Capítulo 11

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Título: Se La Llevaron

POV Anastasia

Muerdo mi labio al ver el rostro sonrojado de Andrea cuando va a salir luego de disculparse una y mil veces sin mirarnos una segunda vez, pero Christian la detiene.

—¿Qué quieres, Andrea? —gruñe y ella tiembla.

Es realmente intimidante el escucharlo hablar de esa manera tan dura. Incluso, yo me he llegado a estremecer un poco al escucharlo. Si no lo conociera como lo conozco, le tendría mucho miedo. Eso es seguro.

—Ian McCoy está aquí, señor —murmura Andrea con timidez.

Y yo muero de vergüenza.

—Que espere —le responde Christian de la misma fría y áspera manera, pero la mujer parece no importarle.

Andrea asiente y sale rápidamente.

—Lo siento, Christian, no quiero meterte en problemas con tu personal —digo con la cabeza gacha recogiendo mi saco y mi bolso.

—Yo no lo siento, nena. Soy el jefe, ¿recuerdas? —Me abraza por la espalda y me da un beso en el cuello, que me hace temblar—. Me encantan tus labios.

Sonrío como tonta al escucharlo y acaricia mis hombros antes de darme vuelta y sin previo aviso, me vuelve a besar con la misma ansiedad y robándome el corazón sin piedad.

—Christian —gimo en su boca y él gruñe igualmente en la mía. Siento mi entrepierna humedecida desde el primer beso y algo duro en mi vientre diciéndome que él está igual de excitado. Me gusta sentirme de esta manera con él; completa, segura y feliz. Mi teléfono me saca del trance en el que me pone Christian cada vez que me besa y me suelto de sus brazos a regañadientes—. Tengo media hora para volver a la oficina —digo con mi voz agitada y mirando la hora en mi teléfono, pero no contesto porque sé que es Jack.

—Está bien. Aunque siempre podrías venir a trabajar para mí —dice con una linda sonrisa, pero niego.

No creo que sea capaz de venir a trabajar para él, y mucho menos con esta extraña relación que estamos llevando.

Cuando llegamos a la recepción de su piso, hay un hombre joven, quizás de la misma edad que Christian. Es un menos alto que él por algunos centímetros, cabello castaño y ojos miel, es muy guapo, pero jamás como mi Christian.

¿Por qué no puedo evitar comparar a todos los hombres con Christian?

—Señor Grey, buenas tardes.

Le tiende la mano y Christian se la recibe muy serio.

—Señor McCoy —dice escuetamente.

—Usted debe ser la señorita Steele. Es para mí un gusto el conocerla. Ian McCoy para servirle.

Me tiende la mano y la recibo, pero me sorprende cuando la lleva a sus labios incomodándome. El abogado me da una sonrisa ladeada y siento cuando Christian me toma de la cintura posesivamente haciendo que el hombre me suelte borrando su sonrisa y agacha la cabeza. Sé que está molesto. Es increíble cómo he aprendido a conocerlo en tan poco tiempo. Sus gestos y sus espontáneas actitudes frías. Debo reconocer que me gusta todo lo que ese hombre representa y cómo me encandila su presencia.

—Vamos a mi oficina —dice Christian, en un tono escalofriante, pero mi tensión baja cuando acaricia mi rostro.

Sé que nunca me haría daño.

El abogado frunce el ceño al ver como Christian me abraza y acaricia con la mayor de las confianzas. Yo solo niego, lo que parece divertir mucho a mi no-novio. Hombre tenía que ser. Hace pasar al abogado delante de nosotros sin soltarme y las dos rubias, una de ellas sé que es Andrea, nos miran fijamente con una extraña expresión que no logro entender.

Por Mi DiosaWhere stories live. Discover now