Capítulo # 98

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Theo tomó de la mano a sus dos amores y caminó con ellas hasta sentarse en uno de los sofás para tres cuerpos. Pandora sentía los celos de su padre, le causaba ternura y lo amaba mucho más, sabía que sería duro dejarla ir, pero si notaba que su amor era correspondido, él sería su aliado. 

Los demás hicieron lo mismo, pero los más jóvenes serían los encargados de entregar los regalos a los adultos, sus rodillas se los agradecían, después de tantos años, tanto el dúo de oro y el trío de plata saludaban de lejos a los cuarenta… y ni que se diga de Cissa, Minerva, Los Weasley y Los Granger. 

Todos reían emocionados al abrir a lo muggles sus obsequios, luego de los abrazos y agradecimientos respectivos, Stuart llegó con jarros de chocolate caliente y masmelos.

George llamó a su hijo, juntos salieron del salón. Al cabo de unos minutos regresaron. Fred II como todo un hombre se acercó a Theo, amablemente le pidió audiencia. 

-¡Pueden hablar en el estudio! - sugirió Cissa feliz, solo te pido escuches primero. Freddy si no puedes con él solo grita, que iré en tu auxilio. 

El pequeño pelirrojo luego de entender la frase dicha por su abuelita del corazón se puso blanco como papel, parecía un inferir, e igual caminó atrás de su amado suegro. 

La conversación duró más de media hora, los demás se habían quedado en silencio esperando que salieran en Buenos términos, para terminar la velada tranquila. 

Draco con excusas, sacó a Hermione del salón llevándo la a las cocinas, despidió a los elfos y la subió a la encimera  para besarse a conciencia. Luego de trancar bien la puerta para no ser interrumpidos. 

-Bueno "señora Malfoy" , recuerde que tenemos que seguir practicando para encargar a nuestros gemelos, que serán perfectos y hermosos como sus padres. 

Hermione sonrió en sus labios, más cruzó sus piernas en la cintura de su rubio para darle acceso a su centro ya mojado y listo para recibirlo. 

Draco no lo pensó mucho, murmuró un muffliato, bajo el cierre de su pantalón, movió hacia un lado la tanga de su castaña y la penetro hasta el fondo iniciando un vaivén delicioso, que provocaba gemidos entre los dos, se permitieron gritar, acariciar se, dejando besos húmedos en sus cuerpos ardientes y excitados para llegar juntos al ansiado orgasmo, el rubio derramó toda su simiente en ella. 

Así se quedaron por unos minutos. Luego de unos cuantos besos más, Draco hizo un hechizo de limpieza en ambos, se acomodaron sus ropas, saliendo de la cocina tomados de la mano, muy radiantes. 

Theo dialogaba con Pan y Fred, mientras ponía límites de visita, y que tan cerca podrían estar uno del otro en reuniones familiares, y si no era mucho pedir en el colegio también.

Theo dialogaba con Pan y Fred, mientras ponía límites de visita, y que tan cerca podrían estar uno del otro en reuniones familiares, y si no era mucho pedir en el colegio también

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Los tres mortifagos conversaban en el salón, la primera en levantarse fue Amanda, con claros signos de sueño. 

-Me disculpo, estoy cansada - murmuró. 

-Hija, espera - pidió Edward mientras hurgaba entre sus ropas sacando un sobre verde sellado para dárselo - ábrelo con mucho cuidado, puedes perder su contenido. 

La arpía lo colocó en su mano, con la lengua para arriba y miró dentro de sí, sonrió al ver su contenido e impulsada por una inusitada felicidad se acercó a su padre y lo abrazó. ¿Cómo los conseguiste? - preguntó 

Mi Lord nos ordenó tomar varios cabellos de ciertos aliados, así que los preserve muy bien todos estos años, con un hechizo creado por Snape, "serva capillum" sabía que en algún momento me servirían. 

Ahora solo te toca crear una distracción para completar la misión. 

Amanda sonrió en respuesta. Era su momento para vengarse de Hermione.

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