Corrí inmediatamente hasta mi habitación y me duché en un instante para tener un poco más se tiempo para escoger mi atuendo y arreglarme, solo que aún no sé qué hacer con este extraño cabello blanco. ¿Aún seguirá de moda tener el cabello de colores? Espero que sí, o de lo contrario llamaré demasiado la atención y no queremos eso.

Me vestí, pinté y arreglé de la manera que Zack quería y finalmente estoy lista. Sé que nos encontramos en un lugar de Reino Unido pero puede que él me lleve a un lugar "diferente", por eso opté por vestir con ropa de media estación, no porque vaya a sentir frío pero se vería muy extraño que saliera usando ropa de playa un día frío y nublado.

Bajé las escaleras tan rápidamente por la emoción, que mis pies se enredaron por culpa de mis tacones y salí disparada en el aire. Por suerte, un par de delgados pero fuertes brazos me sujetaron antes de que callera al suelo.

— Cuidado –me dijo Zack mientras me ayudaba a ponerme de pie.

— De todas formas no me iba a suceder nada –intenté cubrir mi torpeza pero no pudo hacerlo con él. Zack levantó una ceja dudosa y me soltó de inmediato.

— Muy bien. ¿Ya estás lista?.

— Totalmente –asentí recuperando mi entusiasmo– ¿Me veo bien?.

— Deslumbrante, pero me agradaría más si estuviera de buen humor ya que me he dado cuenta de que no desayunaste hoy, y tú sabes lo que pienso respecto a tus incumplimientos a mis horarios.

— En mi defensa, tú también has incumplido a tus propios horarios esta mañana porque: en primer lugar, comenzaste tu rutina sin mí y me abandonaste; y en segundo lugar tampoco desayunaste conmigo –dije apoyando mi dedo índice sobre su pecho y lo empujé. Él me observó inexpresivo durante unos segundos hasta que sonrió levemente y dijo...

— Esta es mi casa, Hermosa. Yo programé esos horarios, lo cual significa que puedo hacer y deshacer lo que se me de la gana, a diferencia de ti.

— ¿Qué quieres decir con eso? –exigí saber sintiéndome un tanto molesta– Yo no soy tu esclava y mucho menos inferior a ti. Creí que...

— No hay tiempo para discusiones –me interrumpió – Tenemos cosas que hacer fuera de aquí y nos encontramos a dos horas de Londres. Vámonos.

Zack me arrastró hacia su garaje, el cual yo no conocí hasta el día de hoy porque jamás se me dio por averiguarlo, y allí pude ver su sexy Roll Royce Phantom plateado. Seguramente es un modelo actualizado.

Ambos subimos al vehículo y la puerta del garaje se abrió automáticamente revelando un fresco y nublado exterior que tanto anhelaba ver. No pude evitar bajar la ventanilla y asomar mi cabeza para admirar la gran entrada de la hermosa casa donde estuve viviendo durante estos últimos meses, la cual me parece sorprendentemente grande y hermosa. No es lo mismo apreciar toda esta belleza desde afuera que por una simple ventana.

Tanto oxigeno me marea pero no me importa, no tengo nada en el estomago que pueda devolver.

— Anoche estuve pensando y tuve una idea muy ocurrente. Para tu primer practica he decidido probarte al extremo a pesar de que no has utilizado tus poderes en mucho tiempo ya que confío en que después de todo lo que has aprendido en los libros sea suficiente para ti, a menos que te haya sobre estimado...

Offenbarung 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora