MR BAD GUY

I CAN'T LIVE WITH YOU (I CAN'T LIVE WITHOUT YOU)

La situación que se desencadenó en los siguientes días fue curiosa y a ratos esperpéntica. Para todo su entorno estaba claro que el matrimonio había tenido una trifulca de las gordas. La última vez que Tarek huyo despavorido de Marygold Alley fue cuando Enzo le echó poco antes de pedirle en matrimonio. Tarek se quedó ese tiempo con sus padres y para tranquilizarlos alegó que Enzo necesitaba mucha concentración antes de la segunda parte del rodaje. La misma noche de la pelea llamó a Duncan para advertirle que anduviera pendiente de él porque se había empapado y tras superar una neumonía aún debían estar alertas. Estaba dolido y enfadado con su marido pero siempre tenía presente su enfermedad.

- ¿Lo normal no sería que tú estuvieras aquí cuidando de él?

- ¿Qué le pasa? ¿Está malo?

- Está estupendamente. Se encuentra sepultado en un mar de espuma caliente ahora. Estaré pendiente, no te preocupes.

Tarek ya se estaba imaginando a Enzo chapoteando despreocupado en su adorado jacuzzi sin dedicarle ni un solo pensamiento.

- ¿Qué os pasa ahora? ¿Qué puede ser tan grave como para que estéis separados? Enzo no suelta prenda.

- No te preocupes, Duncan. Procura estar pendiente de si tose esta noche. Y que no se olvide de tomar la medicación...

- Que si, descuida.

Enzo nunca había visto a Tarek tan irracionalmente celoso. Mientras se relajaba en la bañera, sintió unas irremediables ganas de llamarle implorándole que volviera. Era tan difícil ponerle celoso que ese ataque inusitado alimentó muchísimo su ego. Pero al mismo tiempo se veía en la necesidad de castigarle por esa intromisión entre Chris y él. La relación que habían tenido había sido una época de su vida determinante para el Enzo de los siguientes años. Con todo lo bueno y lo malo que ella le acarreó. Siempre había atesorado esos recuerdos como algo muy íntimo y preciado. Se veía incapaz de compartir con Tarek todo lo que había sucedido en Los Angeles. Se decía a sí mismo que podía estar tranquilo, que no le había sido infiel. Pero quizá hubiera muchos modos distintos de ser infiel que no pasaban forzosamente por mantener relaciones sexuales.

- ¡Tito! ¡Tito!

Charlotte irrumpió alegremente a la carrera en el baño mientras Pauline corría tras ella sin conseguir pillarla a tiempo.

- Charlotte, ¿cuántas veces te he dicho que se llama a las puertas antes de entrar? –la regañó.

- Ven, mi amor. Tú puedes entrar cuando quieras y como quieras –Enzo frunció los labios esperando el beso de la niña que se puso de puntillas para alcanzar su bigote lleno de espuma.

- Eso, tú dila eso –rezongó Pauline.

- ¿Y tú no me vas a dar un beso? –pidió Enzo.

- ¿Estás bien? –dijo besándole mientras Enzo asentía distraído.

- ¿Dónde está tío Tarek? –le preguntó Charlotte-. ¿Esta en el jardín?

- No, princesa.

Enzo lanzó a Pauline una mirada significativa y ya se dio por enterada de que algo pasaba.

- Me dijo que me iba a hacer una guirnalda de flores.

- Y claro que te la va a hacer. Cuando vuelva.

- ¿Dónde está?

- Se fue de viaje pero enseguida volverá. ¿Es que a mi no me quieres? –teatralizó un puchero ante la mirada chispeante de la niña.