Capítulo # 52

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Mientras los reporteros asediaban a Ginny por su pronta salida del equipo, Blaise custodiaba que no se acercaran a sus hijos.

- Srta. Weasley, srta. Weasley - llamó Rita Skeeter desesperada por ser tomada en cuenta... ¿Por qué deja tan pronto a las Arpias? - no será que como ahora es dueña de una gran fortuna, como lo es la de los Zabini, el equipo le parece poca cosa.

Los sangre pura presentes fulminaron con la mirada a la reportera imprudente, pero la mirada que más la puso nerviosa fue la de cierta castaña, que combinaba su mirada asesina con un tierno juego con su varita. Skeeter trago grueso, pero no se retracto.

Ginny rodó los ojos y colgándose del brazo de su marido contestó - Después de haberle dado 12 años de mi vida a las Arpias, he ganado mi pequeña fortuna en galeones que, aunque no se compara a la fortuna de mi marido, la decisión por abandonar a mi equipo es únicamente por mis hijos, deseo compartir mi tiempo con ellos, que son mi mayor orgullo.

Y para ya no tener que mirar su horrenda cara, se llevó del brazo a Blaise y a sus hijos lejos de ahí.

Por otro lado Amanda era asediada por toda clase de hombres. Aunque colgaba del brazo de un orgulloso Ron, que se sentía el dueño del mundo, éste no se inmutó, ya que estaba seguro de la fidelidad de su novia.

Las damas del Círculo Rojo y Verde había tomado una mesa y degustaban de los canapés y las copas de champán francés, mientras reían y hacían pequeños comentarios sobre lo que observaban en su entorno.

Draco y sus esposos estaban parados en el mini bar bebiendo coñac, pero el rubio no perdía el tiempo para echarle unas miradas sugestivas a su novia.

El vestido que le regalo le quedaba perfecto, se la veía tan sexy,  y ni que se diga de la pronunciada abertura en su pierna, lo traía babeando.

Hermione se ruborizada cada tanto, por las miradas lascivas de su novio, y como podía tapaba sus piernas con la suave tela del vestido.

A los pocos minutos sonó una melodia romántica, que le gustaba a todas sus amigas, uno a uno los caballeros se acercaron a la mesa para invitar a bailar a sus esposas y cantarsela en sus oídos, unos ojos castaños chocaron con otros de plata líquida, cuyo dueño sonrió y moviendo ligeramente la cabeza se acercó a su novia, la tomó de la mano delicadamente para guiarla al centro de la pista.

Draco fue aún más tierno con ella, apenas Hermione colocó su cabeza en el duro pecho de su rubio, este le susurraba una parte de la canción, de una manera tan emotiva, como si de una declaración de amor se tratase, que hizo que finas lágrimas se escurrieran por sus mejillas… "I have died every day waiting for you
Darling, don't be afraid
I have loved you for a thousand years
I'll love you for a thousand more
And all along I believed I would find you
Time has brought your heart to me
I have loved you for a thousand years
I'll love you for a thousand more"

Y así terminó la canción que después se convertiría en su propia melodia, ya que fue el himno del rubio por años, era su oración a Merlín, le daba esperanza de que algún día estaría con su amada castaña.

Sus amigos los observaban y se retiraron en grupo para no despertar comentarios ni miradas extrañas, Amanda que había estado atenta a la situación de ellos rechinaba los dientes en respuesta, salió a uno de los balcones a tomar aire y maquinar la forma de vengarse de Draco y en su camino lastimar a la mustia de Hermione, como ella la llamaba.

Eternal Flame Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz