Extra II

6.9K 509 15
                                    

Título: Papá Grey

POV Anastasia

Estos últimos meses han sido geniales, mis bebés están creciendo y la doctora dice que están muy sanos. Son muy activos y eso a veces es agotador. Christian es feliz sintiéndolos moverse, pero lo único malo, es que los estimula por las noches cuando vuelve del trabajo y ellos no se quieren quedar quietos después. Así que, si mis bebés no me dejan dormir, yo tampoco lo dejo dormir a él. Mi esposo quiere que deje de trabajar y aunque no esté de acuerdo, debo hacerlo. Ya poco puedo caminar sin que me falte el aire, la doctora Green ha dicho que es normal ya que presionan mi diafragma. Eso desespera a Christian, siempre que me quedo sin aire me lleva él mismo en sus brazos, lo cual agradezco. Creo que demoró mucho en ofrecerme una silla de ruedas, la que obviamente no acepté, y accedió a dejar de insistir cuando la doctora le dijo que caminar era lo más sano para mí y para los bebés. A regañadientes, tuvo que desistir a la idea, pero eso ha hecho que tenga más vigilancia, incluso ha sumado a Hannah a su nómina de cuidadores.

Esta mañana, me he despertado con un extraño dolor en la parte superior de mi vientre, el cual está más duro, incluso siento cierta molestia al tocarlo. No le he dicho nada a Christian para no preocuparlo. Esta tarde, al terminar mis pendientes, iré a ver a la doctora Green para que me revise, no creo que esto sea normal. Sé que mi esposo me reñirá por no decirle nada, pero hoy tiene una reunión muy importante, por lo que hoy ha salido cuando yo aún dormía, y la cual estuvo posponiendo por mucho tiempo debido a estar pendiente de nosotros. Al terminar el día se lo diré. Sólo espero que todo vaya bien con mis bebés y que lo que siento, no sea nada malo.

Luego de desayunar, me despido de Gail y bajo en compañía de Sawyer hasta el auto, donde ya nos espera Reynolds. Llego a GP luego de quince minutos y debo dar todo de mí para no hacer ningún gesto de dolor y terminen llamando a mi esposo. Recuerdo hace dos semanas, mis niños se movieron con tal fuerza que hicieron que me retorciera del dolor, Clark llamó a Sawyer y, en menos de quince minutos, ya me tenían en la clínica con Christian esperándome. Por más que dijera que estaba bien, no se calmaron hasta que la doctora se los dijo. Todos son unos paranoicos.

—Hola Ana —saluda Hannah recibiéndome con un té en la mano y un café en la otra, ese es para ella.

—Hola Hannah —digo lo más tranquila posible tratando de no soltar un gemido.

El dolor es soportable, pero no me quiero ir hasta no terminar los últimos pendientes y dejar todo arreglado para pasar lo que me queda de embarazo en la comodidad de mi hogar. Entramos a mi oficina y empezamos a trabajar. Mi cuñada me ha sido de mucha ayuda y gracias a ella, he podido deshacerme de mis pendientes rápidamente. Trabajamos toda la mañana y poco a poco me siento bien, pasamos el rato hablando de nuestras familias y de nuestra princesa, quien ya ha empezado a llamarlos mamá y papá a ella y a Elliot, lo cual me hace feliz, sobre todo porque a nosotros nos llama igual.

Como siempre, recibo mensajes de mi Christian los que le devuelvo inmediatamente para que no se preocupe y termine su reunión tranquilamente. Nunca dejará de ser un obsesivo controlador.

—¿Puedo pasar? —Jess asoma su pelirroja cabeza con su usual sonrisa que siempre la ha caracterizado. Hannah y yo sonreímos. Nos hemos vuelto un buen trío de amigas—. He venido a llevarlas a almorzar, ustedes mis amigas, trabajan demasiado —habla mientras entra y saluda a Hannah con un beso en la mejilla, rodea la mesa y se acerca a mí—, ¿Y cómo están los bebés más cotizados del país?

—Por favor, Jess. ¿Y Camy? —le pregunto.

Sonríe feliz y se me acerca.

—Preciosa y creciendo. —Se sienta en mi escritorio como si fuese suyo y empieza a tocar mi barriga—. Oh, Ana. ¿Tienes contracciones?

Por Mi DiosaWhere stories live. Discover now