Capítulo # 53

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Ron buscaba desesperado a su novia por todo el salón, ya tenía rato desaparecida.

Para disimular su abandono, comenzo a saludar a los presentes, tanto amigos como reporteros, mientras dialogaba con Skeeter alcanzó a admirar unas bien cortoneadas piernas y sin levantar la cabeza se acercó a su dueña, tal fue su sorpresa al darse cuenta que eran de su ex esposa y sin perder más tiempo se acercó a molestarla.

- Vaya, vaya el patio feo se ha convertido en un sexy cisne - se burló Ron mirándola con deseo.

Hermione rodó los ojos y frunció sus labios en respuesta - ¿Qué quieres, Ron? - preguntó sin ganas - veo que se te ha perdido tu arpía... Ha de estar encerrado con alguno de sus amantes en el baño.

- ¡No te permito que hables así de ella! - exclamó el pelirrojo indignado y se abalanzó hacia ella para lastimarla.

- ¡Epa, comadreja - gritó Draco empujandolo - que tu mamá no te enseñó a respetar a las mujeres.

- Tú no te metas, hurón asqueroso, este es un problema entre mi esposa y yo - refutó Ron enojado - le voy a enseñar a respetarme.

- ¿Y por qué es tu esposa, puedes maltratarla delante de todos? - cuestionó Draco en respuesta - pues lo siento, pero no será esta noche, ni en este lugar.

Blaise que ya había escuchado bastante se acercó a los dos hombres, mientras con la cabeza le hacía señas a Hermione para que se marchará lejos del alcance de Ron.

- A ver si no me equivoco, las leyes mágicas son muy claras - dijo el moreno acercándose a ellos - si estas pidiendo la anulacion de tu matrimonio - solo tienes derecho a ver a tus hijos, más no a acosar a tu ex cónyuge y peor aún a maltratarla.

- ¡Tú no entiendes! - exclamó Ron a punto de perder los estribos - a Hermione hay que enseñarle a cerrar su bocota.

Draco lo miraba rojo de furia por la forma tan grotesca como trataba a su novia, así que apretaba los puños tan fuerte, para evitar caerle  a golpes, no era el momento ni el lugar para pelear.

- ¿Y qué te dijo, para que te enojes tanto? - preguntó Blaise aburrido - mira no quisiera tocar tus bóvedas, pero esta ofensa y amenaza debo reportarla al Ministerio y que ellos actúen en defensa de los derechos de Hermione.

- No pongas palabras en mi boca, Zabini - aseveró Ron fastidiado - mi reclamo fue porque se atrevió a hablar de la reputación de Amanda y eso no se lo voy a permitir a nadie.

- Oh ya veo - dijo Blaise un tanto aburrido - la vi salir a los balcones, ve a buscarla allá y deja de incomodar a los demás.

Ron no esperó dos veces y se encaminó allí, pero ya no estaba..

Draco por su parte se había dirigido al baño de los caballeros, necesitaba mojarse el rostro para tranquilizarse, si no hubiera intervenido Blaise lo más probable es que hubiera terminado pegándole a la comadreja.

Tan absorto estaba en sus pensamientos, que no notó la presencia de cierta pelinegra, que se deslizó como toda una serpiente hasta quedar pegada a su espalda... Uhmm Draquito que sexy espalda tienes - susurró Amanda en su oído, a la vez que acariciaba sus brazos con devoción - poco le duró el gusto porque el rubio reaccionó a sus caricias y volteandose rápidamente le tomó de los hombros para alejarla de él.

- Amanda, te he dicho muchas veces, ¡que no me toques! - exclamó molesto el rubio - entiende de una vez por todas que tu cercanía solo me provoca repulsión.

- ¿Yo te causó eso? - refutó la arpía dolida, pero las caricias de la mustia de Granger si te gustan que hasta le cantas baladas al oído.

- No tengo porque responderte eso - contestó Draco con su habitual arrogancia. Y salió del baño.



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