I WANT IT ALL

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Tarek apenas llevaba durmiendo dos horas cuando le despertó Taron. En principio no sabía ni donde se encontraba. Tras unos segundos y un acuciante dolor de cabeza, recordó que estaba en Munich y los excesos de la noche anterior.

- Acaba de llamar Enzo. Despierta –se subió a la cama dándole un beso en los labios riendo.

- ¿Qué demonios haces? –le empujó con el ceño fruncido.

- Enzo me ha dicho que te de un beso de buenos días de su parte. Yo solo obedezco.

- Oh, por el amor de Dios. Solo he dormido dos horas. ¿Qué tripa se le ha roto ahora?

- Tarek, tenemos que ir a buscarlo a casa de Leoni.

- ¿Qué hace allí?

- No lo sé. No hago tantas preguntas como tú, querido.

- No me voy a mover de esta cama, Taron. Estoy reventado –dijo dando media vuelta encogiéndose en posición fetal.

- Vamos, no seas rencoroso. Se muere por verte.

- No me pienso someter a sus caprichos de diva. Si quiere verme tendrá que venir aquí.

- ¿Quieres un consejo? Yo fui su novio durante un año. Era igual de digno y orgulloso que tú pero al final eso no lleva a ningún lado. Solo a haceros daño uno al otro. Con Enzo va así, o te sometes a sus caprichos o te largas.

- ¿Eso es un ultimátum? Pues yo me largo, bonito. Yo me largo. No tengo ningún problema.

- Le noté algo raro en la voz. Parecía muy triste. Vamos, es un paseo a pie. Nos vendrá bien el aire matutino.

- Encima andando.

- Venga, perezoso. Yo he dormido las mismas horas que tú.

- ¿Sabes que se puede quitar el sonido del móvil?

- Duncan y yo estamos al servicio de Enzo las 24 horas del día. No tenemos horario.

- Pues tenéis una mierda de trabajo.

- Levanta. Le dije que en media hora llegaríamos.

- Siempre se sale con la suya.

- Bienvenido al universo Efseryan.

Enzo les esperó en el portal y cuando vio llegar a Tarek se le encogió el estómago. Con la cabeza mirando al suelo, las manos en los bolsillos y hasta los hombros hundidos. Iba unos pasos por detrás de Taron. A Enzo le sobrevino un instinto maternal y al mismo tiempo un deseo de tirársele ahí mismo. Una mezcla explosiva que solo él podía causarle.

- Oh, cariño. Tienes mala cara. ¿Te ocurre algo?

- Vete a tomar por culo.

- Estás siendo innecesariamente grosero.

- Me importa una puta mierda.

- Ahora no pienso hablar contigo de nada. Es imposible razonar.

- No hay mucho sobre lo que razonar, me temo.

- Taron, Leoni me ha hablado de una tienda de mascotas no muy lejos de aquí. Me gustaría comprar algunas cosas para los niños. Vamos.

Los niños eran sus gatos, por supuesto. Enzo ignoró adrede a Tarek durante toda la visita a la tienda, que como solía ser el caso en Enzo se convirtió en una orgía de compras. Tarek pidió al dueño que le dejara coger uno de los gatitos en brazos. Por suerte se defendió en su nulo alemán. Al verle con el gatito en brazos refrenó sus inmensas ganas de unirse a ellos y tomó a Taron de mensajero. Este se acercó a Tarek.

MR BAD GUYWhere stories live. Discover now