Extra 1 ✔️

64.2K 2.5K 122
                                    

Nota de la autora ❤️💋😘:

Esté extra es especialmente para los lectores que siguen con fidelidad el libro de Embarazada de un Walton

Si vienes desde ese libro sabrás de que trata este extra, porque lo escribí especialmente por ustedes!.

POV KIARA WALTON

Estaba sentada sobre la cama con mi móvil en manos, veía algunas fotos de Alis, la hija de Will.

Luego de pensar en lo que vivió mi hermano y Julianne en el día de hoy, tomé la decisión de hablar con Bastián. El almuerzo que había organizado para mí familia y así dar la noticia de que me encontraba embarazada se fue al caño luego de que James, el guardaespaldas y chófer de Bastián recibiera una llamada informando que un hombre se encontraba atrincherado en el techo del edificio donde vivía mi hermano, teniendo de rehén a Julianne y a la pequeña Alis.

Bastián salió para allá inmediatamente mientras todos nos encontrábamos muertos de la angustia en casa. Gracias a Dios todo terminó bien, Will se encontraba en el hotel Walton de Minnesota con Julianne y su hija, y el hermano de Julianne había muerto salvándola.

Escuchar de otras personas la manera en la cual mi hermano trato de proteger a Julianne y a su hija sin importar morir por ellas me había golpeado fuertemente, ellos eran una verdadera familia, y me daba tanto gusto por ellos.

Apagué mi móvil dejándolo sobre la cama, no podía seguir retrasando está conversación con Bastián, debía de decirle que me encontraba embarazada.

Me salí de la cama tomando mi bata para ir hacía la oficina de él, últimamente tenía bastante trabajo en la firma, el cual traía a casa provocando que pasara largas horas en esa habitación.

Toqué la puerta gentilmente asomando mi cabeza por ella.

—¿Estás seguro, James? — indagó Bastián con su móvil en mano.

Fijó sus ojos en mí.

—Gracias, mañana hablamos— se despidió él.

Yo entré a la oficina cerrando la puerta detrás de mí.

—Pensé que estabas dormida— manifestó cerrando su laptop y las carpetas que se encontraban abiertas encima del escritorio.

—No puedo dormir— declaré caminando hacía él.

—No hay nada de lo cual debas preocuparte, ya todo está bien— aseguró Bastián mientras yo rodeaba el escritorio.

Extendió su mano sujetando mis caderas, sentándome encima de su regazo. Clave mis ojos en los de él un segundo quitándolo rápidamente.

—¿Tienes algo que decirme, mocosa? Te conozco— manifestó él llevando su mano por debajo de mi bata, acariciando mi pierna.

Abrí mi boca volviéndola a cerrar.

—¿Qué sucede, enana? — me preguntó mi bestia.

Abrí mi boca nuevamente buscando las palabras correctas.

—Estoy..., estoy...— tartamudeé.

—¿Estás...? — dijo él para que continuara.

—Estoy..., yo estoy...— traté de decir.

—Kiara, si no dices el enunciando comple...— decía cuando lo interrumpí.

—¡Embarazada! — chillé cubriendo mi cara con mis manos, —estoy embarazada— repetí finalmente quitando mis manos de mi cara para mirarlo.

Bastián se quedó en silencio.

—¿No dirás nada? — indagué.

—Lo sabía, por qué crees que no te permití acompañarme al departamento de Will hoy, no quería que tú y mi hijo estuvieran en peligro— reveló Bastián sin despegar sus ojos de mí.

—¿Qué? — solté.

—Últimamente has estado más irritante que de costumbre, odias mi perfume, duermes más tiempo y vi la prueba del laboratorio en tu bolso— comentó.

—¡Entonces por qué no me lo dijiste! — gruñí golpeando su hombro, enojada.

—Porque deseaba que me lo dijeras tú misma, esperaba que lo hicieras inmediatamente, pero pasaron algunas semanas y no dijiste nada, quería ver hasta dónde llegabas ocultándolo— explicó él.

—No quería ocultártelo, solo estaba nerviosa, no estaba preparada para esto, ni siquiera habíamos hablado sobre tener bebés, tú estás muy enfocado en la firma y yo...— me detuve.

—Kiara, amor, nada es más importante que tú, ni la firma de abogados, ni Walton Real State, ni nada. Fue algo inesperado debemos admitirlo, pero quizás llegó en el momento más importante de nuestras vidas— sostuvo él.

—No sé cómo ser una madre, no tengo la mínima idea y no quiero ser como mi madre— dije con mis ojos cristalizados.

—No querer ser como tú madre es el primer indicio de que no serás como ella, serás la mejor madre— aseguró mi bestia.

—¿Estas feliz?

Bastián sacó su mano de debajo de mí bata deshaciendo el nudo que la mantenía unida en mi cintura.

—No sabes cuán feliz estoy, la mujer que amo me dará mi primer hijo, mi enana diabólica me dará un mocoso— declaró posando su mano encima de mí vientre —esto es algo nuevo para mí— comentó mirando mi vientre.

Llevé mi mano a la de él mirando ambas manos unidas.

—Serás una hermosa mamá— susurró él.

—Tenía intención de hoy darle la noticia a todos— informé.

—No importa, podemos celebrar tú y yo...— anunció quitando su mano de mi vientre para llevarla a mi cintura obligándome a poner en pie.

—Siéntate— me ordenó dando algunas palmadas sobre su escritorio, indícame que me sentará encima de él.

Bastián tomó mi vestido de dormir subiéndolo por mis piernas dejándolo en mi cintura, abrió mis piernas acercando su sillón al escritorio, quedando en medio de ellas.

Su mano recorrió mi pantorrilla hasta dejarla encima de mi muslo, su otra mano sujetó mi tobillo alzando mi pierna a la altura de su hombro para dejar algunos besos en ella.

—No sé si esto se te antoja, pero estoy dispuesto a cumplir cada uno de tus deseos— pronunció llevando mis pies a cada lado de su silla mientras acercaba su cara a mi entrepierna. Bastián movió mi braga a un lado fundiendo su lengua en mi coño.

Sus manos fueron directo a mi cintura sujetándome mientras su lengua devoraba mi centro, me moví encima de su escritorio tratando de acercarme más a su boca, posé una de mis manos en el escritorio para buscar estabilidad llevando la otra a su cabeza, obligándolo a seguir torturándome, no quería que saliera de mi entrepierna. Amaba cuando el hacía esto, cuando me hacía venir solo con su boca.

Cerré mis ojos llevando mi cabeza hacía atrás comenzando a gemir.

Solo esperaba que nuestro hijo no escuchara nada de esto.

La MenorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora