Han pasado 20 años desde que la vio por última vez, ahora como profesor de Pociones en Hogwarts, requiere la presencia de las representantes de 2 de sus estudiantes, por una falta que a pesar de no
considerarse tan grave para los jóvenes, requiere i...
- Hermione me gusta tu cara de felicidad - dijo Ginny levantando las cejas - me cortó la cabeza y eso es culpa de cierto hurón.
La castaña no pudo evitar sonreír y bajó la cabeza apenada mordiendo su labio inferior.
- Draco es tan lindo, sus besos son una delicia - aseveró Hermione suspirando - es todo un caballero, me trata como una reina y lo mejor se lleva bien con mis hijos.
-¡Wow! - exclamó la pelirroja sorprendida - ¿Cómo que van muy rápido, no?
- No es eso, Gin - refutó... Solo que este fin de semana mis hijos estuvieron en casa conmigo, Draco vino y ya sabes lo cariñoso que es... Rose nos encontró besándonos en la cocina y lo invitó a cenar, luego jugo Ajedrez mágico con Huguito y le ganó... Después pidió su premio... Y nos aparecimos en su habitación...
- ¡Qué...! - grito la pelirroja emocionada, no me digas que el hurón te violó - cuéntamelo todo, quiero detalles.
- Primero haz de saber que me pregunto si yo quería - aseveró Hermione. Y tú por supuesto dijiste que si - rebatio Gin levantando las cejas con picardia.
La castaña sonrió.
-¿Cuántas clases de educación sexual, con dibujitos te dio el profesor Malfoy? - preguntó Ginny
-Uhmm... Varias, es más esta mañana me dio un par más - dijo Hermione con un aire de inocencia.
De repente, se prendió un foquito de colores en la mente de la pelirroja, miró a su amiga y le preguntó - ¿Se tomaron la poción anticonceptiva? - porque me imagino que ya no te estabas cuidando con tus métodos muggles.
- No, después de embarazarme de Rose, deje de tomarlos - esos métodos no sirven con los niños mágicos - dijo.
-Pues te diré... Srta. Granger - refutó la pelliroja tocando el plano vientre de su amiga - que si mis cuentas no me fallan, aquí se esta formando un pequeño hurón o una huróncita.
Hermione abrió los ojos como platos, bajo la mirada hacia su vientre y se tapó la boca con las manos, sintió felicidad y nervios, pero la idea no le molestaba en lo absoluto.
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Draco llegó a Hogwarts, saludó a Minerva y se fue directo a su oficina.
El ambiente de fiesta estaba en todo su esplendor, Minerva había escogido ese día para celebrar el inicio de las fiestas navideñas, ella siempre trataba de mantener un ambiente fresco y de felicidad entre sus amados estudiantes. Más cuando por fin había camaderia entre las casas. Era un sueño hecho realidad.
Al abrir la puerta de su despacho, encontró a su elfo Stuart sirviéndole té con pastelillos.
-Buenos días, amo - saludó Stuart ¿Qué tal estuvo su manaña?
- Muy productiva - sonrió Draco con picardia recordando las curvas de su novia y sus besos que lo tenían loco.
De repente la voz de Narcisa retumbó en sus oídos - ... espero que se hayan cuidado en su último encuentro, recuerda que ella aún está casada - si supiera mamá que después de ese hubieron dos más, me mata.
El rubio comió y bebió muy contento rememorando lo acontecido ese inolvidable fin de semana. Pero fue interrumpido por unos suaves golpes en la puerta. Se levantó y al abrir se encontró con dos pequeños, uno de cabello rojizo y el otro rubio.
-Buenos días, profesor Malfoy - saludaron los niños de segundo curso ¿podemos pasar?
-Adelante - respondió ¿Díganme en qué puedo ayudarlos?
- Le he comentado a Cornac II que usted es un digno oponente, para jugar ajedrez mágico - dijo Huguito ¿Y nos preguntábamos si usted quisiera jugar una partida con nosotros?
Draco sopeso la invitación, mientras miraba a los pequeños, luego de unos minutos respondió - estoy de acuerdo, nos vemos en el comedor en media hora, ¿les parece? Yo llevaré el tablero.
Al cabo de unos minutos, todo el alumnado se enteraba de la partida de ajedrez que tendría lugar en el comedor, entre Draco y los niños.
Rose al enterarse sonrió feliz... Draco iba por un buen camino con su querido hermanito, eso le daría felicidad a su triste corazóncito.
