CRAZY LITTLE THING CALLED LOVE

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Enzo no se podía creer que hubiera reconquistado de nuevo a aquel ser angelical que le había vuelto del revés como un calcetín. Por suerte para él siempre tenía amigos fieles a su alrededor que le recordaban lo mucho que le querían. Taron se había convertido casi como un hermano para él y se solían contar todo y pedirse consejo. Actualmente Taron se había vuelto a enamorar después de varias relaciones más o menos insustanciales y fallidas. Parecía que no tenía mucha suerte con los hombres británicos. Llevaba unos meses con un azafato de vuelo espectacular nacido en Brighton que le hacía feliz y necesitaba la bendición de Enzo.

- Traele a comer un día, cariño. Quiero conocerle.

Taron necesitaba que le conociera pero también temía su valoración. Solía ser implacable con sus análisis. Aquellos ojazos lo analizaban todo y apenas te dabas cuenta de que lo hacía. Asimismo sabía que si no le agradaba, se lo comunicaría sin dudarlo. Esperaba su veredicto, nervioso.

- ¿Qué te parece?

- ¿Te hace feliz?

Oh Dios, Enzo contestando a una pregunta con otra pregunta. Taron balbuceó:

- Mucho.

- Entonces a mi también. Pero tráele en otra ocasión a tomar el té. Hoy había mucha gente.

Las reglas en el hogar Efseryan seguían siendo estrictas. Los novios de Duncan y Taron no podían vivir allí. Por mucho espacio que hubiera no justificaba que trajeran sus rollos a su casa. Sus relaciones trascurrían fuera de su entorno de trabajo. Era un modo difícil de mantener relaciones estables. Duncan había tenido un par de novios serios solo durante el tiempo que trabajaba para Enzo y siempre llegaba el momento de la ruptura. Sus vidas profesionales y personales no eran las habituales y no todos los hombres lo entendían. Sus vidas estaban dedicadas a cuidar de Enzo en todos los aspectos y eso conllevaba un trabajo de 24 horas. Se les exigía máxima responsabilidad y discreción, en contrapartida Enzo era un jefe exigente pero generoso. Sus vacaciones eran las que él disfrutaba pero en el caso de Taron siempre fue especialmente comprensivo. Como toda su familia vivía en Estados Unidos, dos o tres veces al año le solía dar 20 días para viajar allí, coincidiendo casi siempre con sus propios viajes a América.

Enzo se había convertido por propio derecho en una gran estrella de cine y se le reclamaba en muchos eventos. Sobre todo los relacionados con la moda, algo a lo que era muy aficionado. Esta vez acudió junto a Tarek a un desfile benéfico en el cual desfilaría vestido de novio junto a la modelo Tara McCavoy. Formaban una pareja espléndida. Ella pelirroja con aquella mata de pelo rizado y él moreno y exótico. Ambos desfilaron para los hermanos Hewson. Enzo parecía un príncipe de cuento; descalzo, con una chaqueta militar y un pantalón de vestir negro muy sencillo cuyo toque era el fajín blanco enmarcando su bonita cintura. El vestido de la novia era espectacularmente rococó en color crema y un mar de volantes y pliegues superpuestos. Después de desfilar de la mano y besarse sin parar para los flashes de los fotógrafos flanqueados de unos niños vestidos de pajes, Enzo se puso a tirar al público los alhelís del ramo anárquicamente. Tarek estaba como siempre en un buen lugar pero discreto haciendo fotos con su cámara. En la era de los móviles en la que todos eran cámaras andantes, Tarek aún solía cargar con su Nikon profesional para muchas cosas. Y solía hacer fotos de concurso. Había aprendido mucho de sus compañeros de trabajo fotógrafos.

En la fiesta posterior al desfile apenas estuvo con él. Enzo de vez en cuando le mandaba besitos, coqueto. Pero a pesar de que Tarek era mucho menos celoso que él, llegó un punto en que no pudo soportar sus devaneos delante de sus narices. Enzo siempre estaba rodeado de gente y solía ser un mal menor acompañarle a eventos. Lo soportaba porque Enzo siempre se empeñaba en que fuera con él pero apenas estaban juntos nunca. Eso lo podía tolerar e intentar socializar en lo posible con gente que en muchos casos no le interesaba en absoluto. Pero que delante de sus narices se pusiera a ligar con otro fue demasiado. Se contuvo de montarle una escena allí pero en el coche de vuelta a casa se despachó a gusto.

MR BAD GUYحيث تعيش القصص. اكتشف الآن