Capítulo 35

1.2K 162 7
                                    

Ser la cabeza de esta nueva "Resistencia" ha resultado ser mucho más difícil de lo que pensaba. Todos confían en que pronto lograré idear un plan totalmente sorprendente que nos librará de una ves por toda de la gran amenaza actual, pero no tengo nada. Mi mente se encuentra totalmente en blanco, y Gemma quería que la misma noche que llegué diera uno de mis "sorprendentes discursos motivacionales" (según ella); no puedo dar la cara ante ellos hasta no tener realmente un plan. Ni siquiera sé si yo realmente estoy tan motivada como para compartir mí "ánimo" con los demás. Por ello me encerré en una de las habitaciones del último piso y decidí que no iba a salir de allí hasta que se me ocurriera realmente algo inteligente o útil para exponer ante todos ellos. Zack continúa sin dar rastro, al igual que Edmund.

Es probable que esa sea realmente la razón por la cual no me siento completamente motivada. Me duele darme cuenta de que él realmente no ha venido por tras de mí, porque eso me hace pensar que no le importo. Comprendo que, después de todo por lo que ha pasado, no se sienta realmente capaz de ser útil y/o alguien esencial para esta Causa; pero creo que debería darse cuenta de que esto realmente afecta nuestro futuro y el de todos nuestros amigos.

Es estúpido pensar que podremos vivir ocultos y adaptarnos a los cambios tan radicales que seguramente habrán si Zack revela nuestra existencia de la forma que planea hacerlo; no que hoy tenemos que soportar, será menos que nada en su comparación.

Estaba sentada sobre un viejo sillón gastado y sucio cubierto por una manta para evitar que su suciedad tuviera contacto con mi ropa, y este se encontraba junto a una ventana que tenía una agradable vista hacia un maldito callejón. Sentada, me esforzaba por organizar mis pensamientos y prioridades en silencio. Han pasado ya veintiséis horas desde que llegué a este lugar, y todos los hombres y mujeres que han decidido apoyar esta Causa aún no han llegado a oír ni una sola palabra de consuelo de mí parte.

Cierro mis ojos y puedo oír, sentir y percibir cada elemento o ser humano que habita la enorme ciudad, pero mi bloqueo mental probablemente también está afectando está capacidad. Hay ciertos lugares que no logro ver, y probablemente esos lugares podrían llegar a delatar los cautelosos movimientos de Zack.

Se me ocurrió salir [milagrosamente] de la habitación e ir a la terraza, porque quizás la altura pueda servir de algo para expandir mi panorama. Salí cautelosamente y subiendo las viejas escaleras logré llegar al exterior, pero... Creo que no he sido la única con la idea de subir aquí para "tomar aire". T.J. se encontraba allí, apoyado en el borde, observando la ciudad detenidamente. ¿Será que Gemma lo ha puesto de guardia está noche?

Lentamente me fui acercando a él con paso dudoso y un poco incómodo, ya que no he aparecido en todo el día. En un instante pensé que lo mejor sería volver a la habitación y salir de allí para evitar la vergüenza de dar la cara después de no haber querido aparecer en todo el santo día; pero él se dio la vuelta rápidamente, pillándome con las manos en la masa.

- Eres tú. - Exclamó sorprendido, y a la ves agradecido. - Pensé que... Podría ser alguien más.

- Sí, bueno... - Caminé lentamente hasta donde estaba él, y me apoyé junto a él sobre la pared que impedía que ambos cayéramos sobre un gran basurero en medio de un callejón oscuro. - Este día ha sido el más largo de toda mi vida, y aún no termina...

- ¿Qué sucede? - Preguntó él con su atractivo acento, y yo di un largo suspiro de agotamiento.

- Demasiadas cosas. Intento encontrarlo por mí misma, pero siento que hay un terrible bloqueo en mi cabeza que me impide ver con claridad. Siento que una nube espesa y gris bloquea mis pensamientos, y todos los demás están esperando por oír que tengo un plan... Gemma se equivocó respecto a mí.

Offenbarung 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora