CAPITULO 33.

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POV DINAH.

Estaba sentada en la sala de espera, obviamente esperando a que Edward llegara con buenas noticias y aquel pase para poder entrar a ver a nuestros dos amigos ahí dentro, los nervios me estaban comiendo, y el silencio que ocupaba esta sala no era de mucha ayuda. Jorge, Anna y Spencer estaban igual de nerviosos, lo podía notar por la forma en la que miraban sus uñas, o en las que su pie permanecía inquieto junto con aquel tic tac del reloj empotrado en la pared que teníamos enfrente.

Estaba a punto de quedar inconsciente a causa del sueño, pero en ese momento, Edward se hizo presente en aquella sala, tenía los ojos empapados en lágrimas, parecía costarle respirar y también parecía estar enfadado. Inmediatamente nos pusimos de pie para preguntarle lo que habia pasado, pero no respondió a ninguna de nuestras preguntas, salió corriendo del hospital y nosotros de tras suyo, una vez fuera de este, Edward se recargo en la pared, se deslizo en esta y esta vez los sollozos eran más que desgarradores.

- Edward, amigo, ¿Qué pasa? – pregunte ansiosa por la respuesta, me senté a su lado y a pesar de no tener respuesta, el verlo así me destruía.

- Lo siento, chicos. – Miro a todos, se secó las lágrimas y clavo su mirada en la mía. – Lo siento, Dinah, te juro que yo intente protegerla, ese era mi trabajo, pero ahora me es imposible.

- Un carajo, Edward, ¿De que estas hablando? - Insistio desesperadamente Anna.

- T/N murió. –

No, de ninguna manera esto era posible, T/N no podía estar muerta, ella todavía tenía cosas que hacer, ¿Cierto?, No podía irse sin luchar, no podía marcharse sin que las personas supieran quien es ella, ella aun no debía irse de este lugar, aún faltaba aquella cita que tenía planeada, esas sonrisas que le robaría y aquellos besos que le daría al ver su carita, ella no podía estar muerta, tenía torneos de baseball que jugar, tenía planes, simplemente ella no merecía todo lo que le paso.

- ¡Dinah, Dinah, basta! – Sentí de pronto unos brazos a mí alrededor intentando calmarme, pero era inútil, las lágrimas corrían desconsoladamente por mi rostro y sentía que en cualquier momento me desmayaría. - ¡Dinah! – Abrí los ojos de golpe y me di cuenta que todo era un sueño, aquella voz provenía de Lauren, quien también tenía sus brazos a rededor mío. – Por la mierda, Dinah, ¿Estas bien? – Asentí rápidamente con la cabeza, toque mis ojos con la punta de mis dedos y pude notar un par de lágrimas.

- Estoy... bien, fue un mal sueño. – Dije con tono triste y desconhortado. - ¿Ha venido Edward ya? - Pregunte intentando despejar mi mente y olvidar esa horrible pesadilla.

- No, él no ha venido aun, ¿Segura estas bien, Dinah? -

- Si... estoy segura, no me pasa nada. – Parecía que querían preguntar más, pero en ese instante llego Edward, me puse rápidamente de pie y fui hasta él. - ¿Qué paso, Ed? ¿Qué te dijeron? –

- Lo siento, Dinah... -

- No, no, por favor, dime que no es cierto. - No lo deje ni terminar, mi pesadilla se estaba haciendo realidad y todo esto se salía de mis manos ya.

- Dinah, tranquila, por favor. – Edward me envolvió entre sus brazos y acaricio mi cabello. – Ella está bien, pequeña, no te espantes, déjame terminar. – Suspire de alivio y me aferre a su cuerpo intentando calmarme. – Sus padres no quieren que ninguno de nosotros entre a verla, en realidad, a ninguno de los dos. –

Mi cuerpo se destenso al escuchar aquellas palabras, mi mente por fin habia comprendido que todo lo que temía era a causa de aquella pesadilla.

Salimos del hospital sin ganas de nada, Jorge habia propuesto ir a comer algo y poder despejarnos un poco, con gusto accedí, pero las chicas, a parecer tenían otros planes.

- Gracias por la invitación, chicos, pero debemos irnos ya. – Dijo Lauren. – Nos vemos mañana en el colegio. -

- ¿Están seguras? –

- Si, Anna, vayan ustedes. –

- Bueno, cuídense, bye. –

Parecía niña pequeña al entrar a la camioneta, yo quería ir con los chicos a comer y poder despejar mi mente, pero las chicas parecían nerviosas y el ambiente se hacía aún más pesado.

POV LAUREN.

Estaba encontrando la forma para que aquellas fotografías no salieran a la luz, Camila estaba molesta conmigo por la manera en la que actué, ella incluso piensa que no me importa la relación, pero no es así, fui impulsiva en el momento porque lo que más quiero es proteger a las chicas, lo demás me vale mierda. Esperen, creo que por eso es que se enojó, no me supe explicar.

Después de haber recibido la noticia sobre nada de visitas en el hospital, decidimos que sería buena idea regresar a casa, poner al tanto a Dinah sobre lo que habia pasado y encontrar una solución.

- Llegamos. – Fue lo más idiota que se me habia ocurrido decir para romper el hielo al entrar a la casa.

- Iré a mi habitación. –

- No, Dinah, debemos hablar. – Camila la detuvo con un tono firme.

- ¿De qué cosa? ¿No puede esperar? De verdad estoy cansada. –

- No, DJ, lo siento, pero no puede esperar. – Camila tomo el sobre que estaba sobre la mesa, saco las fotos de este y se las dio a Dinah. – Míralas. –

Dinah observo las fotografías y sus ojos en ese instante se agrandaron.

- ¿Qué mierda es eso? ¿Quién las tomo? –

- Las mando Sam, Dinah, ella se las entregó al director haciéndose pasar como nuestro manager y amenazo con terminar con nuestras carreras si no dejábamos a T/N, también dijo que no le bastaba que ella estuviera en coma y pidió destruyéramos sus sentimientos. - Solté tan rápido como me fue posible, no podía darle vueltas a este asunto.

- ¿Qué? No, esto no puede ser posible, ¿Qué dijeron? ¿Qué haremos? –

- No tuvimos oportunidad de responder, Dinah, haremos lo que pide. –

- ¡NO!, mierda, no, no podemos, no debemos, T/N, ella nos necesita, ¿No se dan cuenta que Samantha también la estaba manipulando?, T/N arriesgo su vida por protegernos en algún momento, chicas, no podemos dejarla así. –

- ¿Y que se supone que hagamos, Dinah? ¿Quieres arriesgar nuestras carreras por una niña estúpida? – Esas palabras salieron así, sin filtro y en cuanto las dispare, era demasiado tarde.

- Eres una idiota, Lauren, a ti lo único que te importa es salvar tu reputación, ¿Cierto? No te interesa siquiera la banda, o nosotras, de hecho, somos lo último que pasa por tu mente. – Dinah estaba furiosa, y no la culpaba, las palabras que habia dicho llevaban mucho veneno, pero las que me decía también me estaban dañando. - Se te olvida que podemos deshacernos de esas fotografías de algún modo, pero tú solo abandonas las cosas, no ves siquiera la solución. – Dinah aventó las fotografías en la pequeña mesa de nuestra sala y se dirigió a las chicas restantes. – Yo no sé ustedes, pero no pretendo alejarme de ella, buscare una solución, para esto y para nosotras. – Se limpió aquella lágrima que empezaba a delinear su rostro. – Ahora, si me disculpan, no me encuentro bien, no fue un buen día.

- Dinah, espera, yo. – Intente detenerla.

- Vete a la mierda, Lauren. -

We're Not A Secret. (Fifth Harmony y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora