GUILT STAINS ON MY PILLOW

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Tarek trabajaba a contrarreloj en el jardín cada día, hiciera el tiempo que hiciera. Llegó a trabajar entre copos de nieve y temperaturas extremas. Su intención era dejar a punto el jardín para irse una temporada fuera de Marygold Alley.

Por suerte para él, Enzo la mayor parte del tiempo salía a diferentes eventos o simplemente a orgías de compras. Lo cual le proporcionaba muchas horas fuera y un respiro para Tarek. Pero lo peor era cuando estaba en casa ocioso. Por mucho que se refugiara a trabajar durante horas en el jardín, sabía que su marido estaba allí. Que se comportaban como dos perfectos desconocidos uno con el otro, que ni se miraban a la cara. La situación era insostenible.

Chris menudeaba cada vez más por Marygold Alley. Por supuesto acudía junto a muchos otros amigos de Enzo como Mark Sandler, Tim Sherman o Desmond. Enzo quería hacer ver a Tarek que Chris era parte de su vida como los demás y que no iba a renunciar a él.

Algunas de esas cenas o comidas eran un respiro de aire puro para Tarek en aquel ambiente hogareño tan enrarecido. Si Mark acudía con sus hijos ya le salvaban porque no hacía otra cosa que jugar con ellos al igual que cuando venía Pauline con Charlotte. Se le daba muy mal fingir y confiaba en que ninguno de aquellos cotillas se percatara del evidente distanciamiento entre ambos. Por supuesto cuando Chris se encontraba entre los invitados, que cada vez era con más frecuencia, Tarek se convertía en un guerrero samurái. Es decir, hablaba muy poco y observaba mucho. Disfrazaba sus celos salvajes de asertividad, de tal modo que Enzo nunca tuviera que temer un berrinche de su parte. Tarek era demasiado decoroso para someterle a una escena delante de sus amigos. Pero no podía evitar pensar que las visitas cada vez más asiduas de "su rival" eran un pulso que Enzo mantenía con él.

Cuando decidía ir a algún sitio siempre daba por hecho que Tarek no iba a acompañarle. Clubes, fiestas varias, teatro, ópera, cenas o comidas fuera de casa. Enzo se acicalaba y se iba sin más para no recibir su seca negativa. Por eso cuando en un calentón de los suyos decidió irse un fin de semana a Tenerife, le dejó de piedra cuando le preguntó cuando pensaba hacer las maletas para irse al aeropuerto.

- ¿Quieres moverte? Vamos a llegar tarde y esta vez no será mi culpa.

Se colocó delante de él frente al televisor encendido. Tarek estaba recostado con una manta de gatos sobre él y debió mirarle como si fuera un extraterrestre.

- ¿Adonde se supone que tengo que ir?

- Oh, no te hagas el tonto. Lo sabes muy bien. Estabas ahí cuando planeamos el fin de semana ¿no?

- El estar ahí no me convierte en partícipe de nada y lo sabes muy bien. Aparta de la tele y respeta mi espacio.

Enzo siguió sin moverse, de brazos cruzados ante él.

- Métete un par de bañadores, unos calzoncillos y unas camisetas. Con eso será suficiente para el fin de semana. O no lleves nada. Podemos pasarnos los tres días en pelotas. Según Internet hace un tiempo espectacular.

- ¿Así pretendes arreglar las cosas entre nosotros? ¿Imponiéndome un viaje que no me apetece hacer y una compañía que no quiero disfrutar?

- Quizá necesitemos un cambio de aires para resetearnos. ¿O qué?

- Ya solo te falta sugerir que Chris, tú y yo hagamos un trío.

- Bueno, todo es negociable. No sería el primer trío de mi vida –miró juguetón al techo con gesto fingidamente concentrado.

 No sería el primer trío de mi vida –miró juguetón al techo con gesto fingidamente concentrado

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MR BAD GUYWhere stories live. Discover now