Al día siguiente toda mi casa estaba en completo silencio. Nate se levantó como hasta las dos de la tarde, y lo peor es que se levantó de mal humor.
-Entonces, ¿Gemma?.-Preguntó mi mamá, asentí.
-Si, sí es que llega a ser niña.-Le dije, ella asintió.
-¿Has visto al medico?.-Me preguntó.
-No, sólo una vez.-Le dije sin mucha importancia.
-Tienes que hacerlo, quiero que mi nieto nazca bien.-Sonreí y asentí.-Y quiero que nazca, ¿cómo está eso de que pensabas abortarlo?.-Preguntó.
-Seamos sinceras mamá, éste bebé me traerá muchos problemas.-Le dije, me volteó a ver seria.
-¿Y quién tuvo la culpa?.-Rodé los ojos.
-Pues yo, ya sé.-Dije con fastidio.-Y Sam, él fue en que no uso condón.
-Tú tienes la misma culpa que él, ya que si tu no hubieras querido, no hubiera pasado nada.-Mi mamá tenía razón, y mucha.
-Si, también es mi culpa.-Dije ya sin argumentos.
-Me alegra que lo sepas.-Como siempre, ella con su ego.-¿Te has imaginado a Sam con un bebé?.
Mi madre usó un tono de ternura, lo que me hizo sonreír con ternura también.
-No, pero creo que será un buen padre.-Le dije suspirando, ella río.
-Lo mismo le dije a mi madre cuando estaba embarazada de Nate...-Reí.
-Y papá es el mejor.-Concluí.
Nunca pasaba por mi mente ver a Sam con un delicado bebé en sus brazos, al contrario me reía de verlo con un bebé en sus brazos. Tan lindo Sam.
Mi papá y Stew estaban en el living viendo un partido de fútbol, Nate estaba ahí, pero Nate estaba medio muerto en el sillón.
-Camila, hija.-Iba a sentarme, y en eso mi papá se levantó.-Quiero que me acompañes.-Dijo haciendo señas para que no me sentara.
-Papá, estaba a punto de comenzar a ver el partido, veo que van ganando los..esos.-Le dije viendo la tv para tratar de ver quien iba ganando.
-En la noche darán la repetición y podrás verla.-Dijo con una sonrisa fingida, rodé los ojos y lo seguí.
Lo seguí hasta el patio trasero con el calor que hacía en Omaha.
-¿Qué pasa, papi?.-Pregunté como toda niña tierna.
-Dame un abrazo.-Pidió, así lo hice y unos segundos después supe que estaba sollozando.-Mi niña a crecido demasiado rápido.-Eso era lo más malo de ser la única niña en la familia.
-Papá me harás llorar.-Dije sobando su espalda.
-Eso espero cabrona, para que sepas lo que me has causado, me has hecho llorar, Camila.-Reí, él también lo hizo pero llorando al mismo tiempo.
-Te amo tanto papá, no sé que haría sin ti.-Lo abracé aún más fuerte.
-¡Camila!.-El gritó de Sam hizo que nos separáramos.-Ah, hola suegro.-Lo saludó con una sonrisa.
Mi padre se aclaró la garganta y se limpió las lágrimas que le quedaban.
-Hola Samuel.-Sam río por el tono de seriedad de mi padre.-No te rías, no creas que me tienes muy contento.
Sam cambió su sonrisa por una mueca delgada de su boca, me burlé de él en silencio.
-Lo siento señor.-Dijo Sam serio.
-Cuida de mi hija, y de mi nieto muchacho.-Mi padre le dio una ‘leve’ palmada en el hombro y entró a la casa.
-¿Me vas a decir que le tienes miedo a tu suegro?.-Me bulré de él.
-No es gracioso.-Dijo serio y dándome una cadenita plateada.
Busqué la forma de la cadena y era una linda ‘S’.
-Dime que no es la cadena de la tonta de Stella.-Le dije viendo la cadena.
-No, es la cadena del tonto de Sam.-Él y su linda y gran sonrisa.
-¿Es de hombre?.-Pregunté, asintió.
-Pero todo lo de hombre se ve mucho mejor y sexy en las mujeres.-Me guiñó un ojo.
Lo miré raro y después reí.
-Ayudame a ponermela.-Me di la vuelta para que él colocará la cadena alrededor de mi cuello.
-Te tengo una sorpresa.-Susurró en mi oído y después besó mi cuello.
Tomó mi mano y ambos entramos a la casa de nuevo, salimos por la puerta principal y cruzamos la calle hasta su casa. No había nadie.
-¿Qué hacemos aquí?.-Le pregunté con una sonrisa.
-Tendremos nuestra primera cita.-Me guiñó un ojo.
Caminamos hasta la sala de estar y ahí había un tazón con palomitas, dos vasos con soda y una manta sobre el sillón.-¿Cita?.-Pregunté.
-Veremos un maratón de The Walking Dead.-Y esa era la razón por la cual Sam era el mejor novio del mundo.
-Te amo tanto, feo.-Le dije abrazándolo, él sonrió.
-Yo más, aunque nuestra tierna cita podría terminar en algo más.-Dijo sobando mi espalda y tocando “sin querer” mi trasero.
-Olvidalo, podrías lastimar al gusano, por el momento no.-Le dije riendo y él río para después robarme un beso.
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The Sky isn't the Limit | Sammy Wilk
FanfictionSegunda temporada de ‘Flyin' high, touchin' the sky’