Capítulo 30 ✔️

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POV BASTIAN DAVIS

Vi a Kiara alejarse ingresando nuevamente al salón de eventos, por más que deseara ir tras ella no lo haría, no me dejaría llevar por una mocosa y sus berrinches de mierda, aunque debo admitir que esta noche todo en ella luce diferente, yo la veía diferente. No la miraba como a una niñata, sino más bien como a una mujer.

El carácter de esta mujer era inaguantable, no sé cómo la soportaron sus padres durante tantos años.

Saber que ocultó su apellido de casada delante de Thomas Cooper me dejó un mal sabor de boca, me pregunto si Kiara sería capaz de engañarme, porque de ser así yo no lo permitiría en ninguna circunstancia, no me convertiría en el hazmerreír de todos, no la dejaría burlarse de mí. Si la menor de las Walton quería iniciar una guerra, pues esta noche la ha iniciado.

Entré al salón para marcharme, no iba a quedarme aquí a ver como todos los hombres se comían a mi esposa con los ojos.

Regresé al lugar en donde estaba con Duclen y Nora.

—Señor Davis— dijo Duclen al verme.
—Nos vamos— anuncié con molestia.
—Pero señor, aún no hemos terminado— se quejó el chico.
—Yo terminé— sentencié.
—Pero señor, su esposa... — refutó.
—¿Viniste con Kiara o conmigo? Dije que nos vamos.

Duclen miró a Nora.

—Yo me quedaré con Kiara, acompaña al señor Davis como te ordena— manifestó Nora.

Salí rápidamente al parqueo, deseaba ir a un bar a tomar algo, pero hacer eso era como decir que Kiara ganó esta batalla, no puedo embriagarme solo porque ella se negará a regresar conmigo a la casa, así que le pedí a James que me llevará a mi departamento.

POV KIARA WALTON

Tomé asiento en una mesa disponible viendo a Bastián marcharse con Duclen; Nora caminó directo hacia mí quitándome de la mano la copa que recién me brindaba un camarero.

—¡Oye! ¡Yo iba a beber eso!

—Nos vamos— anunció dejando la copa en la mesa.
—¿Cómo?
—Lo que viniste a hacer, ya lo hiciste. Tengo hambre, vayamos a un restaurante de comida rápida— propuso.

Me puse en pie suspirando sonoramente, recién comenzaba con esto y ya estaba cansada.

***

Conduje detrás del auto de Nora hasta que llegamos a un restaurante de comida rápida, ambas nos veíamos extrañas en el lugar vestida de forma elegante, pero solo éramos dos chicas que querían comer comida chatarra.

—Entonces, ¿Thomas te delató? — preguntó entre risa mientras esperábamos nuestra orden, sentadas en una mesa.
—Sí, inmediatamente Bastián alzo su voz chilló como una niña confesando que no me presenté con mi apellido de casada— conté.
—Bueno... es que todos en la firma le temen al Lobo, por algo él es el Lobo— reveló Nora de forma envolvente.
—¿Por qué se marchó? — indagué.
—¿Quién? ¿Bastián?

Asentí con mi cabeza indicando que sí, no quería sonar muy interesada tampoco.


—No lo sé, solo le dijo a Duclen que se marchaban. Bastián puede llegar a ser muy impredecible— comentó ella.
—¿Siempre ha sido así?
—No, de hecho, debo admitir que a veces extraño al anterior Bastián, pero desde que se convirtió en el CEO de la firma ha cambiado un poco. Nuestros padres se conocían desde muy jóvenes, él y yo crecimos prácticamente juntos; él era ese hijo que mi padre nunca pudo tener, en ocasiones llegué a sentir celos por él, mi padre lo apreciaba como a un hijo, Martín le enseñó todo lo que sabe— declaró Nora, nostálgica.

La MenorWhere stories live. Discover now