- Hasta ese entonces nosotros ya estaremos definitivamente unidos. Podríamos formar una propia familia tú, y yo, y...

- Sería bueno tener un gato. - me apresuré a decir con entusiasmo.- Sería como tener un hijo, sólo que menos molesto y más independiente.

- Claro. Al principio podríamos tener un gato para comenzar, pero luego... Sería muy agradable poder tener un verdadero hijo nuestro. Siempre he soñado con tener mi propia familia a la cual amar, cuidar, y proporcionar todo lo que yo siempre desee tener.

Al principio mientras lo oía hablar sentí terrible pánico. Estuve a punto de mandarlo a trabajar a esa maldita fábrica, negándome a continuar oyendo tal cosa; pero luego sentí que mi corazón se hizo pedazos por él. Realmente desea tener una familia con niños y toda esa cursilería que desean los seres humanos por naturaleza, pero existe una enorme probabilidad de que yo no pueda otorgarle todo eso... Existe una enorme posibilidad que, después de todo lo que Zack me ha hecho, yo no pueda tener hijos.

- En un futuro lejano talvez... no lo sé. Puede que lleguemos a comprar más de un gato y los veas como a tus hijos. ¡Ahorraremos en Instituto! Y muchas otras cosas más... ¿No te ibas ya? Dijiste que estarías aquí unos diez minutos más y ya pasaron veinte. Creo que te esperan el la fábrica. -hablé tan rápidamente que ni siquiera yo me pude entender a mí misma. Realmente me pone muy nerviosa tocar ese tema, y aún más si tengo que ve esa luz chispeante en sus ojos soñadores que anhelan fervientemente un futuro así... Tengo cinco años para convencerlo de que los niños son una plaga.

- ¿Me estás corriendo? Hace un instante peleabas por no querer dejarme ir. - Me observó extrañado y yo negué enérgicamente con la cabeza.

- Lo he pensado bien y realmente necesito ropa interior nueva. He notado que me molesta enormemente tener que ir a trabajar a la biblioteca sin bracier o sin bragas por no tener tiempo para secarlos completamente, y cuando usó tus camisas tan grandes me siento gorda. -mentí simplemente para justificarme, y él se limitó a reír un poco sin gracia. Le resultaba bastante extraño mi comportamiento, pero prefiero que piense que no me está otorgando todo lo que necesito antes que se de cuenta de que, por mi culpa, jamás podrá ser completamente feliz obteniendo lo que siempre ha anhelado tener.

- Intentaré conseguir el dinero hoy mismo para comprarte lo que necesitas, Reina. -depositó un beso sobre mí mejilla y se puso de pie saliendo de la cama.- O puede que él fin de semana por la tarde te acompañe para que puedas escoger tú misma un buen conjunto para lucir en la noche. - me guiñó un ojo divertido.- Tengo en mente una interesante velada para los dos, y a ti con un adorable conjunto rojo que me gustaría admirar en la realidad.

- Vete de una ves por todas, pervertido. - Le lancé una almohada a la cara mientras me cubría bien con las sábanas hasta el cuello, fingiendo ser inocente cuando en realidad yo soy mucho peor que él.- No me probaré nada frente a ti en una tienda de lencería.

- Nunca dije que me lo mostraras en la tienda, pero sí tú lo deseas...

- Ya vete y déjame dormir. -le di la espalda por un instante y él se acercó nuevamente a mí para besar mí mejilla una ves más antes de comenzar a vestirse para salir e ir a trabajar.

Recordando sus palabras de hace un momento... ¿Yo, como madre? ¡Dios no lo quiera! Si pudiese existir la leve posibilidad de que yo sí puedo tener hijos... ¿Qué tal si llegaran a heredar mí locura, mis nervios o [peor aún] mis poderes? Ese mismo año yo tendré que ser nominada como el ser más perverso en todo el universo por traer a una criatura preciosa e inocente al mundo para sufrir de igual o peor manera que nosotros. ¿Qué pasará si Zack se entera y desea hacerle daño? ¿Qué pasará si la revolución estalla en ese tiempo y nos separan a todos? Existen muchas opciones y diversas posibilidades de trágicos futuros; ninguno de ellos es bueno.

Es una locura total. Sé que Edmund siempre ha deseado sentir lo que es recibir el amor y él apoyo de toda una familia; él anhela ser el padre que nunca tuvo. Pero no sabemos si los tiempos mejorarán o empeorarán para los nuestros. Vivir ocultos podría ser sencillo para nosotros porque estamos acostumbrados y sabemos cómo hacerlo bien, pero no para un niño.

Otra de las razones por las cuales creo que adoptar un gato es mucho más conveniente...

Logré conciliar el sueño nuevamente, pero solamente dormí una hora y media y me tuve que levantar para preparar el desayuno que compartiré conmigo misma. Sin siquiera tomarme la molestia de vestirme, fui a la cocina y puse a calentar agua para té mientras preparaba tostadas con queso.

Mientras esperaba que él agua llegara a punto de ebullición, me senté sobre el sofá para chequear un poco los cuadernos de Edmund. Me fascina leer su manera de escribir, aún que su letra es bastante difícil de comprender; no es como la de un doctor, sino como la de un niño de 7 años. No lo critico, ya que mi caligrafía tampoco es perfecta.

No existe nada más agradable que leer razonamientos coherentes escritos con perfecta ortografía. Recuerdo que siempre me molestaba con mi hermana por su manera de escribir, me disgustan las abreviaturas, y siempre acabábamos peleando por eso. Aún no me cabe en la cabeza cuál era su problema... La extraño. A veces me pregunto qué será de su vida y la de mis padres. Posiblemente todos hayan logrado prosperar enormemente, porque sin mí ya no tenían la carga con la cual lidiar. Eso me hace pensar que... alguna ves podría tomarme el tiempo de buscarlos. Ya soy mayor y puedo manejarme sola, lo cual significa que yo ya no soy su responsabilidad. Dudo que les moleste volver a verme... creo.

Espero que ellos también me recuerden de la misma manera...

En fin; me puse de pie para apagar el agua ya lista, y me dispuse a preparar las tostadas antes junto con el té dentro de la tetera de porcelana, pero unos cuantos toques en la puerta de entrada llamaron mí atención. Dejé el agua de lado y corrí rápidamente a la habitación para vestirme como es debido; me puse la camisa que tenía ya puesta, él único pantalón recto y él único par de zapatos que me obsequiaron; y los golpes comenzaron a insistir con mayor fuerza cada ves. Por un momento dude en abrir, pero luego recordé que tengo la energía suficiente en mi sistema como para defenderme de más de una persona y coloqué mí mano sobre el picaporte para poder hacerlo de una ves por todas...

Offenbarung 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora