Capítulo 32

7K 473 7
                                    

Título: El Azul de tus Ojos

POV Anastasia

Nunca me hubiera imaginado que pudiera disfrutar mucho más del sexo sin el vello púbico o de esa intensidad con el periodo. No había nada que me impidiera sentirlo y debo decir que fue mucho mejor de lo que creí. Me sentía más sensible y excitada, que de costumbre, con cada roce.

No podía creer lo mucho que a Christian le gustó y disfrutó tocándome, pasando su deliciosa lengua por casi todo mi cuerpo y penetrándome una y otra vez. Joder, que a mí me encantó aún más haberlo sorprendido y la recompensa fue sensacional.

El despertador suena y no me quiero levantar tan pronto, toco a mi lado y lo siento vacío. Eso de estar de vacaciones forzadas, tiene su recompensa. La puerta se abre luego de unos minutos y entra mi hermoso hombre sonriendo, con su cabello alborotado y mojado, con nuestra hija en un brazo y su osito en la otra mano, se ve tan tierno y sexy al mismo tiempo.

Christian va a terminar siendo mejor padre que yo.

—Buenos días, preciosa.

Sienta a Ava en la cama con su osito y me besa invadiendo mi boca sin aviso alguno. Creo que mi entrepierna requiere algo de atención urgente. Me ha dejado sin aliento con mis ojos revoloteando alusinados y deseando más.

—Hola —susurro alucinada y su sonrisa me mata por segunda vez esta mañana.

Miro a mi princesa entretenida jugando y sonrío tomándola en mis brazos besando esos regordetas mejillas. Lleva un precioso vestido celeste y zapatitos blancos, está hermosa mi princesa. Christian también está listo, otra vez soy la dormilona que no se levanta temprano para atender a su familia.

—¿La has bañado?

Eso me hubiera gustado verlo.

—No —dice espantado y río—. Gail se encargó de esa parte.

—Bien.

Eso me tranquiliza, no lo voy a negar.

—Vamos a desayunar para ir a dejar a Ava en casa de mis padres, ir a visitar a tu amiga, recuerda que es domingo, y tomar un avión.

Siempre pensando en todo, señor Grey. Ya había olvidado nuestra apresurada luna de miel.

—Me daré un baño rápido. Los alcanzo en la cocina.

Le doy un rápido beso y me levanto para ponerme manos a la obra.

—No demores —dice mientras toma a Ava y sale de la habitación.

Me encanta ver a mi hija en brazos de Christian.

Me doy una ducha rápida y bajo a la habitación principal a cambiarme, nuestra ropa todavía está allá. Me coloco una falda larga en forma de A azul, una blusa blanca de tiras, una chaqueta de jean y unas sandalias de tacón negras.

Cuando llego, Christian ya está terminando de darle la papilla a nuestra princesa, Gail sirve nuestro desayuno y comemos rápido. Bajamos al primer piso donde nos espera Taylor con nuestras maletas. Gail preparó las maletas de los tres y organizó todo lo que íbamos a llevar a la mansión de los Grey. Esa mujer se ocupa de muchas cosas y se lo agradezco. Por lo menos tendrá una semana para descansar.

[...]

No habíamos bajado del auto al llegar, cuando ya teníamos a Elliot sacando las cosas de Ava, emocionado saltando como niño pequeño con juguete nuevo.

—¿Quieren pasar? —nos pregunta Grace con una sonrisa mientras me recibe a Ava.

—No, mamá. Vamos a visitar a la mamá de Ava y de allí salimos hacia el aeropuerto.

Por Mi DiosaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu