Maldito.

- No. Es gracias a mis nervios que he sobrevivido a más cosas que...

Cierra la boca, Coraline. No hables de más.

- Ya lo creo...

- Odio este lugar. -dije para mí misma mientras me cruzaba de brazos y los apoyaba sobre en mis rodillas.

Ahora que me doy cuenta, estoy en la cama que él me había mostrado la primera ves pero yo me negué a utilizarla... El muy maldito debió ponerme aquí. Ahora por su jodido culpa no podré volver a dormir en el piso y mantener mi orgullo.

- Escúchame. -murmuró cerca de mí y yo lo miré un poco incómoda por su cercanía.- ¿Quieres salir de esta habitación? Puedo hacer que seas trasladada a una habitación más grande y cómoda...

¡Bingo!. Estamos a punto de obtener lo que quiero...

- No quiero estar cómoda, quiero salir de aquí. -gemí fingiendo ser la pobre alma abatida.

Literalmente soy genial; impresionante; ¡Única!... y debo calmarme.

- ¿Para qué? ¿Para comandar un ataque a la casa blanca?.

... Me pregunto si el presidente de los Estados Unidos será uno de los nuestros. Si un príncipe lo es ¿Porqué no un presidente?.

- ¿Comandar?. No soy general... Aún que admito que eso no suena nada mal pensó un poco y yo rodé los ojos.

- Ya te dije cual era mi propuesta y créeme que estoy siendo demasiado generoso contigo...

- Yo no merezco estar aquí. -respondió bruscamente.

- ¿No? Te infiltraste a las instalaciones ocultas del sector 2 donde esos fenómenos peligrosos se encontraban bajo custodia y mataste a mas de 20 personas inocentes.

Vinti pirsinis inicintis. Maldito hipócrita descarado...

Un momento. ¿Qué fue lo que dijo?.

- Fenómenos peligrosos... -murmuré para mí misma, razonando detenidamente en el significado de ambas palabra.- ¿Fenómenos peligrosos? ¿Yo también soy un "fenómeno"?. ¿Acaso no somos Portentos como ustedes simplemente porque no pensamos igual que ustedes? Soy un "Fenómeno" solamente por querer defenderme.

- Coraline...

No, ahora hablo yo.

- Fuiste muy claro. Mis amigos y yo somos considerados una especie inferior para ustedes los "Portentos"...

- No quise decir eso. Escúchame, yo tampoco estoy de acuerdo con las reglas de este lugar, nadie desea ocultarse del mundo, pero no encerramos a cualquiera sin razón. Los miembros de El Cuerpo te consideran una chica extremadamente peligrosa debido a tu capacidad, jamás podrías ser considerada como alguien inferior, incluso eres mucho más sorprendente e inteligente duque todos ellos.

... Carajo, me escupió un arcoíris en el ojo.

- No conocí lo que era sufrir diabetes hasta que desgraciadamente oí tus últimas palabras.

Offenbarung 3Where stories live. Discover now