Offenbarung 3

Capítulo 2 A.

- Soy consiente de ello, es por eso que me complace ser atento contigo. Muy bien Hermosa Coraline, comencemos.

Al principio pensé que Zack era un chico "normal" y tranquilo , pero luego de una semana me di cuenta de que nadie con un hogar tan impecable podría ser así. Obligatoriamente todos los días el me obliga a cumplir con esa torturadora rutina diferente. Le obsesiona demasiado mi estado físico, me ha escrito una lista semanal sobre qué podía comer o cuanto, y otra con una rutina de ejercicios que debo cumplir SIN EXCEPCIONES todas las mañanas. Ahora recuerdo a Soso y cuanto la odiaba década ves que me obligaba a levantarme de la cama para salir a correr pero ahora me arrepiento, Zack es mucho peor, lo que mi hermana me obligaba a hacer no es nada en comparación a lo que él me obliga a hacer. También es un obsesionado por el orden y la limpieza, hasta donde yo recuerdo, siempre he disfrutado tomar una ducha más de una ves al día pero él me obliga a hacerlo 3 veces a un horario determinado porque (según él), así podré estudiar más cómodamente. Durante las comidas él se convierte en mi tutor y me explica un poco sobre cómo controlar mis poderes, se toma el tiempo de darme una breve lección basada en los libros que me obliga a leer en su ausencia. Las únicas veces que no hago caso a sus horarios es cuando debo tomar los descansos de 10 minutos, porque sé que si llegara a hacerlo no podría acabarlos libros hasta su regreso, no es por que me cueste hacerlo, sino porque me gusta tomarme mi tiempo para comprender lo que estoy leyendo, después de todo los temas son aplicados a mí. En un principio pensé que me resultaría tedioso y estresante el tener que leer esos viejos libros de física, pero acabó siendo todo lo contrario. ¡Me fascina! Jamás pensé que yo podría llegar a ser capaz de lograr tantas cosas. Siempre pensé que mi poder era dañar a todo el mundo convirtiéndome en una bomba aniquiladora, pero Zack me ayudó a comprender claramente que no es así...

- Eres el espacio, y si quisieras también podrías dominar el tiempo. ¿Comprendes bien esta parte? Seguro que sí, eres brillante -me dijo con una sonrisa en su rostro mientras almorzábamos en la sala principal.

- Claro, me resultó excitante leer este libro que habla sobre los estados de la materia -dije mientras lo sujetaba con una mano a la altura de mi rostro para poder comer mi spaghetti (carbohidratos sin proteína).

- Entre la página 257 en adelante comienza a explicar detalladamente los distintos tipos de plasma que existen y una ves que los conozcas a todos, podrás descubrir que una gran variedad de características pueden llegar a darle un sentido a muchas de tus "reacciones". Como por ejemplo, abre la página 270 y léela en voz alta para mí.

Hice caso a lo que el dijo y abrí la página en la cual un gran título en negro capturó mi atención: Comparación de las fases Plasma y gas. Al leer una parte de un recuadro comparativo me detuve un momento y comencé a pensar. El plasma está relacionado de cerca con la fase de gas debido a que tampoco posee forma definida o volumen, y una de las diferencias es que el plasma posee conductividad eléctrica y dos componentes que actúan independientemente, lo cual me recuerda a todas las veces que ésta fuerza llegó a ser expulsada independientemente de mí, y al estar compuesto por tres componentes diferentes también reaccionan de diferentes velocidades globales y temperaturas. El calor...

- Ahora todo tiene sentido -murmuré al acabar de leer y él me sonrió ampliamente con sus ojos color miel brillantes de placer.

- Jamás dejas de sorprenderme Coraline. Me enorgulleces.

Pude llegar a notar cierto tono inquietante en su voz y comencé a sentir algo extraño hacia él. ¿Es normal que a un hombre le fascine tanto admirar a alguien inteligente? No estoy presumiendo ni nada de eso, no pretendo decir que soy mejor que Einstein pero cada ves que estoy leyendo frente o para él, su humor y sus ojos cambian al igual que su voz. Durante los entrenamientos es duro y serio pero cuando llega el momento de compartir conocimientos él se transforma...