jacob se encontraba parado con los ojos tapados con sus manos porque no habría querido ver a su futura esposa hasta que empezara la ceremonia. Una vez que se detuvo, el panadero se dio vuelta para quitarse su mano. Un ministro de magia era quien se encargaría de dirigir el enlace, veía con atención ante aquella escena.

Newt se encontraba cargando a Johanne para que pudiera ver la ceremonia y a su lado se encontraba Tina. Lally y Rose se encontraban emocionados, a pesar de que habían pasado poco tiempo con Jacob, los acontecimientos en el Ministerio de Magia Alemán, se habían acercado los tres. Regina y Theseus observaban en silencio la escena en lo que cargaban a Gareth y Kay respectivamente. Por último, se encontraba Bunty y Albert, el empleado de Jacob que había contratado desde que había abierto a la panadería.

— Vaya, estás preciosa – Jacob se encontraba embelesado por la imagen de Queenie.

Todos sonrieron en lo que comenzaba la boda. Regina sabía que su hijo estaba atento a la ceremonia. Le hubiera encantado que Gareth no tuviera que cargar con el mismo peso que ella se encontraba cargando, aunque sabía que tarde o temprano terminaría tendría que terminar haciéndolo en contra de su voluntad. Era un precio que debían de pagar por el orgullo de Antioch. Mientras, debía de asegurarse que los primeros años de su hijo fuera de los más felices. Ella le dio un beso en su frente.

Una vez que terminó la ceremonia hizo que todos aplaudieran por los recién casados. Regina observó a Theseus en señal de que se encontraba bien por un tiempo indefinido.

(Nota de la autora:

Bueno, hemos llegado al final de esta cuarta parte. Como se los había mencionado, el destino del fanfic dependerá mucho de lo que sucederá con la saga de Animales Fantásticos

Espero que les haya gustado. Será bienvenidos si deciden releer este fanfic o si deciden leer cualquier otro fanfic. En estos momentos estoy publicando un fanfic basado en la serie de Loki, por lo que están invitados a leerlo. Lo pueden buscar en mi perfil como No Where.

Creo que sería todo de mi parte.

April Hdzz Capaldi, fuera) 

Animales FantásticosWhere stories live. Discover now