We're Not A Secret. (Fifth Harmony y tu)

CAPITULO 35.

POV CAMILA.

Desperté con una fina capa de sudor por todo mi cuerpo, rápidamente busque alivio a mi costado, pero estaba vacío aquel sitio, mi corazón palpitaba cada vez más rápido y fuerte en mi pecho, no tener a Lauren a mi lado en estos momentos me angustiaba, pero era incluso peor no saber dónde podría estar. Tras varias respiraciones profundas y con la mente un poco más clara quise revisar la hora marcada en mi móvil, quizá ya era tarde y Lauren simplemente me dejo dormir; siempre he dicho que tu imaginación o la esperanza pueden hacerte más daño que cualquier otra cosa, el reloj marcaba las siete con quince y entonces supe que nada estaba bien.

Me cambie rápidamente y baje tan rápido me fue posible, la casa estaba en silencio, sin embargo un olor a café invadía la planta baja, lentamente entre a la cocina, de nuevo con la esperanza de ver a Lauren sentada.

- Mila, buenos días. – Saludo cálidamente Ally, - ¿quieres que te sirva un poco de café? - Asentí rápidamente y mire a Normani, quien no me había dirigido la palabra en los últimos días. - ¿Qué hay de Lo? ¿Crees que tarde en bajar? –

- ¿Es que ella no está por aquí?, desperté y ella no está en mi habitación o en la suya. – Ally me entrego la taza grande de café y me hizo sentar.

- No te apures, creo que es buena señal, ella y Dinah no están aquí, seguro salieron a ver a T/N y están arreglando las cosas. –

- No sé, Ally, ya sabes cómo es Lolo. –

- Todo irá bien, es más, apresúrate que iremos al hospital, hoy podemos verles. – suspire al escuchar aquellas palabras, era un suspiro desesperado con angustia, pero también era de alivio.

Mi mirada se dirigió hacia Normani, quien rápidamente retiro su mirada de la mía, suspire por segunda vez este día, e involuntariamente una lagrima corrió por mi rostro, la desesperación que sentía ahora mismo era indescriptible, mi novia no estaba en casa y no había dicho a donde es que iría, y mi amiga, si es que aún es eso, no me dirige la palabra, no la culpo, guarde un secreto para evitar todo esto, sin embargo, todo salió peor, la destruí, destruí todo esto.

Quise acercarme a ella, quería habar las cosas, saber cómo es que se sentía, pero no me fue posible, en un instante mi móvil comenzó a sonar y respondí tan rápido vi el nombre que aparecía en la pantalla.

"Dinah, ¿Qué pasa? ¿Dónde están?"

"Mila, estoy en el hospital, vine temprano para ver a T/N y a Toby,"

"¿Por qué no dijiste nada? ¿Está Lauren contigo?"

"No, Mila, ella..."

- Buenos días, Camz. – Sentí sus cálidos brazos alrededor de mi cuerpo y por tercera vez en este día suspire.

"Dinah, Lauren acaba de llegar, nos vemos en un rato, te amo"

Tan pronto colgué la llamada gire de inmediato para encontrarme con los labios que tan loca me volvían, Lauren me envolvió entre sus brazos y me pego a su cuerpo de una manera tan posesiva pero tierna al mismo tiempo, mordí su labio suavemente y entonces fue que sentí sus manos bajar hacia mis nalgas y apretarlas suavemente.

- Mierda, Lauren, ¿Qué haces? –

- No me digas que no tienes ganas, Camila, hace tiempo que no tenemos tiempo para nosotras. –

- Lo sé, Lo, pero comprende que ahora con lo de T/N y Toby y todo lo que está pasando no puedo, no tengo cabeza para nada más, lo siento, Lo. – Lauren me soltó molesta. – Lo, lo siento.

- No, Camila, está bien, pero estoy harta, estoy harta que todo lo de nosotras tenga que ver con T/N, ¿en qué momento todo giro alrededor de ella? –

- Ella es nuestra amiga, ¿Qué mierda te pasa Lauren? ¿Te pones así porque no quiero tener sexo contigo? – Lauren me miro después de aquellas palabras y pareciera que le habían dolido demasiado.

- ¿Es eso? ¿Solo es sexo para ti, Camila? – Me quede en silencio unos segundos y una lagrima involuntaria de nuevo corrió por mi rostro, no sabía si era por ver esa tristeza en los ojos de Lauren o por todo lo que tenía en estos momentos en mi pecho. - Contesta, Camila.

- Eso parece, Lauren. – No dijo nada más, sonrió irónicamente y subió a su habitación, pidiendo estar sola en cuanto se escuchó el gran portazo.

- ¿Mila? - escuche la voz de Ally llamarme, gire para poder mirarla, ella se acercó a mí y me tomo entre sus delicados brazos, eso fue suficiente para que rompiera en llanto.

POV ALLY.

En cuanto abrace a Camila y la sentí temblar me dieron ganas de llorar con ella, estábamos rotas y parecía que nada entre nosotras podía mejorar, las fotos a punto de ser expuestas y con nuestros amigos en el hospital simplemente nos hacía tener un gran peso sobre nosotras.

Después de vario tiempo de estar abrazada a Camila, ella soltó un gran suspiro y se separó de mí, me miro triste y me regalo una sonrisa con el mismo estado de ánimo.

- Debo arreglarme, bajo en seguida, Ally. – No dije nada, solo asentí y la deje subir.

Al llegar a la cocina Normani estaba igual de callada como los últimos días, últimamente no sé qué cosa navega en su mente y al parecer, no pretende decírmelo, me acerque lentamente a ella, intentando entablar una conversación pero se adelantó y le puso fin antes de siquiera intentarlo.

- Estoy bien, Ally, iré arriba, avísame cuando salgamos. – Me quede ahí, con tazas de café sin ser bebidas y enfriándose como todo a mi alrededor.

Lagrimas intentaban correr por mis ojos, pero no me permití llorar, mis amigas estaban rotas y al menos una de nosotras debía estar completa para hacer que todo esto funcionara.

Subí a mi habitación para arreglarme y salir lo más pronto posible de esta casa.

El reloj marcaba el medio día y después de varios minutos de hacer lo posible por cubrir las medias lunas bajo mis ojos, decidí que era el momento para salir, llame a las chicas, y debo decir que el viaje fue igual o peor que estar en casa, en esta al menos estábamos separadas, cada una en su mundo, pero en el auto todo se sentía aún más intenso.

Llegamos por fin al hospital, bajamos de la camioneta en ese modo que parecía ya estar en nosotras, parecíamos maquinas, sin facción, sin siquiera pensar nuestros movimientos. En cuanto todas ya estábamos abajo pude ver como Lauren se acercó a Camila y tomo su mano, así, sin decir nada, por un momento me hizo sonreír, pero la felicidad no dura siempre, ¿verdad?

- ¿Vienen a terminar de una vez por todas con toda su mierda? – Era Samantha.