Capítulo 23 ✔️

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POV BASTIAN DAVIS

Me encontraba en la sala esperando a Kiara, debíamos ir a la casa de mis padres y ya se hacía tarde.

Caminé a su habitación para buscarla, no entendía por qué tardaba tanto, me detuve en el lumbral de su puerta cuando la vi parada en frente a su tocador, llevaba puesto un vestido de tirantes tipo corset, color malva rosa, que acentuaba perfectamente sus caderas abriéndose en una falda suelta que llegaba hasta la mitad de sus tobillos, su delicada y exquisita elegancia era como una patada en mi estómago, quise despegar mis ojos de ella, sin embargo, no podía, deseaba saber que llevaba puesto debajo de ese vestido, pero rápidamente recordé que se trataba de Kiara.

La mocosa se recogió el cabello en una coleta alta y se maquilló, ahora que la miraba detenidamente no lucía como una mocosa exactamente, no llevaba ninguna joya más que el anillo de nuestra unión y un fino collar a juego que solo contenía una pequeña perla rosácea reinando en medio del camino entre sus senos, los cuales se asomaban de manera seductora en el corset.

No entendía cómo alguien con un simple vestido podía lucir así, esta noche necesitaría más que autocontrol para no cometer una locura.

<<Es la hija de Rob Walton>> me dije <<Tu enemigo>>.

Kiara se dio vuelta encontrándose conmigo.

—¿Qué haces ahí? — preguntó al verme parado en la puerta.

—Vamos tarde— espeté con voz firme dándome vuelta, dejándola sola, el perfume que ella usaba era asquerosamente adictivo.

—¡Bastián! — vociferó, la ignoré saliendo a la sala.

***

Era la primera vez que llevaba a Kiara a casa de mis padres, los Davis conocían perfectamente a los Walton y los Walton a los Davis, era algo normal que las familias más influyentes no solo de Minnesota, sino del país se conocieran.

James conducía ingresando al residencial donde vivían mis padres, la mocosa se mantuvo todo el trayecto en silencio.

Llegamos a casa de mis padres.

Me bajé del auto rodeándolo para abrirle la puerta a Kiara, y antes de entrar a la casa tomé su mano enlazándola con la mía, sentí como titubeó a mi contacto, pero la sostuve con firme; su mano era tan pequeña y suave que temía romperla, todo en ella era tan delicado y a la vez refinado.

—¿Es necesario? — indagó mirando nuestras manos.

—¿Podemos hacer una tregua por esta noche? — susurré mirándola a los ojos.

—Soy tu esposa, vivo en tu departamento, trabajo para ti, supongo que tomar mi mano no significa nada.

Aparentemente, esta sería una larga velada, me quedé en silencio.

Me encaminé con Kiara hacia la entrada principal de la casa saludando a algunos conocidos. Solté su mano ofreciéndole mi brazo, sentía la necesidad de que todos los presentes supieran que la mujer que iba enganchada en mi brazo era mi esposa por alguna extraña razón que aún no podía descifrar.

POV KIARA WALTON

—¡Kiara! — me llamó Nora, se encontraba en unas de las mesas.

Caminé directo ella luego que Bastián por fin me soltara. Me presentó a su familia y algunos conocidos cercanos, no sé... pero sentía que su cercanía esta noche solo era parte de su falsa.

La velada transcurrió entre risas y anécdotas por partes de los padres se Bastián, quienes contaba parte de su vida a sus invitados en la sesión de micrófono abierto. Había disfrutado de la cena a pesar de estar sentada al lado de Bastián y en la mesa de sus familiares, pero quería salir un momento, ya no aguantaba las indirectas del señor Lucas y su esposa Charlotte sobre los nietos que deseaban ver antes de morir, era un tema que no me hacía gracia considerando mi situación actual con Bastián.

La MenorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora