— ¿Nunca me presenté contigo? Yo creo que sí. –se puso de pie frente a mí presumiendo su altura y me ofreció su mano.– Soy T.J. y procura no volver a olvidarte de mí, linda. –me guiñó un ojo y yo me negué a aceptar su mano. Le saqué la lengua e hice un sonido como el de una flatulencia.

— Me vale un demonio como te llames, P.J.

— T.J. –me corrigió.

— Te dije que me vale. –volví a decir perdiendo la paciencia.– Dile a ese maldito de Hudson que no soporto seguir recibiendo sus malditos mensajes porque no pienso leer ninguno se ellos. –me acerqué a la bandeja que él trajo con mi desayuno y busqué la maldita nota que, al igual que las anteriores, también se encontraba bajo la taza, y se la pegué en la frente. Tuve que retirarme para eso y aún así la maldita no se pegó.

Carajo.

— ¿Cómo sabes tú que los mensajes provienen de él? Pareces demasiado segura. –se burló de mí, haciéndome dudar por un instante pero yo sé que provienen de él. Es un maldito acosador.

— Yo lo sé y punto.

— ¿Estás segura? –volvió a preguntar con una pequeña sonrisa divertida.

— Tú y tus amigos no lograrán burlarse de mí. No me harán dudar de mí misma. –confirmé con total seguridad... por un instante.

— Nadie intenta burlarse de ti. No somos tus enemigos, sino todo lo contrario. Si realmente deseáramos el mal para ti, habríamos permitido que Alberto te durmiera definitivamente. –me dijo y yo lo miré detenidamente.

— ¿Deseáramos? ¿Tú y cuantos más?

— No soy yo solamente. Muchos te conocen y admiran en este lugar, Coraline. No eres cualquier chica ¿Sabes? Es una lástima que hayas olvidado esa parte de tu vida.

Al oírlo hablar yo me quedé congelada. ¿Me conocen y admiran? ¿Porqué? ¿Acaso hice algo importante? Zack jamás mencionó que yo haya logrado algo importante y tampoco me explicó exactamente cómo es que La Resistencia descubrió mi existencia.

Hay tantas cosas inconclusas e historias incompletas...

— Creo que he hablado demasiado. –dijo él planeando retirarse de mí habitación, pero yo lo detuve.

— ¿Tú sabes quién soy yo en realidad? ¿Tú sabes qué fue lo pasó antes de que...

— ¿Antes de que llegaras aquí la primera ves? No. El único que sabe quién eres tú en realidad es Hudson. –me sonrió divertido colocando ambas manos sobre mis hombros y me miró de una manera tierna y comprensiva, como su fuese un amigo de toda la vida.– Si estás comenzando a dudar respecto a todo lo que tu novio ilusionista te ha hecho creer, veo que vas por un muy buen camino. Algunas veces creo que no lo culpo en realidad; si yo fuese tu novio actualmente y supiera que existe alguien más  que sí fue importante en tu vida, haría todo lo posible por borrarlo de tu memoria o convertirlo en el peor monstruo del planeta. Eres demasiado bonita y especial. –apretó una de mis mejillas y se alejó de mí para retirarse de la habitación.

Me quedé parada sin poder reaccionar durante un par de minutos porque el saber todo esto provocó que dentro mi cerebro algunas de mis neuronas explotaran como sí mi sistema estuviese sobrecargado. Obviamente no sucede así de manera literal, pero un dolor punzante apareció e inmediatamente muchas imágenes de extraños recuerdos que Zack me reveló comenzaron a aparecer como si fueran fotografías que aparecían una tras otra frente a mis ojos.

Offenbarung 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora