Capítulo 36

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Título: Zorras

POV Christian

—Feliz cumpleaños, preciosa —le susurro al oído a mi dormilona.

Veo un hermoso azul asomarse bajo sus pupilas junto a esa hermosa sonrisa que tanto me gusta ver. Escucho un ruido detrás de mí y veo a Ava jugando con la tortilla como si fuera plastilina y el jugo regado en la cama, me apuro a tomar el té antes de que se queme soltando una maldición por mi estupidez. Ana la toma en sus brazos entre risas y la lleva al baño para asearla mientras recojo todo lo que se derramó. Odio botar la comida, pero esto es mi culpa por descuidar a mi hija y a el desayuno que Gail preparó por el cumpleaños de mi Ana.

Su teléfono suena y dice que es su madre, se lo llevo al baño, tomo a Ava recuperando mi buen humor al ver la inocente sonrisa de la que ahora es mi hija y salgo con las cosas que van para la basura. Esta noche vendrán mis padres y Ray para darle una sorpresa a mi esposa, su madre no pudo venir, pero estoy seguro que la pasará bien. Me encargaré de ello.

Estas dos semanas, desde que volvimos, han sido excelentes. He tenido bastante trabajo, pero siempre tratando de pasar tiempo con mi esposa y a mi hija. Ahora empiezo a sentirme más cómodo con Ava aquí, me gusta llevarla conmigo al estudio y verla jugar mientras trabajo, ya entiendo a Ana cuando dice que la siente como si fuera suya. Es muy fácil de querer, nuestra hermosa princesa.

Y en cuanto a Ana, me gusta que me toque, es como encontrar paz luego de un largo día. En realidad las únicas a quienes se lo permito es a mis dos mujeres. Fue algo doloroso el que llegaran a mí todas esas veces en que fui golpeado y maltratado de niño, viendo sufrir a mi madre sin poder ayudarla, soportando a ese bastardo que arruinó nuestras vidas. Aunque, viéndolo desde el punto de visto de mi Ana, modificó mi vida, pero con un buen final gracias a mi fortaleza. Eso es lo que dice ella y realmente quiero creerlo. Esa mujer no sabe cuánto la amo. Ha llegado a mi vida a darle color, a salvarme y a hacerme feliz.

Elliot viene todas las noches para visitar a Ava y no se va hasta la hora de dormir de mi hija. Al principio no me molestaba, pero el que venga todos los días, se está volviendo algo incómodo. Queremos pasar tiempo en familia y él llega, aunque le diga que estamos ocupados. Lo único bueno de eso, es cuando Ana le permite llevársela los sábados. Me encanta tener ese espacio para tener tiempo de pareja con mi mujer. Sólo por eso le permito su intromisión. Me ha pedido el favor de que le presente a Hannah o que le dé su número de teléfono. La verdad es que no tengo tiempo para eso, cuando llego a casa lo único que quiero es estar con Ana y olvidar todo a mi alrededor, sólo deseando hundirme en ella una y otra vez.

Nos preparamos y vamos a la oficina, para reunirnos con la arquitecta que nos mostrará los planos finales, dejando a Ava al cuidado de Gail. Ahora tenemos otra persona de seguridad, Ryan, que está todo el tiempo cuidando el Escala. No quiero sorpresas y mucho menos con mis mujeres en casa. Aunque Ana ya me dijo que empezará a enviar su currículum a algunas empresas para recuperar su vida laboral. Le dije que no tenía por qué trabajar si en casa lo tiene todo, además Ava la necesita. Pero como era de esperarse con ella, fue una discusión absurda y sin final.

—La próxima semana tengo que viajar a San Diego —digo terminando de revisar mis documentos mientras vamos de camino a GEH.

—¿Y qué pasa? —susurra mirando con indiferencia por la ventana.

¿Ahora que le molesta?

Antes de salir de casa se encontraba muy bien.

—Prometiste que no volvería a dormir solo.

Por Mi DiosaWhere stories live. Discover now