Harry, Theo y Blaise estaban encerrados en la oficina de este último, ya que temían que hubieran oídos en el Ministerio.
-Creo que debemos informarle a Draco, lo que está sucediendo, no me perdonará si le pasa algo a Hermione - replicó Blaise preocupado.
-No es buena idea Zabini - aseveró Harry serio - el hurón es acelerado y en su afán de asegurar su bienestar podría acarrear problemas más graves.
-Y no, no es aconsejable eso, en este momento - terminó la frase Theo - alertará a Donovan y a su complice.
-¿Estás seguro que tiene un cómplice? - preguntó un curioso Blaise o sólo son suposiciones tuyas.
-Tú mejor que nadie sabe, que mis suposiciones son muchas veces, aciertos, ciertas virtudes se han desarrollado más al madurar.
-O más bien, se te ha pegado la suspicacia de Lunita, diría yo - refutó Harry burlón mirándolo divertido.
-Muy gracioso, Potter y a ti se te ha pegado la arrogancia y desfachatez de tu esposa - rebatió victorioso el misántropo.
Los tres amigos al cabo de unos minutos se empezaron a reír a carcajadas, necesitaban la reunión para de una u otra manera, sacar todo el estrés que tenían por los últimos acontecimientos.
Hermione ajena a todo bebía su cafe negro y degustaba despacio su croissant de chocolate, se había tomado un pequeño descanso, después de firmar algunos pergaminos y organizar folders que ya se estaban acumulando.
No le gustaba que se le acumule el trabajo, pero cada día era imposible terminar el trabajo. Se agotaba con facilidad y se distraía por cualquier cosa, la edad le estaba pasando factura.
Ya no era la jovencita de antes, a pesar que con su rubio sus fuerzas se habían multiplicado, el exceso de ambrosías que se daban en cada encuentro la tenía cansada y enamorada a partes iguales.
Quien pensaría que Draco Malfoy fuera así de cariñoso y sobreprotector, el hurón malcriado había desaparecido para convertirse en un príncipe mágico y perfecto, que de sólo pensar en sus besos se le mojaba las bragas a la respetada Hermione Granger.
... ¡Haber sufrido por 17 años, para ahora ser feliz con mi némesis del colegio, que ironías de la vida!
-¡Buenas tardes! - saludó Luna al acercarse al escritorio de Emma, secretaria de Hermione ¿Podríamos ver a la Sra. Granger?
-¡Sí, por supuesto Señoras Nott y Zabini! - en este momento le avisó de su llegada. Apretó el botón del intercomunicador e informó.
-¡Sí, claro Emma! - respondió la castaña. Se puso de pie para recibirlas, al entrar las tres se dieron un abrazo fraternal, para luego sentarse en el pequeño salón de su oficina.
-¿Adivina qué tenemos aquí? - preguntó Ginny levantando las cejas
-No tengo la menor idea - respondió Hermione levantando los hombros… dime, dime
… ¡Ta, tan! - gritó la pelirroja dándole algo de alegría al asunto para luego mostrarle el sobre, que contenía el eco 3D de Lunita.
-¡Wow son gemelos! - exclamó Hermione ¡Que emoción! ¿Qué dijo Theo?
-No lo sabe aún, le fuimos a buscar y no está en su oficina, creo que tendré que esperar hasta que llegue a casa, ¡me guardarás el secreto!
-Por supuesto, Lunita.
Luego de la gran noticia, las tres amigas siguieron conversando sobre los últimos acontecimientos.
Mientras Hermione rememoraba sus últimos días de felicidad, otra mujer contaba los días para su venganza, recorriendo las mazmorras que estaba preparando para su gran golpe.
-Será suficiente esta mazmorra como última morada para la SS… amante de Draco… uhmm… yo creo que si - pensaba la arpía complacida.
Esa semana pasó rápido, entre compras navideñas en el callejón Diagon, unas veces con Minerva, otras con Pansy y por último con Hermione. Narcisa estaba feliz.
La mansión ya restaurada, cambió sus colores, cortinas, alfombras en tonos sobrios y elegantes, pero alegres, nada quedaba de la mansión oscura y tenebrosa de antaño.
BINABASA MO ANG
Eternal Flame
FanfictionHan pasado 20 años desde que la vio por última vez, ahora como profesor de Pociones en Hogwarts, requiere la presencia de las representantes de 2 de sus estudiantes, por una falta que a pesar de no considerarse tan grave para los jóvenes, requiere i...