LIVING ON MY OWN

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La voz de Enzo fue un descubrimiento en la industria del cine. A raíz de aquel maravilloso y laureado musical con el director eslovaco, había recibido numerosas ofertas para colaborar con su voz. En este momento particular de su vida en el cual debía poner especial énfasis en acrecentar su cuerpo de linfocitos T cd4, le venían muy bien este tipo de ofertas de trabajo. No podía permitirse no trabajar, era demasiado hiperactivo. Pero la exigencia de un rodaje se mostraba ahora contraproducente. Había tenido muchas discusiones con Joanna, su agente y con Pauline sobre este tema. De momento era necesario relajar su agenda y estos proyectos eran igualmente enriquecedores y no le exigían tantas fuerzas.

Aunque la música que a Enzo le fascinaba básicamente era la ópera y se manifestaba un completo analfabeto en el panorama musical actual, Tarek era muy culpable de inculcarle cada vez más el gusto por la música pop y rock.

Tarek era muy fan de la joven artista británica Adele y se entusiasmó cuando le contó la oferta que había recibido.

- ¿Bromeas? ¿Te estás planteando considerar cantar junto a Adele?

- ¿Quién es?

- Es la número 1 indiscutible en Reino Unido. Mira, escucha Rolling in the deep.

Al final se tuvo que escuchar todos sus discos y acabó dando la razón a Tarek sobre su portentosa voz. Enzo dio luz verde al proyecto en parte por el entusiasmo de Tarek.

Primero hubo una reunión previa de Pauline con el manager de Adele y luego una toma de contacto entre ambos artistas. Hubo conexión entre ambos y Tarek pudo tener su foto junto a Adele, como un fan más.

El proyecto consistía en grabar una canción para la banda sonora de la última película del actor cómico Adam Anderson.  Al principio estuvieron ensayando hasta empezar las sesiones de grabación. A pesar de que Enzo renegaba como un viejo cascarrabias aduciendo que siempre ideaban canciones para joder su bonita voz, fue todo un profesional como solía. Tarek le acompañaba siempre. Le fascinaba observarle cantar porque adoraba su voz. Pero las grabaciones eran muy tediosas porque Enzo era una persona en extremo perfeccionista. 

Al final las jornadas se dilataban y Tarek bajaba a la cocina de los estudios a pasar el rato con Marta, una de las empleadas

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Al final las jornadas se dilataban y Tarek bajaba a la cocina de los estudios a pasar el rato con Marta, una de las empleadas. Primero empezaron con una copita de vino, le siguió una segunda hasta que dieron buena cuenta de la botella.

- Estás aquí –le dijo Carl asomando su rubicunda cara por la puerta-. Enzo estaba preguntando donde te habías metido. Quiere irse ya.

- Pues que espere. Yo todavía no estoy listo para irme.

Lo normal era que Tarek esperaba hasta desesperar y en cuestión de segundos Enzo decidía que era hora de irse y la maquinaria se ponía en marcha. El sí podía esperar lo que le echaran pero Enzo no iba a esperar. En aquella ocasión Tarek decidió que bien podía esperarle a él para variar.

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora