LOVE ME SLOW... AND GENTLY...

33 0 0
                                    

Visitaron uno de los refugios de animales más cercanos que encontraron. Era una instalación enorme que tenía varias delegaciones esparcidas por todo el condado de Los Angeles. La cantidad de animales que había ahí era ingente. Tarek y Duncan eran dos amantes de los animales y visitar esos lugares siempre era una ocasión agridulce porque su corazón les decía que tenían que adoptar a todo el edificio. Tras mucho mirar Tarek escogió un macho de dos años y medio de original pelaje gris ceniza. Ojos verdes preciosos y buen talante para dejarse coger en brazos aunque al principio tuvo que aguantar sus uñas.

Le compraron todo tipo de cosas. Comida, chucherías, juguetes, rascadores, areneros, etc. El gato iba con todos los complementos con los que Enzo inundaba a sus felinos. Tarek espero ansioso la llegada de Enzo a casa. Ya estaba imaginando su bonita mirada renaciendo, redimiéndose aunque solo fuera un poco de todos sus sinsabores.

- ¡Ya estoy en casa! ¡Sal de donde estes escondida, rata traidora!

La voz de Enzo parecía todo menos receptiva. Conocía ese tono de voz. Era el Enzo a punto de montar una pataleta como el niño malcriado que a veces era. Tarek se asomó a la balconada de la gran escalinata.

- ¿Quieres dejar de chillar como una histérica?

- Ah, ahí estás. El que me prometió estar conmigo todo el día en el rodaje –empezó a subir las escaleras de dos en dos.

- No te prometí nada de eso.

- Duncan y tú todo el día de compras y yo con la cara llena de aceite de bebé simulando un monumental orgasmo.

- Enzo, te lo he dicho hasta la saciedad. Las escenas de sexo son lo más tedioso del mundo. 

La gente que participaba en una escena de sexo en un plató aparte de los protagonistas de la misma era contada. El director, el jefe de fotografía, operador de cámara, asistente de dirección, una persona encargada de vestuario y maquillaje y el supervisor y coordinador de intimidad. La persona encargada de  coordinar lo que se enseñaba y cómo. Y en medio de todos ellos, que parecían una pandilla pero que en realidad era lo mínimo que podía estar en una escena de ese tipo, el bueno de Tarek intentando aguantarse la risa. No pudo soportarlo mucho tiempo.

- Y además me estaba dando la risa floja viéndote ese calcetín tapando tu maravilloso pene.

- No lo intentes arreglar ahora. Eres el peor marido de cuantos existen. Esto no va así. En lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad. Ahí también entra en las escenas de sexo.

- Pareces agotado de tanto follar, ya lo veo. Y con muy mala leche.

- ¡Taron! Súbeme a la habitación mi taza de té, por favor. No estoy de broma, mamonazo.

- Enzo, yo no te podía aportar nada en el set.

- Claro que sí. Yo te necesitaba allí y me fallaste. Me producen mucho estrés esas escenas. Te lo he dicho mil veces. Y por supuesto, has estado de compras y no me has comprado absolutamente nada.

Tarek le miró sin pestañear como si no fuera con él aquella bronca.

- ¿Qué es eso? O son tus tripas o eso es un maullido. Qué coño...

Enzo fue corriendo al otro lado de la enorme habitación, en la zona de vestidores, guiado por los familiares sonidos. Y descubrió la cesta con el precioso gato gris ceniza saliendo de ella con cautela. Tarek le siguió un poco a distancia y oyó encantado su algarabía y sus grititos de júbilo.

- Dime que esta belleza es para mí –se acercó a él con el gato en brazos.

- ¿No decías que no te había comprado nada?

MR BAD GUYWhere stories live. Discover now