Narry One Shots

33. Lo que necesita para comer

"Vale, vale. Me la llevo" Responde rápidamente, queriendo evitar que la mujer se preocupe demás. La verdad, es que cuando llega a casa su madre le está esperando con una gran cena usando la misma excusa que la señora Karen, y él no tiene de otra que comer todo (gustosamente, su madre hace la comida más exquisita del mundo) "Pero si engordo, usted tendrá la culpa y tendrá que pagarme la operación para ser delgado"

"Gordo dice" Replica ella, tomándolo de la mejilla "Mi hijo es gordo. Tú eres un palo"

Niall ríe, viendo como la mujer se aleja y le da un par de indicaciones a la chica que lava los platos, sacando unas risas en la cocina. Él también sonríe; le gusta el ambiente que hay en el restaurante, le hace sentir como si no estuviera tan lejos de casa.

Toma el plato de plástico, adornado con un listón rojo que la mujer siempre suele hacer para sus empleados cuando sobran cosas pequeñas como los restos de los clientes que nadie tocó, o los que no quisieron porque no lucían buenos, algo que ofende a la mujer porque todo lo que ella hace queda bueno. Siempre deja esos detalles a los estudiantes, y Niall cree que eso le hace aún más buena de lo que ya es.

Revisa lo que es; un trozo de carne pequeño. Piensa que se lo podría comer en el bus a su casa, o quizás dárselo a su perro (que come de todo, joder, de todo) cuando su madre no esté viendo, y aprovecha de tomar las bolsas de basura con la otra mano, las cuales no pesan casi nada.

Abre la puerta trasera con una patada suave, y sale al callejón donde está la basura. Está bastante oscuro y tal vez esa sea una de las razones de porqué no le gusta salir en la noche a botar la basura, sin olvidar que ese callejón huele a orina y ew.

Se acerca al tacho de basura, sacando la tapa y dejándola en el suelo con una maniobra que no entiende cómo hace al tener las dos manos ocupadas. Silba un poco, realizando su tarea aburrido, hasta que se gira y suelta un grito, casi dejando caer su comida al suelo. Casi.

"Joder, dios mío, casi me matas, dios..."

Es una niña. Tiene cabello castaño, algunos rizos y luce bastante pequeña, de unos seis o siete años, Niall no puede adivinar. Tiene el rostro sucio, pero su ropa luce limpia, sin embargo, está rota por algunos lugares.

"Hey, ¿estás bien? ¿Te perdiste o algo?"

Está un poquito preocupado. ¿Porqué una niña tan pequeña estaría a las nueve de la noche, cuando está oscuro, en un callejón?

"El chico me dijo..." Ella dice, en voz baja. Es tímida, se puede ver, y luce insegura de hablar. Después toma el valor y prosigue "Me dijo que esperara aquí hasta que saliera"

"¿Qué chico?"

La niña duda.

"Louis" Susurra finalmente.

Niall frunce el ceño.

"¿Sí? ¿Y porqué quiere Louis que esperes?"

Ella apunta con sus deditos el plato de plástico que Niall tiene en su mano derecha. Él se queda observando su acción hasta que entiende.

Obviamente.

Louis es demasiado bueno. Quizás mucho. Es obvio que si ve a una niña pequeña en ese estado le dará las sobras que Karen deja, tal vez pensando en sus hermanas al ver a la niña, o tal vez porque es bueno y ya.

"Oh..." Deja salir, entendiendo. Traga saliva, sin saber qué hacer "Bueno, Louis se tuvo que ir más temprano hoy, pero yo te puedo dar esto. No tiene nada malo. De hecho, creo que ni me lo iba a comer-"

"¡Noelle!"

Niall vuelve a dar un salto, asustándose. La niña no se ve sorprendida cuando un hombre (no tan hombre, ya que luce más o menos de su edad) aparece por otra parte del callejón y la toma en brazos, con una mueca en el rostro.