HOW CAN I GO ON

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No fue hasta el cuarto o quinto día cuando Enzo reparó en el pobre anillo abandonado de Tarek sobre su libro. Estaba releyendo "El corazón de las tinieblas" de Conrad. Cogió el libro y lo apretó contra él llevándoselo a la nariz mientras se metía el anillo en su otro anular. Su bonita ratita de biblioteca. El solo disfrutaba leyendo catálogos de subastas o revistas de decoración. Pero él siempre estaba devorando libros. Pensó en el proyecto de biblioteca que pensaba hacer para él en una de las habitaciones por decorar. Todo a la mierda. Ni bibliotecas, ni proyectos en común, ni nada de nada.

Desde su repentina y enfebrecida decisión de que Tarek se largara, no se había permitido pensar. Había seguido con su vida. Ni siquiera había echado un vistazo a su lado de la cama. Y ahora aquel anillo abandonado.

- Pauline, no sé lo que hice. Soy un capullo integral. Voy a perder a Tarek.

- Bueno, eso es lo que has decidido, si –resumió ella como siempre pragmática y racional.

- Vi su anillo de compromiso en la mesita. Se lo quitó.

- ¿No te parece lo lógico?

- Oh, Pauline. Verlo ahí tirado sobre su libro casi me hizo llorar. En serio. ¿Debería pedirle que volviera?

- Enzo, le has echado de casa y ni siquiera fuiste tú quien lo hizo. Se lo mandaste a Duncan.

- ¿Te parece que fue un detalle un poco feo?

- Yo solo te digo que no os hagáis más daño.

- ¿Me estás diciendo que renuncie a él?

- ¿Y no has renunciado?

- Pues... no sé. Solo le eché. Fue un impulso...

- Es que no te aclaras con él, cariño. Teneis una relación de tobogán desde el principio.

- ¿Relación de tobogán? Explícame eso –no pudo evitar reírse.

- Pues eso. Subidas y bajadas continuas.

- Qué curioso. Jamás pensé que tendrías una visión tan frívola de nuestra relación.

- No estoy diciendo que sea frívola. Es simplemente... pasional.

- Supongo que eso es malo según tú.

- Oh, Enzo. Para ya. ¿Por qué te pones a la defensiva? Me limito a enumerar algo objetivo. No pongo en entredicho que os hayais querido con locura.

- No hables en pasado...

- Pero igual tu instinto lo que te está diciendo es que debes pasar página.

- Pues mi instinto es un soplapollas. No quiero pasar página, quiero quedarme justo en el último párrafo. Y vale ya de símiles sobre libros. Ni siquiera me gusta leer.

- Mi amor, ¿tú qué sientes?

- Siento que soy gilipollas y que por mis venas corre amor a raudales por él. ¿Te parece lo bastante cursi?

- Nunca podrías ser cursi.

- No puedo obviar lo enamorado que sigo estando de él. ¿Ves bien que intente reconquistarle?

- Yo veo bien todo lo que a ti te haga feliz, ya lo sabes. ¿Pero hablamos un poco de trabajo?

Durante todo ese tiempo esperó en vano no ya la llamada pero sí un triste whatsapp o email de Enzo. Habían sido dos años de relación y había acabado todo con la velocidad del rayo sin dejar ni un triste rastro. Por el contrario, Duncan le había llamado varias veces. No tenía por qué pero había insistido en que le perdonara y Tarek no tenía ni un gramo de rencor en su cuerpo. Adoraba a Duncan y había demostrado ser buen amigo. Su cometido era obedecer a Enzo y así lo hizo. No siempre estaba de acuerdo con sus decisiones.

MR BAD GUYWhere stories live. Discover now