Capítulo 9 ✔️

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POV KIARA WALTON

—Mira hacia acá, quizás te mire a ti considerando que eres la única soltera en el grupo— le dijo la otra chica a la que gritó hace un momento, tengo entendido que ambas chicas trabajan para mi primo Ercik, la que gritó era Lisa, la secretaria.

No quería ni mirar a ese imbécil ¿Qué rayos hacia él aquí?

Allison se recostó en su asiento para hablarme al oído.

—¿No es tu cuñado? — preguntó ella. No tenía caso ocultarlo, en un mes sería noticia nacional que Kiara Walton se casó con el Lobo de Minnesota.
—Eres la mejor amiga de mi hermano, ¿cierto?
—Sí— respondió Allison convincente.
—No será mi cuñado, será mi esposo— solté, sintiendo como esas palabras asesinaban mi cerebro.
—¿Cómo? Pero él mismo lo dijo, se lo dijo a Erick— aseguró ella.
—Eso fue antes de que le rayara su auto, era un Cadillac Escalade, yo no lo sabía, no sé de autos— me quejé sintiéndome estúpida por lo que hice, no quería recordar ese momento, era mi culpa que estuviera metida en esto.

—¿Por qué hiciste eso? — inquirió Allison sorprendida.
—Porque él no quería mover su auto de la zona de bicicletas en la universidad. Ahora Kate me odia por robarle su unión millonaria— me lamenté.
—¿Cuántos años tienes? — cuestionó mirándome para luego mirar a Bastián.
—Tengo veintiuno— revelé sin más, haciéndola reír como loca.
—Pareces una adolescente. Aunque debo confesar que él no ha dejado de mirarte— susurró algo atrevida a mi lado.
—Porque me odia— aseguré apretando mis dientes.
—Quién no, yo también lo haría, le rayaste un auto muy costoso— comentó Allison removiéndose en su asiento.
—Will no lo sabe, mataría a papá, así que no puedes decirle— le pedí.

—¡Vamos a menear el cuerpo, Allison! — gritó una de las chicas tomando de la mano al hombre que hablaba con Will, Frank Caflin, otro empleado de mi primo Erick, ahora que lo pensaba ¿Por qué Erick no estaba aquí? Pero, mi pregunta quedo resuelta cuando recordé que si mi hermano estaba aquí era imposible que Erick estuviera, ambos eran como el agua y el aceite. Todos se fueron a la pista.

Will se acercó a mí y a Allison; empezamos a hablar de trivialidades.

—Sabías que Allison es la novia de Erick— chismoseó mi hermano.
—¿Es en serio? — pregunté sorprendida.
—No soy su novia, es una relación complicada— confesó Allison.

Realmente no podía creerlo, Erick con una novia después de lo que le hizo la zorra de Jueli, eso era algo nuevo.

Vi a Will voltear su cabeza mirando fijamente la puerta del bar, siguiendo a una chica con su mirada, muy sospechoso.

—Llegó Christyn— suspiró mi hermano. Sabía quién era Christyn, lo escuchaba repetir ese nombre en cada llamada que nos hacíamos.
—¿Tu instructora de baile? — indagué. Will se quedó embelesado sin responder.
—¿Por qué no me acompañas a bailar un rato? — me pidió Allison tratando de que dejará a mi hermano con su instructora a solas, ya que ella venía hacia nosotros.

POV BASTIAN DAVIS

Mantenía mis ojos sobre la menor de las Walton, no porque quisiera, sino porque el maldito vestido que llevaba puesto no me permitía despegar mi mirada de ella; no comprendía qué diablos se hizo en el pelo, sin embargo, por alguna razón me encontré con un rostro supremamente hermoso el cual desconocía o quizás ignoraba; sus facciones eran delicadas, derrochaba belleza y elegancia a pesar de estar rodeada de otras mujeres hermosas, como lo era la novia de Erick Walton, Lisa quien era la secretaria de Erick y Meghan que era la encargada del departamento legal de la empresa de Erick.

Llevé mi copa a la boca concentrándome solo en la mocosa.

Ella sonreía mientras hablaba con su hermano Will y la señorita Allison Foster; tuve el gusto de conocer a Allison luego de que la investigara, la pobre tenía tantos problemas familiares que ya con los de Kiara me bastaban para desear ligármela, aparte, a Erick Walton parecía gustarle demasiado esa chica, y me lo hizo entender cuando me llamó para pedirme que fuera su abogado en un caso de robo por parte del padre de la chica.

La novia de Erick sostuvo la mano de Kiara conduciéndola a la pista, ambas comenzaron a mover sus cuerpos una muy cerca de la otra con sensualidad, robándose ciertas miradas de algunos de los hombres a su alrededor; suspiré, era una escena algo excitante, pero desperté de ella cuando Kiara posó sus ojos en mí, la enana diabólica sostuvo mi mirada mientras bailaba seductoramente con Allison, se dio la vuelta dejándome ver el escote en su espalda, el cual recorrí con mis ojos deteniéndome en su trasero; trasero que nunca me había interesado mirar con descaro hasta ahora.

<<Demonios, era grande, redondo y respingón, una bestialidad de culo>> podía imaginarme miles de escenarios y todos con ese trasero, en mi cara, en cuatro, de espalda, a horcajadas ...

Sentí mi garganta secarse de pronto, mi verga empezaba a despertar dentro de mi pantalón.

Las manos de Allison se deslizaban sensualmente por el cuerpo de Kiara, sentía que me daría un infarto, ¿Qué diablos pretendían esas dos bailando así delante de todos? Se supone que ambas eran novias de dos empresarios importantes; pero mi furia se hizo presente cuando las vi reírse de sus acciones, esto era el colmo, lo hacían adrede.

Me puse en pie sacando mi móvil para enviarle un mensaje a Erick y comentarle lo que hace su novia mientras él está en sus reuniones de negocios. Bajé de la zona vip conduciéndome por la pista, Kiara no sabe con quién está jugando.

Caminé rápido encontrando a un monto de personas bailando desenfrenadamente, odiaba a las multitudes, alejé a los que se me acercaban hasta que vi la espalda de la escuincla, me dirigí a ella. Agarré a Kiara por la cintura pegando su cuerpo al mío, mi verga presionaba su espalda baja, quería que sintiera lo que estaba provocando con su estúpido comportamiento.

—Buenas noches, señorita Foster— anuncié, clavando mis ojos en ella.
—Buenas noches— respondió la novia de Erick sin expresión.

Kiara seguía con su espalda pegada a mí, podía sentir su incomodidad, ella sabía que se encontraba en serios problemas, y si no lo sabía se lo haría entender clavando mis dedos en su cintura.

—Debo hablar con la señorita Walton un segundo— pedí.
—Tendremos toda una vida para hablar— escupió ella con ironía.
—Y yo me encargaré de eso, pero ahora debo hablar contigo— repetí.

La mocosa se zafó de mi mano dándose vuelta sin mirarme, emprendió el camino a algún lado mientras yo iba detrás de ella.

La seguí hasta la zona de los baños, no había muchas personas aquí.

—¿Qué quieres Bastián? — preguntó Kiara con aire de superioridad.
—¿¡Qué diablos llevas puesto!? ¿¡Qué mierda hiciste con tu cabello!? — gruñí.

—¿Es en serio? ¿Por eso te acercaste?

—Kiara ...

—No tengo tiempo para tus pataletas— espetó.

No entendía por qué, pero estaba molesto, algo en Kiara me hacía enojar.

Ella se acercó seductoramente empinándose sobre sus pies, intentando llegar a mi rostro, lo cual era inútil, sin embargo, se veía malditamente sensual haciéndolo.

Mi verga parecía una atenta levantada en busca de señal.

​​​​​​—Esto que llevo puesto es el vestido de la soltería y mi cabello... bueno... ¿No pensarás que llegarás al altar con la rubia de tus fantasías? — susurró con coquetería.

Mi sangre ardía con cada palabra que salía de su boca, mataría a la mocosa mucho antes de casarme con ella.

Llevé mi mano a su cabello, sujetándolo con brusquedad, pegando su cara más a la mía.

—No me busques mocosa, porque me vas a encontrar— ladré.

Ella sonrió.

<<Maldición, esta chica era simplemente hermosa>>.

—Aquí nadie está buscando a nadie— susurró con voz dulce — y en esta versión del cuento es el Lobo quien viene detrás de Caperucita.

<< ¿Qué?>>

Solté su cabello levantándola con un brazo, colocándola sobre mi hombro, caminé al baño mientras la escuchaba vociferar cuantas maldiciones se le ocurrían.

La MenorOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz