Eternal Flame

Capítulo # 6

Hermione no entendía aún porque la había citado, si era la primera vez que lo hacía, aunque claro ella hablaría con su hija para que no se repita.

Ginebra al escuchar los miles errores de su hijo mayor comenzó a crecer en ella, la furia de Molly cuando sus hijos se portaban mal. Respiro profundamente para evitar lanzar algún improperio y mirando a su amigo le dijo — podrías llamarlo por favor.

— Tranquila Gin — aseveró Draco con voz suave — en un momento estarán los tres estudiantes aquí, para que puedan hablar con ellos.

Scorpius revisó su reloj y vio la hora. Se volteo a sus amigos y les dijo — ¡Vamos ya es hora!

Los novios caminaron adelante con las manos cogidas, mientras Alexander iba atrás arrastrando los pies. Golpearon la puerta siendo recibidos por Stuart. Entraron quedando frente a sus respectivos padres.

— Tú — exclamó Ginebra Zabini enfurecida y con la cara del color de su cabello — ven aquí que tenemos muchas cosas que hablar.

El joven moreno tembló asustado que hasta el color perdió... Se lo veía transparente, parecía un inferir... Tartamudeo... Sí... S.. Si... Ma.. Ma.

Ginebra se levantó de su asiento caminando atrás de su hijo para hablar afuera de su oficina, pero Draco se levantó atrás de ellos guiandolos hacía su recámara para darles privacidad. Quería mucho a su sobrino y no quería dejarlo morir, pero necesitaba un escarmiento para que cambiará su comportamiento de una vez.

Luego hizo sentar a Rose junto a su madre e hizo que Scorp se sentará junto a él.

Los chicos no entendían nada, Hermione menos.

— Granger — llamó Draco nervioso, carraspeo un poco para aclararse la voz — te he citado hoy para hablar de otro tema que nos compete a los dos, la relación que están manteniendo nuestros hijos, desde hace dos días.

Hermione sorprendida giró su cabeza hacia su hija y la miró interrogante.

Rose bajó su cabeza y miraba sus pies como si fueran las cosas más interesantes del mundo, olvidándose de las miradas interrogantes de su madre.

Scorpius se irguió lo más que pudo desde su posición, y mirando a su padre para pedirle permiso trago grueso y dijo — Sra. Granger no se moleste con Rosie, la culpa es mía ya que he estado enamorado de ella, desde los 11 años que la vi en en King Cross del brazo de su padre y le he suplicando innumerables veces que sea mi novia.

El rubio menor suspiró, pero al fin me aceptó hace menos de 1 día, y me ha hecho el hombre más feliz del mundo, si usted nos da permiso para seguir juntos le juro que será muy feliz a mi lado, no la haré llorar, le doy mi palabra como un Malfoy protector de su amada.

Hermione miraba al pequeño rubio mientras prometía y juraba amor eterno, para su hija. Por un momento le invadió la ternura al ver que diferente era Scorpius de su padre cuando tenía su edad.

Era un sinvergüenza, mujeriego, patán y tomaba o dejaba a las mujeres a su antojo, por algo lo llamaban el Dios del sexo.

La castaña reaccionó de sus recuerdos, y recuperando el hilo de
la conversación nuevamente, dijo — Están muy jóvenes aún para hablar de amor o enamorarse, primero deben pensar en sus estudios.

— Pero mamá — rebatio Rose indignada buscando argumentos para hacer cambiar de idea a su madre — tu también te enamoraste de papá a la misma edad que nosotros, se casaron y fueron felices.

— ¡Fuimos felices! — exclamó Hermione suspicaz — tú lo has dicho hija, pero ya se acabó.

— Sí, pero tu no puedes comparar a Scorpius con mi papá — refutó Rosie a punto de llorar — Scorp me quiere tal como soy yo, no me pide que cambie en cambio papá...

La Pelirroja detuvo su comentario al ver los ojos vidriosos de su madre, al recordar las duras palabras de su padre, el día que se separaron.

... "Quiero una mujer liberal, que no se cohiba, que le guste experimentar, audaz que no le avergüence decirme que le gusta en la intimidad. .. Pero tú a pesar de toda tu preparación académica y altos cargos en el Ministerio nunca pudiste calentar mis sábanas "

— Mamá, lo siento no debí — susurró Rose acercándose a su madre para abrazarla.

Draco y su hijo miraban la escena atónitos. Pero para Draco no hubo necesidad de tantas explicaciones ya que pudo leer la mente de Rose y escuchar  cómo testigo mudo las estupideces de la comadreja.

Por Merlín, Circe y Morgana... Como podía decir que Hermione era una mujer fría, si con solo verla cierta parte de su cuerpo, que el rubio pensaba que ya no lo usaría más se despertó emocionado.