Capítulo 2 A.

2.9K 265 57
                                    

- Muy bien, comencemos -dijo Zack mientras me conducía por entre todos esos extraños aparatos de ejercicio en el gimnasio. Jamás en mi vida había entrado a uno, no porque no pudiera sino porque no quise- No pienses que tendrás que hacer esto por complacer un simple capricho de mi parte. La agilidad te servirá de mucho al momento de defenderte, habrán situaciones a las que deberás enfrentarte y no podrás utilizar tus poderes, tendrás que usar la fuerza y la estrategia. La tecnología ha avanzado y aún tú con tu sorprendente poder indestructible puedes convertirte en el ser mas vulnerable del universo, a menos que prestes mucha atención a lo que te voy a enseñar ahora mismo. ¿Sabes para qué sirven todos estos aparatos?.

-... Si digo que no ¿Te reirás de mí? -pregunté y él elevó una ceja.

- No -respondió seriamente.

- Okey, entonces te diré que no tengo ni la más mínima idea. Creo que lo único que puedo identificar son la bicicleta fija porque la he visto en una película -confesé y él me miró extrañado, seguramente soy la primer tonta que confiesa algo así pero prefiero ver su expresión extrañada a tener que soportar burlas por mi ignorancia.

- No importa, yo me encargaré de instruirte. Todas las mañanas vas a cumplir con una rutina que yo mismo organicé para ti y la he colocado en distintos sectores de la casa para que jamás cometas el error de saltarte una. ¿Okey?.

- Supongo...

- Excelente. Despertarás temprano exactamente todas las mañanas a las 6:00 para desayunar exactamente lo mismo que yo, sin excepciones. A las 7:00 vendrás conmigo hasta aquí y cumplirás con una rutina de 4 horas con descansos de 10 minutos cada 50 minutos. Al acabar de entrenar deberás ducharte y vestir con ropa cómoda, la que tú desees, yo me encargaré de conseguir lo que sea que te haga falta así que jamás dudes en solicitarme lo que necesites. Almorzaremos juntos exactamente a las 12:00 hrs del medio día hasta las 12:30, que es el momento en el cuál deberás acompañarme a la biblioteca. Para aprender a dominar tus poderes, primero debes conocerlos, y es por eso que todos los días te entregaré un par de los tantos libros que se encuentran en dicha habitación. Los deberás leer, estudiar y comprender hasta las 7:00 hrs de la tarde, que es cuando ambos cenaremos juntos mientras yo me tomo el trabajo de explicarte y/o ayudarte a comprender cuál es la relación que hay entre tú y aquellos temas. Yo tengo asuntos muy importantes que atender todos los días sin excepciones entre las 1 P.M. y 6:40 hrs P.M., y de las 8:00 hrs P.M. hasta las 3:00 hrs de la madrugada. Espero que tú sepas que durante esos momentos de mi ausencia tendrás que continuar estudiando, y en caso de que llegaras a acabar tus libros supongo que podrías comenzar algún otro por si deseas adelantarte. ¿Alguna duda?.

... Me quedé observándolo por un momento y estoy intentando pensar con claridad mis palabras para no sonar como una tonta. Su organización es sorprendente y está demente. ¿Realmente éramos amigos? ¿Cómo pude llegar a ser amiga de un obsesionado controlador como él?. No importa, lo importante es que por lo menos no es un aprovechado abusador que a todo momento intenta conquistarme.

- Dijiste que mis horarios se encontraban por toda la casa ¿Cierto? -quise saber y él asintió levemente. ¡Que alivio! Porque eso fue lo único que escuché de todo lo que me dijo, creo que estaba muy entretenida observando la argolla de oro que tiene en su lóbulo izquierdo- Muy bien, supongo que podemos comenzar... Aún que creo que es mi deber advertirte que no acostumbro entrenar o hacer demasiado esfuerzo físico, no que yo recuerde...

- Descuida, no es la primera ves que oigo eso venir de ti. ¿No te sientes levemente abrumada por mi exigente organización? Si quieres podría reorganizarlo todo y...

- Hmmm creo que ya te has esmerado bastante al preparar esta, calculando y reacomodando tus horarios así que mejor dejémoslo así. Creo que podré adaptarme, es lo mínimo que debo hacer después de todo lo que estás haciendo por mí a pesar de que no tengo idea de quién eres -me encogí de hombros y él sonrió levemente.

Offenbarung 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora