TREAD THAT FINE LINE

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Las visitas eran obligadamente restringidas y con un máximo de dos personas debidamente protegidas. Por supuesto sus padres fueron los primeros que entraron a verle cuando fue posible. Tras los diez minutos de rigor, salieron ligeramente emocionados aunque Darya tenía esa maravillosa sonrisa y ese modo positivo de estar en la vida siempre inalterable. Amir se mostraba un poco más circunspecto. Al parecer Enzo se encontraba totalmente sedado y estabilizado y los médicos seguían con el pronóstico de su evolución muy reservado.

Por suerte la política del hospital permitía cierta fluidez en las visitas aunque se insistía en que fueran de una duración máxima de 10 minutos. Se podía visitar entre las 8 y las 5 y media de la tarde y después de 7 de la tarde a 10 de la noche. 

Al día siguiente Tarek pudo entrar a verle con su hermana. Antes se pusieron guantes, batas y calzado desechable. Le impresionó más de lo esperado verle allí tan lleno de cables, con el respirador y las uñas aún algo azuladas. Estaba saliendo paulatinamente de los efectos de la sedación y se notaba en sus bonitos ojos oscuros sin expresión. Pero el movía insistente las largas pestañas girando la cabeza y observándoles a ambos con curiosidad y cierta inquietud.

- Mi vida, estamos aquí contigo –le susurró Tarek al oído -. No te muevas, todo está bien.

Echó un vistazo rápido a las máquinas que hacían un seguimiento de sus constantes vitales; la temperatura, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el pulso.

Le suministraban oxígeno para ayudar a su respiración y por vía intravenosa líquidos desde las primeras tres horas de la crisis. Asimismo como la presión arterial permanecía demasiado baja incluso después de recibir los líquidos le estaban administrando un medicamento vasopresor para contraer los vasos sanguíneos y ayudar a aumentar la presión arterial. Aparte estaban los antibióticos. Era un mar de cables. 

Su hermana tenía los largos dedos de Enzo sobre su mejilla llorando en silencio sin poder remediarlo. Tarek esta vez se pudo controlar y no soltar ni una sola lágrima. No paró de hablarle todo el rato de esas nimiedades que él amaba. Que los gatos le echaban mucho de menos y sin él estaban más disciplinados, la comida suntuosa que le iba a preparar Svetlana cuando llegara a casa. Enzo parpadeó con sus grandes ojos sin despegarlos de él y luego volvió su mirada a su hermana que no soltaba su mano de encima de su mejilla.

 Enzo parpadeó con sus grandes ojos sin despegarlos de él y luego volvió su mirada a su hermana que no soltaba su mano de encima de su mejilla

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John Deacon acudió en persona aunque tenía comunicación directa con sus colegas para conocer cada novedad. Tarek siempre le bombardeaba a preguntas. Confiaba mucho en él.

- Nos han dicho que todavía está en estado grave con pronóstico reservado. Le he visto hace unas horas, estaba consciente y aunque aún bajo los efectos de la sedación, no sentí que estuviera tan mal.

- Lo está. Tiene una neutropenia bastante grave, menos de 500 por microlitro.

- ¿Qué es eso? ¿Los neutrófilos?

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora