Eternal Flame

Capítulo # 30

Las chicas la llevaron de vuelta al salón Azul, mientras ambos se miraban por encima de sus amigos.

— Vamos Herms cuéntanos — pidió Ginny con un tierno puchero — ¿Por qué te dejaste besar del hurón? — todos esperábamos que lo hechices o peor aún que lo insultes por atrevido, pero no escuchábamos nada.

Hermione suspiró profundamente para luego sonreír, miró a cada una a los ojos y les dijo — yo lo bese — mordió su labio y aún sonriendo replicó tenía mis dudas, pero cuando me acerque a él... Draco se quedó quieto, no se alejo. Dejó que lo acariciara, fue tan tierno. Es tan cariñoso... ¡Oh Ginny! Porque no lo vi antes... Que tonta he sido.

— Granger no te deprimas, no es necesario — respondió Pansy — después de la guerra, pocos pedimos perdón — mírame a mi yo soy un ejemplo del cambio, me revele a mi padre, amaba a Potter y Blaise a Ginny — así que rompimos el contrato de matrimonio y mirarnos ahora, felizmente casados.

— A mi me hicieron un favor — dijo Daphne tímidamente — Mi suegro mató a Alecto Carrow, a quien mi padre prácticamente me vendió — en nuestro séptimo año, recuerdas George y yo nos hicimos cercanos y nos enamoramos.

— Tú amaste por 6 años a Ron, y al fin este respondió a tus sentimientos, se casaron, pero no todos amamos igual — explicó Luna mirando a su amiga sonriendole tiernamente — Ron nunca maduro y no te valoró, pero aún eres joven, bella puedes rehacer tu vida.

— Sus amigas tienen razón, Hermione — dijo Narcisa entrando al salón — usted y Draco están solos, aún son jóvenes y se gustan — ¿Por qué no intentarlo?

— ¿Ustedes creen que él quiera intentarlo? — preguntó Hermione dudosa — Draco es muy guapo y según supe tiene muchas admiradoras — no creo que quiera complicarse la vida con una mujer divorciada y madre de dos adolescentes... ¡Por Merlín, le costará su trabajo en Hogwarts!

— Granger quieres calmarte, por favor — replicó Pansy sorprendida — no puedes dejar los malos hábitos de sabelotodo y dejar de complicarte la vida — ve a hablar con Draco y preguntale tu misma.

— ¡No… me da vergüenza! — exclamó Hermione aterrada — lo mas seguro es que se burlara de mi como lo hacía en el colegio.

Pansy rodó los ojos y haciendo un mojin dijo — Granger deja de ser pesimista — no puedo creerlo, lo besas, lo acaricias, ¿pero no puedes pedirle que se lie contigo? — maldita valentía de los Griffindor, se dejan llevar por sus impulsos, pero no ambicionan ganar más.

¿Qué te dijo? ¿Cómo domaste a Hermione? ¿Cómo la besaste? — esas preguntas se repetían en la boca de sus amigos, quienes lo miraban expectantes.

Draco los miraba con las manos dentro de los bolsillos y su habitual sonrisa de arrogancia — Calma, calma ya les contaré los pormenores se los prometo, pero primero tengo que hablar con Hermione — quiero que este segura que la quiero en mi vida — replicó.

— ¡Lo prometes! — exclamó Blaise señalandolo con su dedo — iré a buscarla para que hablen y después serás todo nuestro.

— Sí, si apresurate — dijo el rubio un tanto nervioso.

Blaise cómo todo un caballero golpeó la puerta del salón y llamó a la indicada — ¿Hermione puedes salir un momento, por favor? — preguntó.

Hermione abrió la puerta y salió  apretandose las manos nerviosa, afuera Draco la esperaba, tomó su mano y la llevó al jardín para hablar mejor — beso sus manos con devoción y las colocó en su cuello, ambos pegaron sus frentes y se miraron a los ojos. La castaña iba a hablar, pero él rubio colocó un dedo en sus suaves labios y movió su cabeza.