Han pasado 20 años desde que la vio por última vez, ahora como profesor de Pociones en Hogwarts, requiere la presencia de las representantes de 2 de sus estudiantes, por una falta que a pesar de no
considerarse tan grave para los jóvenes, requiere i...
Alex entró a la recámara de Draco, y se arrimó a una pared.
- ¡Siéntate aqui! - ordenó Ginny mostrando la silla a su hijo.
Alex titubeó, pero al final obedeció.
Ginny tomó otra silla para quedar frente a frente, respiró profundamente mientras movía la cabeza de un lado a otro tratando de relajarse.
- Quiero entenderte hijo, te lo juró - susurró Ginny conteniendose - todo lo que haz querido lo has tenido, juguetes, ropa y viajes - tu padre y yo juntos si así lo deseabas - No te falta atención, mimos, amor ¡nada! - No tienes de que quejarte ya que tanto Blaise como yo hemos sido buenos padres para ti y Kassy, sin embargo, ella no provoca ni la mitad de los problemas que tú - no los estoy comparando, ustedes son diferentes y nosotros los amamos tal y como son, pero quiero saber porque te comportas así - o será acaso que quieres un castigo para saber si te amamos de verdad ¡Estoy esperando que me digas que te falta!!!
Alex levantó su cabeza y miró hacia un lado y dijo - tengo todos los lujos de los Zabini, y la atención de mi abuela y de mi padre, pero la tuya no... Tú amas más a las Arpías que a nosotros.
Kassy no reclama porque ella se conforma con la atención de la abuela Molly, pero a mí me haces falta tú.
Aún recuerdo cuando me enseñaste a volar en escoba a los 3 años, es mi más lindo recuerdo, después de eso solo te veo en los partidos, porque ni cuando vamos a casa por las fiestas de Navidad estas presente, eres igual que el tío Ron.
- No te atrevas a compararnos - grito Ginny molesta - yo no engaño a tu padre.
- Yo no he dicho eso, madre - aseveró el joven moreno, pero no crees que ya es tiempo de atender a tus hijos - creo que 12 años dedicada al Quidditch es más que suficiente, para cumplir tu deseo adolescente.
- ¡Sí claro y la Estúpida soy yo! - dijo Ginny con arrogancia - siempre tan irresponsable culpando a los demás por tus errores - crees que te voy a creer que es por mi, tu comportamiento rebelde y despreocupado, no señor no caeré tan fácil en tu juego - Tú recibirás el castigo que te mereces y si no escarmientas el otro año te inscribirémos en el Instituto Durmstrang, para que termines tu educación.
- Madre, no quiero ir allí - refutó Alex embrabecido - sabes muy bien que odio la magia oscura y no abandonaré a Scorp... Él solo me tiene a mi aquí - que será de mi hermanito rubio, quien lo defenderá cuando tío Draco se vaya.
- Depende de ti - dijo Ginny levantando las cejas y aún no termina tu castigo - tienes terminantemente prohibido visitar o adquirir cualquier fórmula, poción, o caramelo de Sortilegios Weasley - Además no saldrás a Hogsmeade ningún fin de semana para que tus suaves deditos terminen las tareas que le debes no solo a Draco sino a todos los profesores ¡He dicho, alguna duda!!
... No, mamá - susurró Alex arrastrando las palabras - se acercó a su madre con cautela, agachandose un poco para darle un beso en la mejilla.
- Te amo, hijo - susurró la pelirroja cansada - sabes que lo hago por tu bien, quiero que te puedas defender cuando termines el colegio - o si tienes que librar una nueva guerra.
Alex bufó... Su madre siempre le decía lo mismo.
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Al abrir la puerta vio a Hermione llorando en brazos de su rubio amigo, y sintió lástima y vergüenza. Sabía que su amiga lloraba por las estupideces dichas por su hermano.
No queriendo romper ese momento, y a sabiendas del amor secreto de su amigo por Hermione volvió a entrar a la habitación en compañía de su hijo a la espera de la confirmación de Draco, para que ellos puedan salir.
