Capítulo 9

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Título: Estoy Aquí...

POV Christian

—Consigue un Audi RS7 en blanco —le digo a mi guardaespaldas mientras termino de revisar los últimos informes, para tomar camino hacia ella.

El usual auto que consigo para las sumisas, no es adecuado para Anastasia, ella nunca será mi sumisa. Además, ya me deshice del auto que había conseguido hace una semana.

—¿Para la señorita Steele?

Taylor si sabe.

—Así es. También una silla infantil para el auto. Que sea la más segura que puedas encontrar.

—Me encargaré, señor. ¿Algo más?

¿Qué más?

—Llama a Sawyer para el mismo trabajo de antes. —No sé si Ana vaya a estar de acuerdo con tener seguridad, pero si no lo quiere, no tiene que enterarse de que está allí—. Salimos en media hora a casa de la señorita Steele.

Prefiero que él conduzca para poder estar pendiente de ella. Ahora que Ana va a estar a mi cuidado necesito controlar su entorno. He llamado a Ross a primera hora para investigar SIP y hacer una oferta, así tendré también controlado a ese jefecito suyo, que no me gusta para nada. Ross no cree que sea una buena inversión el incursionar en el mundo editorial, pero eso es lo que menos me importa en este momento. Yo sólo quiero cuidar de mi nena y si es por dinero, estoy seguro de que no me hace mucha falta.

Durante el camino a casa de Anastasia, me permito rememorar la noche anterior. No quiero que vuelva a derramar una lágrima más, haré lo posible para que eso no vuelva a ocurrir. Pero lo que más me molesta es ese otro beso interrumpido, pero que, joder, ahora lo deseo aún más. Ese labio carnoso me va a enloquecer, es tan suave y dulce... Y su aroma.

De solo recordarlo, esa extraña corriente vuelve a recorrer mi cuerpo con más intensidad que nunca, incomodándome en los pantalones.

—Señor —me llama Taylor sosteniendo la puerta.

No me di cuenta en qué momento habíamos llegado. Mi chica me tiene en las nubes. Salgo y toco el timbre del apartamento de Ana. Contesta su compañera y me avisa que Ana bajará en cinco minutos. Así que me dedico a revisar unos correos de Ross y Andrea mientras espero. Ana no demora en llegar empujando un coche de bebé.

Se ve hermosa en esos jeans ajustado que dejan lucir sus hermosas y largas piernas, blusa beige floreada y chaqueta de jean. Mi amiguito despierta y mi cuerpo entero está alertar ante la presencia de esta diosa. A pesar de no ser de marca la ropa que lleva, le queda muy bien, acentuando sus deliciosas curvas y esas piernas bien tonificadas. Su hermoso cabello suelto brilla y se mueve a su antojo con cada paso que ella da, sus ojos no se apartan de los míos y me regala una amplia sonrisa escondiendo su timidez.

No sé por qué todo en esta mujer me parece fascinante. Y otra vez, mordiéndose el labio.

¿Por qué nena? No me hagas esto.

Llega hasta mí y me saluda algo cohibida.

—Hola, Christian.

—Hola, nena. —Llego a ella y le doy un beso en la mejilla—. Estas hermosa.

La tomo del rostro, sujetando su barbilla, para que me vuelva a mirar, me encantan esos profundos ojos azules que me desarman. Enreda sus dedos en mi cabello tomándome por sorpresa y me jala uniendo nuestros labios, es un beso sutil y suave, pero me enciende.

Desde que me volví un dominante, me ha gustado llevar el mando y decidir los movimientos, pero Anastasia me desarma por completo cuando la tengo en mis brazos y no voy a negar que me gusta estas atribuciones que se toma.

Por Mi DiosaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora