YOU TAKE MY BREATH AWAY

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De nuevo regresaba a Munich. Parecía que habían pasado siglos desde que dejó la ciudad alemana. Le recibió un paisaje nevado y Leoni subiéndose a su cintura de un salto en el aeropuerto. La había invitado a su cumpleaños en Los Angeles pero no pudo acudir. Enzo pretendía que aquel encuentro también sirviera para que Pauline y ella limaran asperezas y pudieran ser amigas. Enzo odiaba los conflictos. La amistad era lo mejor del mundo.

- Te eché de menos, querida –la dijo sinceramente-. En el futuro espero que no faltes a ninguno más de mis cumpleaños.

- Vamos a casa. Te he preparado los spätzle suabos que a ti te gustan.

- Oh, mi amor. No me mimes tanto o no habrá quien me soporte. Mira, te presento a Taron. El es ahora mi chef y mi segundo asistente. Taron, esta es Leoni. La mujer más hermosa de toda Alemania. Podeis hablar de spätzle por el camino.

Un vértigo gigantesco subió por su entrepierna cuando piso aquel ascensor. No se lo había pensado dos veces al aceptar la invitación de Leoni a pesar de estar muy cansado por el viaje. Quería tropezarse de nuevo a Lars. Lo quería encontrar con toda el alma.

En aquellos meses separados había ocurrido algo insólito en su vida. No había vuelto a tener nadie dentro de él desde Lars. Jugueteos, cenas, tonteos y la negativa en redondo a pasar a mayores. Cuando lo pensaba fríamente no se comprendía. ¿Por qué debía guardarle esa fidelidad estúpida?

Leoni era su nexo de unión aunque Enzo la vendió la moto de que acabaron bastante mal y no querían saber nada uno del otro.

Recibió invitaciones a un concierto de Eisbrecher en la Casa de las culturas mundiales. A través de Leoni que estaba muy bien relacionada con el panorama musical de la zona solían tener muchas oportunidades así. El prefería eventos tales como el ballet o la opera y no le entusiasmaban los conciertos de rock pero no solía ser maleducado con las invitaciones.

Acudió junto a Leoni, Taron y Duncan y varios "satélites" de su séquito. Eisbrecher era una banda de seis miembros. Una banda nueva aunque varios de sus componentes venían de otros grupos. La idiosincrasia de esta banda era algo particular. Según Leoni que era una entusiasta de su música la intención de sus letras era profundizar en los rincones más íntimos del corazón humano, donde las pasiones y sentimientos estaban congelados. Donde nadie se atrevía a buscar nunca, y un lugar donde, en definitiva, hacía frío.

El solista era bastante pintoresco. Vestía sobrio, todo de negro. Tenía la cabeza como una bola de billar y se ponía a cantar la mayor parte de la primera canción Mein Blut, de rodillas. Su sonido al principio era casi religioso con ritmos disco y luego se convertía en algo más duro, metálico. Hablaba de una mujer que estaba atraída por un hombre pero estaba tan metida en religión que se olvidaba de llevar su propia vida. El deseaba poder ser su Salvador y derramar su sangre por ella.

En fin, no había empezado el concierto y Enzo ya quería que terminara. Taron cabeceaba entusiasmado con esa música, al igual que Leoni. Duncan ya había ligado.

Entonces le vio. No había posibilidad de equivocación. Lars destacaba entre la marabunta de vestimentas negras como un rayo de sol entre nubes de tormenta. Escuchaba la música con atención, bailando. Le observó mucho rato en esa posición privilegiada que le permitía ver sin ser visto. Vestía una camiseta blanca que se ajustaba deliciosamente a sus pectorales en la que se leía en letras muy grandes Love. Los vaqueros le quedaban como siempre espectaculares. ¿Era posible que estuviera perdiendo todo el dominio sobre si mismo? Quería acercarse a él pero decidió seguir atento al concierto que no le interesaba lo más mínimo.

Cuando acabó vio como Lars se acercaba a Leoni y se saludaban efusivamente, como siempre. Luego dedicó a Enzo una sonrisa ligera, no muy amplia y resplandeciente.

MR BAD GUYWhere stories live. Discover now