CAPITULO 24.

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POV T/N.

Estaba tumbada en mi habitación la cual estaba en completo silencio, habia pedido a Edward que fuese por comida china, extrañaba sus deliciosos fideos y quería estar sola, como siempre, mis padres no estaban y la soledad que invadía en estos momentos era realmente deprimente, extrañaba a Gabriela más de lo que pensé que se podría extrañar a alguien, por inercia me levante de la cama y me dirigí a una de las cajas que aún no habia abierto. Mire dentro y una sonrisa gigante apareció en mi rostro en cuanto vi lo que ahí guardaba, saque de la caja una libreta, que si bien recordaba, tenía apuntado algunos recuerdos en México, no supe en que momento ni cuánto tiempo habia estado llorando, ver fotografías junto a mi mejor amiga hacia cada vez que mi corazón se destruyera cada vez un poco más.

Escuche la puerta de la camioneta cerrarse y no pasaron más de cinco minutos para que Eddie estuviese ya en mi habitación, en cuanto entro limpie mis lágrimas y no me moleste en fingir una sonrisa, no quería ni molestarme en plasmar algo que no sentía en absoluto.

- Bien, la comida está en la cocina, vamos, no puedes estar todo el tiempo aquí. – Se acercó a donde yo y extendió su mano para que pudiese levantarme del suelo, con gusto la tome y juntos fuimos a la cocina.

Estando en ella pude darme cuenta de el gran moretón que estaba apenas formándose en el costado izquierdo de sus labios.

- ¿Y a ti?, ¿Qué te paso ahí? ¿Acaso discutiste por los últimos fideos? - Una leve sonrisa apareció con el simple hecho de imaginarlo.

- No, no fue eso. – También estaba sonriendo. - Es solo que me encontré con tus amigos en el restaurant. - El guardo silencio para saber si podía seguir con la historia, estaba esperando una reacción de mi parte, pero no la obtuvo. -

- Bueno, me alegro que disfruten su tiempo juntos. – Mi voz estaba neutral, pero por dentro estaba ardiendo, el simple hecho de saber que ellos estaban disfrutando su tiempo, sin quizá pensar lo que yo estaba pasando, me hacía sentir aun peor. – Creo que ya no tengo hambre. – Me puse de pie y di un último sorbo a mi zumo. – Gracias, Edward, puedes irte ya. –

- No, T/N, espera, no te he dicho ni como me paso esto y lo que tus amigos me dijeron. -

- Si sobre ellos se trata, no quiero saber nada, ¿Bien?, lamento lo de tu labio, no vuelvas a pelear por los fideos. - Le sonreí por las últimas palabras y subí a mi habitación, me encerré en ella y eso fue suficiente para ya no salir más de esta.

La música ya no me ayudaba en absoluto, me hacía sentir más triste por los recuerdos que a mi mente traía y fue entonces que solo estaba tumbada en mi cama, mirando hacia la ventana, escuche que alguien subía las escaleras, sabía que era Edward sus pasos al subir esta no eran nada discretos, pude escuchar también que estaba intentando abrir mi puerta pero en cuanto se dio cuenta que esta estaba cerrada no lucho más, se deslizo y supe que ahí se quedaría.

La noche llego, junto con mis padres quienes no dudaron en intentar tirar la puerta de mi habitación.

- T/N, ábreme la puerta, hija, ¡date prisa! – Mi padre sonaba desesperado, pareciera que estaba siendo perseguido o una cosa por el estilo, no quería seguir escuchando sus gritos y tampoco quería quedarme sin puerta, así que le deje pasar.

- Ya, para, ¿Qué pasa? -

- No has salido de tu habitación desde que regresaste de México, entiendo que te sientas triste, pero también deberías ir al colegio, mija, tus amigos han venido a preguntar por ti y tú no les das acceso. -

- ¿Y qué esperabas? ¿Qué llegara contenta después de lo que paso? ¡Mi mejor amiga está muerta!, ¿No lo entiendes? – Las lágrimas amenazaban con salir y el nudo en la garganta evitaba que mis palabras fuesen claras.

We're Not A Secret. (Fifth Harmony y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora