Eternal Flame

Capítulo # 44

Los pelirrojos Weasley-Granger estaban listos junto a sus baúles, y la jaula de Eros, para regresar por flu a Hogwarts, bajo autorización de McGonnagal.

Rose abrazó a su madre y le dio un beso de despedida en la mejilla, tomó su baúl para desaparecerse entre las llamas verdes, luego Huguito hizo lo propio y la siguió detrás.

Hermione suspiró con tristeza por despedirse de sus adorados hijos, pero la tristeza le duró poco, ya que se volvieron a encender las llamas verdes, pero esta vez una rubia cabellera hacia acto de presencia con su sonrisa ladeada y su mirada de picardia.

Draco la miró de pie a cabeza, sus ojos destellaban deseo puro, hubiera deseado tener los poderes de rayos X del superheroe muggle, superman para ver si Hermione llevaba ropa debajo de su salida de cama.

La castaña leyó el deseo impreso en los ojos grises, se sonrojo al intuir lo que Draco estaba pensando, pero su centro no se cohibio al contrario, se mojó inmediatamente, para estar listo para su placentera intromisión.

Draco no la saludó, sólo se acercó a ella y sin pedir permiso la levantó en peso, colocando sus piernas alrededor de su cintura, quedando su bata recogida, dejando ver unas diminutas bragas color negro, para luego pegarla a la pared más cercana.

Devoró su boca con hambre, jugueteaban ambas lenguas como si se hubieran amado toda la vida, luego besó su cuello e iba dejando un recorrido de besos hasta llegar al nacimiento de sus senos, sacó uno para chuparlo como borrego hambriento, mientras masajeaba el otro.

Hermione gimió desesperada pegandose más a su novio, necesitaba sentirlo adentro y profundo.. Dra... Draco, por favor — suplicó entre gemidos — te quiero dentro de mí...

Draco con la voz ronca por la excitacion preguntó — ¿Qué quieres? ¿Cómo lo quieres?

— A ti, te quiero to... do dentro de mi — gimió la castaña enmudecida — ya Draco, por favor.

El rubio movió sus bragas hacia un lado e introdujo dos dedos en su centro mojado y más que dispuesto, sacó los dedos y se los metió a la boca probándola como si fuera el manjar más delicioso y la besó apasionadamente. Mientras Hermione se perdía en probar sus propios fluidos, Draco la penetro de una sola estocada, comenzando el vaivén delicioso, gemidos y suspiros habían entre ellos cada tanto, en dos estocadas más llegaron juntos al orgasmo.

Draco cansado aún con Hermione en sus brazos, caminó como pudo para sentarse en el mueble de dos puestos, con ella a horcajadas en su vientre y su pene aún dentro de ella.

Hermione se quitó la salida, la bata quedándose totalmente desnuda sobre Draco, su miembro al sentir nuevamente su centro caliente se empalmo emocionado.

La castaña no preguntó simplemente se acomodo mejor y empezó su movimiento excitante, sacudiendo sus senos delante de la cara de Draco.

Este se mordió los labios, tomó uno de los senos blancos, lamio el pezon para luego besarlo, lamio y chupo haciendo que Hermione gimiera de placer, apretando su miembro en el camino, situación que producía verdadero placer en ambos.

- Eres deliciosa, mi amor - decía Draco entre gemidos - me vuelves loco, sigue así, no te detengas... Mas rápido... Oh... Así... Sí... Sí... mm...

Hermione tocó su órgasmo mientras se sacudía ferozmente, apretaba los hombros del rubio arañandolos en el camino. Hasta que suspiró y sonrió maliciosamente, besando en el camino a Draco y mordiendo su labio inferior.

Draco no se quedó atrás, luego de que su castaña terminará la tomó por el trasero levantandola y bajandola unas cuantas veces más hasta que él llegó a su orgasmo.

Allí se quedaron ambos un rato descansando y recuperando el aliento.

- Creo que deberíamos tomar un baño - dijo Draco suspirando y sin esperar respuesta la tomó en brazos.

Hermione sonrió y dijo - arriba puerta de la izquierda.