Capítulo 25

7.4K 511 7
                                    

Título: No Puedo Dormir

POV Christian

Afortunadamente, la cena estuvo muy bien y bastante animada. Los padres de Ana resultaron ser muy buenas personas y a mis padres les agradaron más de lo que creí. Criaron a una grandiosa y perfecta chica. Su madre es un poco alocada, mientras que Ray es bastante serio y taciturno. Me pregunto cómo harían para durar tanto tiempo casados, siendo tan opuestos. Aunque Ana y yo, no es que seamos tan parecidos, pero me complementa y eso es lo único que me importa.

Mi madre por fin me explica lo que pasó con los invitados y me quejo. A Ross, se le ha ocurrido que esto nos puede ayudar a conseguir más socios y negocios. Es una gran idea de negocio, pero tendrá que encargarse ella. Yo no pienso trabajar durante mi boda.

Lo único que me molesta, es que debí de haber hecho el amor con mi mujer esta tarde. Mi madre ha tenido la fabulosa idea de que no debemos dormir juntos la noche previa a la boda.

Así que, aquí estoy, solo, en mi cama, extrañando a mi mujer. Realmente mi cama y habitación se sienten muy grande. Se siente vacía sin ella. Me siento vacío sin mi Anastasia.

Tuve que hacer malabares para quitarme a mi hermano de encima, con su grandiosa idea de ir a un bar para disfrutar de mi última noche de soltero. Ya disfruté demasiado durante todos estos años, pero eso es algo que él no sabe, lo único que deseo es estar junto a mi niña.

Despierto sobresaltado y paso mi brazo por mi frente secando el frío sudor que me provocan estos sueños. Son las jodidas dos de la madrugada. Las putas pesadillas otra vez. Aunque esta vez fue diferente, Ana me dejaba y me odiaba por hacerla sufrir. Sentí un dolor en mi pecho tan extraño, como si oprimieran mi corazón y lo estrujaran con fuerza. No quiero volver a sentirme así. Le daré lo que ella quiera, la cuidaré y amaré para hacerla feliz. Que no pueda vivir sin mí, así como yo ya no puedo estar sin ella.

La necesito.

Decido ir a mi piano sabiendo que eso me calmará un poco, hace mucho que no me sentaba a tocar, por lo menos, desde que ella llegó. Mi vida sería aún más triste si Ana se fuera. Cuando me aparté de ella, pensando que estaba con Ethan Kavanagh, pasé una pésima semana, y no me quiero imaginar lo que sentiría al no seguirla teniendo en mi vida luego de lo que ha pasado entre nosotros en los últimos días. Nunca permitiré que se vaya de mi lado. Ella es mi más, ese más que no quise con las otras. Tal vez porque ella nunca ha sido una más de mi lista de quince.

Ella es única y diferente.

Escucho mi teléfono sonar cuando vuelvo a la cama para intentar dormir, pero esta vez me acuesto en su lado de la cama, su almohada todavía conserva su olor. Sonrío al ver quién es.

—Hola, nena. ¿Qué haces despierta?

—Extrañarte —murmura y sonrío satisfecho.

—Este lugar se siente tan vacío sin ti —me sincero con ella.

—Mi corazón igual.

¿Por qué siempre me hace sonreír como un idiota?

—¿Por qué no puedes dormir, nena?

Ella siempre ha sido de dormir bien. Demasiado bien.

—Estuve hablando con Mia. Me dijo que antes tenías pesadillas, me preocupé y desperté en medio de la noche deseando hablar contigo. No te he despertado, ¿cierto?

Tenía que ser mi hermana. Siempre tan impertinente y hablando más de lo que debe.

—No, nena, no lo has hecho. Ya estaba despierto.

Por Mi DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora