CAPITULO 39.

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POV CAMILA.

¿Alguna vez has sentido que todo lo que pasa a tu alrededor está mal? ¿Qué las personas a quienes quieres, no te quieren cerca? ¿Alguna vez has sentido que vales poco? Es justo como me siento, pero lo que siento puede describirse con un sentimiento de impotencia, con algo que te quiere romper, solo hace falta aquella gota que derrame el vaso, solo hace falta que se desate la tormenta y no veas el día que quiera terminar.

Estar en una habitación en donde no estás solo tú, hace que esto sea aún más complicado de lo normal, estoy rodeada de todas estas personas que después de lo que paso parecen estar bien, y de verdad espero eso, espero que se encuentren bien y no estén como estoy en estos momentos.

Pretendo estar bien, pretendo poder lidiar con todo esto, sin embargo, sé que en cuanto este sola me voy a derrumbar, voy a caer y ya no estará aquella persona que creí que estaría aquí para siempre, no estará más esa persona, la que me prometió un día quedarse para siempre, la que dijo me atraparía en cualquier segundo y a que dijo que estaríamos en esto juntas, sin importar que.

Estaba perdida en mis pensamientos en el vacío sofá que estaba frente aquellas dos camillas que no me di cuenta en que momento Anna estaba junto mío hasta que tomo mi mano con delicadeza y me entrego un pañuelo.

- Si no quieres que se den cuenta, limpia esa pequeña lagrima. – Sonreí un poco, fue sincera y limpie mi lágrima para después dar las gracias.

Por alguna razón no aparte mi mano de la suya, por alguna razón el contacto de su piel y la mía se sentía bien, nos quedamos así durante las siguientes horas en las que hacíamos chistes entre todos y convivíamos en aquella habitación, la cual, en unos minutos quedaría en silencio nuevamente y se enfriaría a falta de nuestra presencia.

Era tiempo de despedirse, era tiempo de decir adiós y esperar hasta el día para volver, Dinah quería quedarse a velar el sueño infinito de T/N y el sueño permanente de Toby, nadie se lo negó, puesto que a nuestro parecer Dinah necesitaba quedarse, si todos estábamos rotos a una cantidad inexplicable, DJ era la suma de nuestro dolor.

Anna se puso de pie junto conmigo y agradecí infinitamente el hecho que no soltara de mi mano ni un segundo, después de despedirnos de Dinah todos nos dirigimos en silencio hacia el estacionamiento.

- Y bien, ¿Quieren ir a comer algo? – Cuestiono Spencer.

- Eso suena bien, quizá regresando podremos traer algo para Dinah e ir luego a casa. – Respondió tristemente Ally, quien jugaba con las llaves de Lauren en sus manos.

- Bueno, vamos entonces, nos hará bien despejarnos un poco. – Dijo alegremente Jorge, caminamos todos a nuestros autos correspondientes.

Yo aún no soltaba la mano de Anna hasta que ella se detuvo frente a mi estando ya en su auto.

- ¿está bien si vienes conmigo? – Pregunto cautelosamente.

- Si, no creo que les importe tanto si al final vamos al mismo sitio. –

- En realidad, Camila, yo no iré con ustedes. –

- ¿A dónde iras? –

- Necesito estar lejos de esto, aun no proceso muchas cosas, iré a donde solía ir con T/N en ocasiones, ¿Vienes? – Apretó delicadamente mi mano y una vez más el contacto hizo que mi piel se erizara, suspire profundamente y acepte, después de todo, el día de mañana no pretendía ir al colegio y sabía que las chicas entenderían al leer mi texto.

Subimos a su auto, coloco música de fondo y comenzó a conducir, tras enviar mi texto explicando por qué no iría a comer y después a casa decidí apagar mi móvil y dedicar algo de tiempo a los fantasmas que tenía en mi mente.

Pasaron cinco minutos como máximo cuando escuche hablar a Anna nuevamente.

- ¿Cómo te sientes con todo esto? –

- Confundida. – Dije casi sin ganas y sin mirarla aun.

- ¿Quieres contarme? - No tenía planeado contarle lo que pasaba, no estaba en mis planes decirle a nadie, pero paso, mi corazón quería gritar y decir todo lo que yo tenía dentro.

- Me siento sola en esto, me siento confundida, no sé lo que es real y lo que no lo es, estoy derrumbándome. – Limpie la lágrima que corría por mi mejilla. – Me duele que dos personas a quienes quiero estén lastimadas, me duele verlos en aquella habitación, me duele sentirme así. - No supe en que momento habíamos llegado, mire el lugar en el que estábamos y sonreí, deje por primera vez que mis ojos se llenaran de lágrimas y suspire fuertemente, abrí la puerta del auto, baje lentamente y una vez fuera de este sonreí al ver aquel lugar.

- ¿Te gusta? – Escuche preguntar a Anna, quien ahora estaba a mi lado.

- Es precioso, ¿Cómo...? –

- ¿Cómo lo hayamos? - Sonrió ante lo que pareció ser el recuerdo. – En una ocasión ella no se sentía bien, se sentía como todos ahora, de hecho, ella se sentía como tú. – Suspiro. – Ese día me ofrecí a llevarla a casa, ella no quiso y pidió la llevara al mirador de la ciudad, una vez estando ahí dijo que no era suficiente, que ver la ciudad le hacía sentir aún más vacía, ella dijo que solo le recordaba que... -

- Que debía resolver las cosas lo más pronto posible. –

- ¿Cómo sabes? -

- Dinah me conto. – Sonreí.

- Claro, bueno, después de ello le pregunte qué es lo que quería ver, ella respondió que quería ver la playa desde lo más alto, que quería tocar la luna, al principio me pareció algo cursi pero después de buscar por varias horas el lugar adecuado llegamos a este sitio, la luna apenas se había puesto, y el reflejo de esta caía por su cabello, después de aquel momento ella rompió en llanto, se dejó caer en la tierra y tras unos minutos se detuvo, se puso de pie y sonrió tan grande que estoy segura le hacía competencia a nuestra acompañante. – Inconscientemente tome de nuevo la mano de Anna, ella me acerco a su cuerpo, me envolvió en sus brazos por la espalda y suspire, llevando consigo una lagrima. – Pregunte porque había llorado, se acercó a mí y me abrazo fuertemente, me dijo que ella buscaba espacio, que quería pensar las cosas y buscar cómo solucionarlas, sin embargo yo le di el espacio sin dejarla, le quite el tiempo para pensar y le di el tiempo para curar, después de eso dijo que este sería un lugar para pasar con amigos, que sería un lugar para curar sin que las cosas dolieran, que sería un lugar para tener todo el espacio que una persona quiera pero sin estar sola, así que adelante, Mila, aquí puedes tener todo el espacio que quieras, aquí puedes pensar todo lo que quieras. –

Después de aquellas palabras no pude siquiera pensar en lo que sentía, no procesaba lo que pasaba y tampoco podía despegarme de aquel contacto que mi cuerpo tenía con Anna.

Fueron minutos después que gire a verla, no supe si fue por impulso, por la cantidad de sentimientos que tenía en esos momentos o si fue porque quise, pero de un momento a otro, nuestros labios estaban conectados, no hice esfuerzo alguno para separarme o detener el beso, no hasta que escuche que llamaban por mi nombre.

- ¿Camz? -

La tormenta se desataba entonces.

We're Not A Secret. (Fifth Harmony y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora