Capítulo # 69

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Harry Potter salió de su camarote escondido tras una puerta en su oficina, para seguir examinando pistas que lo lleven a encontrar al verdadero autor del atentado contra Hermione.

Apenas si había dormido unas cuantas horas esa semana, ni que decir de ir a su casa a descansar.

Bárbara, su secretaria tocó la puerta despacio y al no escuchar nada, entró a su oficina con una carpeta manila.

- Jefe Potter le traigo las pruebas sobre las huellas que encontró en la sala de la sra. Granger - explicó

Harry suspiró y ahogando un bostezo con su mano la miró y extendió su brazo para recibir las pruebas. Gracias por tu ayuda, Bárbara puedes retirarte.

- Debería ir a descansar, jefe si me disculpa le diré que se ve terrible -

- Ni me lo recuerdes, y peor me veré cuando mi esposa me reclame por mi descuido de ella estos días, seré más feo que Greinback... Te lo aseguro.

Bárbara soltó una risita y salió para que su jefe terminara rápido su trabajo.

El pelinegro abrió el sobre y sacó los resultados, dos huellas distintas de zapatos halló allí.

- ¡Bingo! - grito emocionado...

Ya sabia yo que Davis no estaba solo, a ver veamos quien eres, dijo leyendo detenidamente el informe que le habían enviado.

Asthon Donovan 

Status: Pura sangre

Edad: 56 años

Sentenciado a Askaban.

Condena: 17 años

Cargos:

Encargado de buscar asesinos para el Sr. Tenebroso.

Salió hace 6 meses.

Residencia: Desconocida

Así que eras quien te ensuciabas las manos para el "sin nariz" y ahora presumo que tienes nuevo jefe... O jefa.

Si es verdad que Amanda está atrás de todo esto, Hermione corre mucho peligro. Tendré que buscarles nueva residencia...

Bueno creo que es todo por hoy, mañana regresaré a solucionar ciertos detalles importantes, ahogó otro bostezo y sacándose los lentes para sobarse la frente con el torso de su mano, guardó el sobre dentro de su caja fuerte, la cerró, se colocó su chaqueta y salió rumbo a las chimeneas.

Bueno creo que es todo por hoy, mañana regresaré a solucionar ciertos detalles importantes, ahogó otro bostezo y sacándose los lentes para sobarse la frente con el torso de su mano, guardó el sobre dentro de su caja fuerte, la cerró, se colocó su ...

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James estaba arrimado a una de las viejas paredes de piedra de su amado colegio, fumando un cigarrillo muggle para aplacar el frío y la ansiedad mientras esperaba que su tía saliera de allí.

Su compañero ya se había ido y él como siempre se quedaba con ella, hasta que terminará su trabajo y la escoltaba hasta su casa.

El castaño no era tonto, y como buen observador que era notó las miraditas de amor entre Hermione y Malfoy como él solía llamarle.

No preguntaría nada, no era su estilo, pero sí daría su vida por la suya, en parte porque era su trabajo y otra porque adoraba a sus primitos, no podía dejarlos solos. 

Al cabo de unos minutos llegaron hasta él, los sudodichos tomados de la mano, como dos adolescentes enamorados. 

James discreto apenas si sonrió, miró a Draco haciéndole un asentamiento de cabeza, como señal de saludo. 

- ¿Estás lista, tía? - preguntó. 

- Sí, James vámonos, es tarde - susurró Hermione colocándole una mano sobre su hombro desaparecieron del colegio. 

La castaña odiaba desaparecerse, le causaba náuseas, así que apenas llegó a aquella suite ya conocida, corrió al baño para vaciar su estómago. 

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