Por Mi Diosa

Capítulo 23

Título: Amor y Confianza

POV Christian

—El matrimonio no es un juego. Es un acto de amor y confianza, es apoyarse mutuamente y acompañarse. No importa lo mal que estén las cosas en su vida diaria o en su vida de pareja, siempre tienen que ayudarse y apoyarse, tanto en las buenas como en las malas decisiones. Si hay amor, siempre encontrarán la manera de salir adelante en todos los problemas que afronten. Muchas parejas jóvenes como ustedes se casan pensando en que si las cosas no llegan a funcionar como desean, siempre se pueden divorciar, pero no saben cuan equivocados están. El matrimonio es para siempre, el amor es para siempre. Esa tontería científica que dice que después de unos años el amor desaparece, es una vil mentira. El amor verdadero es eterno. Espero que no sean esa clase de matrimonio...

»Su boda es algo apresurada a mi parecer, pero yo sólo estoy aquí para decirles estas palabras y que ustedes piensen seriamente en esta decisión que están tomando. Es tan triste ver familias destruidas y separadas, sólo por la altivez en los corazones y que creen que, si dan el brazo a torcer en alguna discusión, perderán autoridad. Pero una relación, un matrimonio, es entre dos. Espero no echen estas palabras que les digo a la basura y las sepan aplicar a su nueva vida juntos. Y un último concejo. Nunca dejen temas pendientes para el día siguiente, podría ser muy tarde para solucionarlos.

—Lo haremos —dice mi mujer con una hermosa sonrisa.

Es por eso que Ana cree que en mi mente está el separarnos. Debo demostrarle que no es así, que deseo que permanezca a mi lado, que sea mía, sólo mía por siempre. No creo ser capaz de contarle todas mis mierdas de una vez, pero lo iré haciendo poco a poco. Quiero que confíe en mí y que lo nuestro no se quede sólo en palabras.

Se mantiene callada durante todo el camino de regreso a casa, pero no me suelta, permanecemos abrazados sin ánimos a separarnos. Parece cansada, pero necesito hablar con ella y empezar a sacar lo que tengo dentro de mí.

—Cenaremos algo suave y luego iremos la cama. —Abre los ojos como platos y no puedo evitar mirarla divertido—. A hablar y luego a dormir. Lo prometo. Es sólo que tengo algo importante que decirte. —Ahora me observa seria—. Nada malo... O por lo menos eso espero.

—Está bien. Ya deseo estar en tu cama.

—Nuestra cama, nena. Nuestra.

Me abraza y me da un dulce beso en el cuello obligándome a tragarme un suspiro. Me fascina esta mujer. La quiero y no la dejaré ir nunca. Al llegar a casa cenamos una ensalada césar preparada por Gail. Ana me pide que invitemos a la boda a su amiga Hannah, a Gail y a Taylor. No estoy muy a favor de invitar a mis empleados a algo así, pero debo reconocer que Taylor y Gail son los mejores y los empleados de más confianza que tengo aparte de Ross y Andrea. Así que, fuera de todo protocolo, los invitamos a que nos acompañen ese día.

—Tus padres llegarán mañana .

Sus ojos brillan, así quiero verlos siempre.

—Gracias. Eres el mejor.

—Temprano iremos al que era tu apartamento para recoger tus cosas, y luego a por tus padres.

—Tiene todo muy bien planeado, señor Grey —dice con voz ronca y siento mis manos picar por tomarla entre mis brazos y deshacerme de ese vestido para follarla duro contra la encimera.

—Siempre, señorita Steele. Nunca lo dude.

Sonrío al ver como se remueve, pero debo controlarme. Le prometí que descansaríamos.